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Jorge Zepeda Patterson fue director del diario ‘El Universal’ y recibió el premio Maria Moors Cabot.

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Los corruptores: secretos de la corrupción

Se presentó ‘Los corruptores’, la más reciente novela del periodista Jorge Zepeda Patterson. SEMANA habló con el autor sobre este ‘thriller’ que devela las intrigas del poder mexicano.

30 de noviembre de 2013

Durante toda su vida, Jorge Zepeda Patterson se ha dedicado a investigar los hilos ocultos que mueven el poder en México. Este reconocido reportero, editor y columnista nació en 1952 en Mazatlán, Sinaloa, pero se crió en Guadalajara, Jalisco. Desde muy joven se dedicó al periodismo y trabajó en las redacciones de los diarios El País, Siglo 21 y Público.


Después pasó a ser parte de uno de los diarios más prestigiosos del país azteca, El Universal. Allí llegó a ser director entre 2008 y 2010 y fundó la revista Día Siete. Hoy es director del portal del análisis político sinembargo.mx y escribe una columna que se publica semanalmente en más de 20 diarios mexicanos. Por su destacado trabajo de investigación Zepeda Patterson ha recibido varios premios, entre ellos el Maria Moors Cabot en 1999.

Zepeda es también autor de varios libros de periodismo investigativo y de análisis. Este año, sin embargo, decidió cambiar de registro y publicó Los corruptores. Se trata de un thriller político en el que el autor entrelaza una historia de ficción con hechos y personajes reales de la actualidad mexicana. 

“Escribir ficción permite un ajuste de cuentas con ciertos hechos que han tenido una cobertura periodística insuficiente. Durante mi carrera me he encontrado con casos que son impublicables simplemente por la imposibilidad de documentarlos. Es decir: se sabe que sucedieron, pero las pruebas no están a la mano. Me refiero, por ejemplo, a la manera como un gobernador se hizo rico o como un militar pactó con el crimen organizado. ‘Los corruptores’ me permitió dar a conocer estos casos, con modificaciones mínimas”, le dijo a SEMANA durante su visita a Bogotá.

El periodista mexicano empezó a escribir a principios de este año y decidió situar la acción durante los últimos meses de 2013, para que coincidiera con la publicación del libro. Su intención era que los lectores tuvieran la impresión de estar leyendo una historia que sucedía en ese momento. Zepeda utilizó muchos de los datos, informes o conversaciones que había registrado durante sus largos años de reportería: “También me permitió hacer una especie de fresco sobre cómo opera la clase política. Esta historia ficcional me sirve para desentrañar y para dar cuenta de lo que realmente ocurre detrás de la escena pública”.

La trama ocurre durante el regreso al poder del PRI, después del sangriento sexenio del gobierno de Felipe Calderón. Tomás, un columnista de un diario llamado El Mundo –que tiene similitudes innegables con El Universal– descubre, por azar, que el asesinato de una actriz está relacionado con el secretario de Gobernación del nuevo presidente. Su revelación desata un escándalo de enormes dimensiones que amenaza con desestabilizar al gobierno. 

El caso también permite que Tomás se reencuentre con Jaime, Amelia y Mario, sus tres grandes amigos de juventud, que ahora son personajes públicos. Entre los cuatro deben resolver el intrincado asunto que involucra políticos, narcotraficantes, policías corruptos, mercenarios y hackers.

Por supuesto el tema que atraviesa toda la novela es la corrupción. Pero se trata de una corrupción desbordada que va más allá de la ambición política o del dinero: parece tratarse de un juego macabro, en el que los poderosos compiten por el solo placer de mover sus fichas. Muchos de los personajes que describe Zepeda son una mezcla de varios políticos: “ ‘Los corruptores’ también intenta transmitir la idea de que la realidad de la vida pública está hecha de claroscuros”. 

La violencia es otro de los personajes que rondan la novela: esa que se desató en México cuando el presidente Calderón lanzó el Ejército contra los carteles del narcotráfico, la misma que ya ha cobrado varias miles de víctimas. Esta violencia generalizada, que describe como “un monstruo de crueldad inagotable”, no tendrá fin, según Zepeda, mientras no se detenga el flujo de dinero que recorre el país por culpa del tráfico de estupefacientes.

Zepeda dice que ya está escribiendo una segunda parte y que está en conversaciones informales con guionistas para llevarla al cine o la televisión. Porque, más allá de esta bisagra entre ficción y actualidad política, al autor le interesa que Los corruptores se lea como una novela negra, donde la trama se defiende por su solidez.