NOVEDADES

Tschaikowsky Klavierkonzerte Nº 1 Ivo Pogorelich, piano London Symphony Orch. Claudio Abbado, dir. Deutsche Grammophon Pogorelich es el más costoso pianista del mundo y el más representativo de la escuela rusa. Esto ya despierta expectativas respecto de su versión del Concierto Nº 1 de Tschaikowsky para piano y orquesta. Además fue bastante reacio a estudiarlo en sus años de conservatorio. Finalmente lo ha llevado al disco con la Sinfónica de Londres y la dirección de Claudio Abbado. ¿El resultado? Que la temible partitura en sus manos se convierte en música pura, hasta en el espinoso pasaje de las octavas del movimiento final, que sorprende más por su coherencia musical que por la titánica bravura que exige. ¿El defecto? La duración, que apenas llega a los 37 minutos en total, porque viene sin complemento. Handel Water Music The Academy of Ancient Music Christopher Hogwood, dir. L'oiseau-Lyre. Decca. Christopher Hogwood, discípulo de Rafael Puyana, aparece con su orquesta The Academy of Ancient Music en esta versión deliciosa de una de las obras más populares del barroco: la Música del Agua de Händel, de 1717.La gran novedad de su versión estriba en la manera como la ha organizado: en tres suites, que presumiblemente corresponden al orden de la interpretación original. Suite en fa mayor para acompañar el Paseo del rey sobre el Támesis hasta Chelsea, 8:00 p.m.; suite en sol mayor para acompañar la cena real y suite en re mayor para el regreso a St. James, a las 3:00 a.m. Todo obedece a una estricta investigación de la instrumentación de la partitura original. Chopin Klavierkonzerte Nº 1 & 2 Krystian Zimmerman, piano Los Angeles Philharmonic Carlo Maria Giulini, dir. Deutsche Grammophon Zimmermann debe su prestigio al Premio Chopin de Varsovia que ganó en 1975. En ese momento evitó iniciar su carrera internacional porque prefirió durante un año retirarse para estudiar a fondo, precisamente, la obra de Chopin. Esa seriedad está presente en este disco, el cual trae los dos conciertos de piano del gran compositor polaco, compatriota suyo. Un pianista con su talento, aunado al arte del gran Carlo Maria Giulini dirigiendo una gran orquesta, producen un disco que no tiene pierde, ni por estilo ni por interpretación, pues recorre una versión hondamente personal y profunda. Una hora y 12 minutos de excelencia.