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La Ministra de Cultura lleva 25 años en el sector. Quiere que la cultura deje de ser solo entretenimiento y se convierta en un sector importante para la economía al apostarles a las industrias creativas.

ENTREVISTA

"No vamos a funcionar con las lógicas del mercado"

La nueva ministra de Cultura, Mariana Garcés, habla de sus prioridades, del futuro del Gran Concierto Nacional y anuncia un fondo para que el sector privado apoye las bibliotecas públicas a cambio de incentivos tributarios.

21 de agosto de 2010

SEMANA: ¿Cuál cree que debe ser la vocación del Ministerio de Cultura: fomentar la inclusión o el talento?

MARIANA GARCÉS:
La Constitución aclara el tema cuando dice que la cultura es un derecho de todos. Yo siento que hay que diferenciar claramente entre cultura y educación o manifestación artística, sin que una sea más importante que la otra. La Ley de Cultura hizo una definición que yo creo que sigue vigente. La cultura, mucho más allá de las bellas artes, tiene que ver con el conjunto de las maneras, de las formas como nos comportamos y como somos, con todas nuestras diferencias y todas nuestras identidades.

SEMANA: ¿Qué hará el Ministerio en este cuatrienio?

M.G.:
Queremos construir sobre lo construido. Creemos que al país hay que leerlo desde las regiones. En la medida de lo posible, el Ministerio debe ser un facilitador que se dedique a diseñar, a estructurar políticas antes que a ejecutar. El sector es dinámico, cuenta con suficientes entidades e instituciones que deben ser los ejecutores de los procesos. Queremos concertar un gran sistema nacional de cultura. No tiene sentido que dupliquemos esfuerzos cuando los recursos son tan escasos. Nos interesa mucho la visibilidad, que debe ser producto de un proceso, y no al revés.

SEMANA: ¿Seguirá el Gran Concierto?

M.G.:
El presidente Juan Manuel Santos le dijo a su antecesor, el doctor Uribe, que iba a seguir. A mí me gustaría, por lo menos, tener la oportunidad de repensarlo. No quiero decir que no exista, que no se haga, menos si es un compromiso del Presidente, pero por lo menos es necesario repensarlo y reenfocarlo.

SEMANA: Ya que menciona los recursos, la cultura siempre encabeza la lista de los recortes presupuestales. ¿Qué va a hacer para evitarlo?

M.G.:
Ese no es un tema nuevo para mí. Llevo 25 años buscando recursos para la cultura. Soy una convencida de que las verdaderas transformaciones sociales se llevan a cabo desde los procesos culturales. Cuando uno está convencido de lo que hace, a veces le queda más fácil sensibilizar a otros. No es un tema fácil, pero creo que el presidente Santos siente mucho el tema. Creo que hay un convencimiento de Planeación sobre la importancia del sector cultural, que empieza a producir cifras interesantes y por eso es mirado de otra manera. El Ministerio ha venido construyendo indicadores muy importantes, pero creo que en el tema de prosperidad democrática podemos construir unos indicadores nuevos. Se trata de explicarles a Hacienda y a Planeación cuáles son nuestras contribuciones y así empezar a ser un sector fundamental, transversal a la acción del gobierno.

SEMANA: ¿Cuáles serán sus prioridades?

M.G.:
Están los planes que se estructuraron en el gobierno anterior: el de música para la convivencia, el de teatro y el de danza. El de música es el más avanzado; se debe concertar para definir quién hace qué. Hay temas que están siendo asumidos por el Ministerio y al mismo tiempo por Batuta. Creemos que al de teatro, que está concertado con el sector, hay que buscarle recursos para que comience a ejecutarse. También está el de danza, que está estructurado y formulado en el papel, muy ambiciosamente. Creemos que no existe una política pública para las artes visuales. Es una tarea inmediata.

SEMANA: ¿Y más allá de los planes?

M.G.:
Son fundamentales las industrias creativas. El Ministerio empezó a trabajar en ese tema; hay que fortalecerlo, y ya hay un documento Conpes. En la prosperidad democrática las industrias creativas, como generadoras de empleos formales, empiezan a ser prioritarias. También lo es el tema de la primera infancia, entre los cero y los cinco años. Queremos tener un proyecto coordinado con el Icbf y el Ministerio de Educación para atender a esa edad. Los niños aprenden a través de la lúdica y esta se encuentra ligada a las artes representativas. Otro tema es el de las bibliotecas públicas. Colombia, en los últimos quince años, ha hecho un gran esfuerzo en términos de infraestructura, lo que ha permitido que haya por lo menos una biblioteca pública en cada municipio. A nosotros nos corresponde llenarlas de contenido. Queremos que sean centros vivos y en permanente crecimiento.

SEMANA: A propósito de las bibliotecas, hace poco una maniobra legislativa les quitó unos recursos provenientes del IVA a la telefonía celular. ¿Qué hacer para recuperar este dinero?

M.G.:
La ministra Paula Marcela Moreno, al terminar su gestión, expidió un decreto que crea una serie de incentivos para las bibliotecas públicas. Gracias a ese decreto, que todavía está sin instrumentar, alguien que dona unos recursos para las bibliotecas públicas puede recibir incentivos tributarios. Eso sí, quiero ser clara: las normas de incentivos son un tema importante, pero no exclusivo. Yo puedo tener una ley, pero si no la divulgo entre los empresarios, no ha pasado nada. Este decreto puede suplir ese tema, pero implica además gestión. Mi antecesora hizo un gran trabajo en temas de cooperación internacional.

SEMANA: Mencionaba a las industrias creativas. ¿Cuál es nuestro fuerte en ese campo: la capacidad para producir en serie ideas de afuera o el talento propio?

M.G.:
Respetamos profundamente las lógicas de la creación: si no hay un hecho creativo, el resto no va. No vamos a funcionar con las lógicas exclusivas del mercado. Vamos a darle preponderancia a lo creativo, tema que vamos a tratar de organizar para que sea más eficiente y eficaz. Nosotros no hablamos de mercados sino de formación de públicos, y vamos ajustando los términos para que sean simplemente más eficaces, más eficientes y puedan circular mejor.

SEMANA: Para cerrar, ¿en este último año, qué obra, de cualquier género, la ha conmovido?

M.G.:
Muchas. Un libro de cuentos de José Zuleta, un escritor vallecaucano. Sándor Márai es un autor espectacularmente bien traducido, me gusta El último encuentro. En lo audiovisual, el documental Apaporis, de Antonio Dorado. Y como proyecto cultural, porque también hay proyectos que conmueven, todo lo que está haciendo Lugar a Dudas en el tema de las artes visuales contemporáneas y en investigación. Obviamente el concierto de Barenboim con los jóvenes palestinos e israelíes y judíos. La música en vivo es un placer inigualable.