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"OH GLORIA INMARCESIBLE!

Al cumplirse cien años de su estreno, el Himno Nacional de Colombia sigue siendo una maraña de estrofas incomprensibles que muy pocos entienden.

29 de noviembre de 1993

A TODOS LOS COLOMBIANOS SE LES inculca desde la escuela que, si no fuera por La Marsellesa, el Himno Nacional de Colombia sería el más bello del mundo. Este ranking obedece a su música que -dicen- invita a la exaltación patriótica; y a la letra, que sus apologistas califican de sublime inspira ción del bardo-presidente que la compuso, Rafael Núnez. La historia del actual himno colombiano es, en el fondo, la historia de una inocente lagartada, tal como podría interpretarse hoy. A mediados de 1887 a un modesto funcionario público que idolatraba a Núnez, llamado José Domingo Tórres, se le ocurrió la idea de congraciarse con su padrino po lítico. Como desde 1860 coleccionaba un voluminoso álbum de cuanto discurso, frase, cita y comentario hacía "El Regenerador", buscó allí, entre esos recortes, algún poema que fuera de "especial patriotismo". Encontró uno que empezaba con el verso "...Oh gloria inmarcesible" .
"Era -anotó el historiador Miguel Aguilera- una poesía trabajada sobre metro alejandrino agudo, no apropiado para himno, por la falla en el compás binario rígidamente exigido por el aire de marcha. Le faltaba ese sabor vengativo e inhumano de todos los cantos de guerra. Lejos de las expresiones que convidan a la matanza, al incendio y a la destrucción, se repetía en estrofas apacibles, sedantes, generosas, a historia de los hechos gloriosos de nuestra faena emancipadora. Sin alarde de nostalgia ni nostalgia de sangre".
Se acercaba el 11 de noviembre de 1887 y Tórres, apremiado por la fecha, fue hasta la casa del maestro ita liano Oreste Sindici, profesor de canto en las escuelas públicas de Bogotá, para que se encargara de ponerle músi ca a los versos de Núñez, escritos hacía más de 20 años en Carta gena.
Sindici se negó al principio, pero ante las presiones de su es posa, Justina Junnaut -ante quien intercedió Tórres- aceptó finalmente. En varias semanas, en su finca del municipio de Nilo (Cundinamarca), el italiano compuso la música. El estre no ocurrió en la noche del aniversario de la Indepen dencia de Cartagena, en el Palacio de San Carlos de Bogotá. A Nuñez le gustó tanto la canción que más tarde condujo a los músicos a su casa y les pidió que la tocaran de nuevo.
Lo demás es historia: el 6 de diciembre de 1887, en el Museo de Arte Colonial, se hizo la presentación del himno.
Años más tarde, el 28 de octubre de 1920, se promulgó la ley 33, que declaró el texto de Nuñez la música de Sindici como himno oficial del país.
Habían pasado 53 años de la elaboración del poema y 33 de la composición de la música.

UN HIMNO HORROROSO?
Lo cierto es que, desde hace lOO años, todos los niños del país han sido adoctrinados en las escuelas de que con algún concurso, que nadie sabe dónde se hizo, el Himno Nacional quedó de segundo entre los más bellos del mundo Y aunque todos los colombianos lo cantan casi que única y exclusivamente antes de un clásico de fútbol, pocos entienden que significan sus 11 estrofas, calificadas de ba rrocas, confusas y hasta esotéricas.
Desde el primer verso ya resulta incomprensible:
"... Oh gloria inmarcesible...' Nadie sabe qué diablos signi fica la palabra inmarcesible, que ni siquiera aparece en las últimas ediciones del diccionario oficial de la Academia de la Lengua Española. Solo en una del año 1887 dice cla ramente: "... Lo que no se marchita, inmarchitable". Pero aún así, sonaría mal decir "Oh gloria inmarchitable ".
Más extrañas resultan las retorcidas metáforas y alegorías que prosiguen al coro de "...jubilo inmortal", como estas:
"La flor estremecida, mortal el viento hallando, debajo los laureles seguridad buscó".
Por si fuera cuestión de poca monta la incomprensión con que se inicia, el himno narra sucesos dramáticos que nadie entiende: "la Virgen sus cabellos arranca en agonía, y de su amor viuda los cuelga del ciprés". Frases que recuerdan algún mito griego:
"La patria asi se forma termópilas brotando; constelación de cíclopes su noche iluminó"... Versos esotéricos: "La menta su esperanza que cubre losa fría, pero glorioso orgullo circunda su alba tez". Y hasta incidentes violentos que pre dijeron la era nuclear: "Ricaurte en San Mateo, en áto mos volando, deber antes que vida, con llamas escribió".

ASUNTO DE APRECIACION
Para algunos críticos, el texto del Himno Nacional es el reflejo de la mentalidad parroquial y provinciana de Núnez; para otros, como Aguilera, "es una invocación breve a la gloria que no decae y al júbilo popular que nunca se eclipsa ni desfallece".
De todas maneras, está claro que las incongruencias del himno van más allá de ser un texto aburrido y confuso. Musicalmente tiene deficiencias prosódicas en el acoplamiento y la melodía, que se observan en el coro y que se atribuyen al poco dominio de la lengua española que tenía el italiano Sindici.
Los musicólogos, por ejemplo, señalan el molesto hiato inicial que se produce cuando se canta el "O-oh gloria" y el "O-oh júbilo inmortal.." O "e-en surcos, de do-olores, el bien ge-ermina -a -ya".
Otto de Greiff advierte una grave falta de prosodia musical que quebranta un principio natural de corres pondencia entre el texto literario y su musicalización, consistente en que a sílabas acentuadas correspondan so nidos musicales acentuados.
"Al terminar el llamado coro -comenta- hay una sílaba: el monosílabo "que" del verso "del que murió en la cruz, que en el texto es débilmente acentuado mientras en la música es una nota muy alta, de difícil entonación para quienes la cantan, digamos, en la iniciación de un partido de fútbol. El efecto, en casos como éste, es deplorable". Según este ex perto, la música hubiera correspondido al verso si este hubiera dicho algo como " por quien murió en la cruz".
Esta falla prosódica solo aparece en la primera estrofa, la única que se canta en un 99,9 por ciento de las ocasiones. En las demás estrofas, la sílaba acentuada y musicalmente ap ta no crea problemas, como cuando se canta "ben-DI-cen su pasión,,. "En resumen -agrega De Greiff- Sindici compuso una especie de romanza en forma de rondó, sobre un texto impotable, y no un aire marcial de carácter popular".
Poetas como el nadaista Jota Mario Arbeláez tienen su propia opinión del himno. "Si se analiza en detalle -dijo a SEMANA-, no puede ser más feo en su coro y en sus 11 estrofas, de las cuales recuerdo versos sueltos -no los mejores, por su alusión religiosa-, con los que resulta una nueva octavilla: "la virgen sus cabellos se colma de despojos, se baña en sangre de héroes la flor estremecida, el gran cla mor no acalla horrores profiriendo, la trompa victoriosa del que murió en la Cruz".
Como el Himno Nacional, junto con las orquídeas, el café y las esmeraldas, son las ficciones en las que más creen los colombianos, será muy difícil que algún día se pueda proponer el cambio de su letra y música. Será cantarlo con la devoción de siempre antes del partido de fútbol. Al fin y al cabo, forma parte del legado indiscutible de la Patria Boba.

TRADUCCION DEL HIMNO
El historiador Antonio Cacua Prada tradujo "al español" lo que a su juicio significan las 11 estrofas del Himno Nacional.

EL HIMNO
Oh gloria inmarcesible! Oh júbilo inmortal!
En surcos de dolores el bien germina yá.

I
Cesó la horrible noche la libertad sublime
derrama las auroras de su invencible luz.
La humanidad entera, entre cadenas gime,
comprende las palabras del qué murió en la cruz.

II
Independencia!, grita el mundo americano;
se baña en sangre de héroes, la tierra de Colón.
Pero este gran principio:"el rey no es soberano" resuena, y los que~sufren bendicen su pasión.

III
Del Orinoco el cauce se colma de despojos;
de sangre y llanto un río se mira allí correr.
En Bárbula no saben, las almas ni los ojos,
si admiración o espanto sentir o padecer.


IV
A orillas del Caribe hambriento un pueblo lucha,
horrores prefiriendo a pérfida salud.
Oh si!, de Cartagena la abnegación es mucha,
y escombros de la muerte desprecia su virtud.

V
De Boyacá en los campos el genio de la gloria
con cada espiga un héroe invicto coronó.
soldados sin coraza ganaron la victoria:
su varonil aliento de escudo le sirvió

VI
Bolívar cruza el Ande que riega dos océanos:
espadas cual centellas fulguran en Junín.
Centauros indomables descienden a los Llanos,
empieza a presentirse de la epoppeya el fin.

VII
La tropa victoriosa en Ayacucho truena,
que en cada triunfo crece su formidable son.
En su expansivo empuje la libertad se estrena,
del cielo americano formando un pabellón.

VIII
La virgen sus cabellos arranca en agonía,
y de su amor viuda, los cuelga del ciprés.
Lamenta su esperanza que cubre losa fría,
pero glorioso orgullo circunda su alba tez.

IX
La patria así se forma termópilas brotando;
constelación de cíclopes su noche iluminó.
La flor estremecida mortal el viento hallando
debajo los laureles, seguridad buscó.

X
Mas no es completa gloria vencer en la batalla
que al brazo que combate lo anima la verdad.
La Independencia sola el gran clamor no acalla:
si el sol alumbra a todos justicia es libertad.

XI
Del hombre los derechos Nariño predicando,
el alma de la lucha profético enseñó.
Ricaurte en San Mateo en átomos volando,
"deber antes que vida", con llamas escribió.



EXPLICACION
Hace referencia a la señal que dejaron los sentimientos de pena por la guerra de Independencia.
I
Dice el autor que se acabó ese espantoso y terrible estremecimiento y temor que producen la oscuridad y la confusión de la guerra.
Que el hombre tiene la facultad natural de no ser un escla vo.
II
Esta estrofa afirma que los americanos manifestaron su deseo de autonomía, e independencia de la Madre Patria, y por esto sus territorios se cubrieron con la sangre de nuestros compatriotas.
III
Cuando Bolívar sitió a Puerto Cabello en 1813, en la colina del Bárbula se libró el más encarnizado combate.
El joven capitán Atanasio Girardot ascendió con la bandera tricolor hacia la altura y fue abatido.

IV
Se refiere a que Cartagena fue sitiada durante 180 días por el pacificador Pablo Morillo quien, despreciando la heroicidad de los sobrevivientes, ordenó fusilarlos.
Esto ocurrió el 24 de febrero de 1816, fecha aciaga para la patria.

V
Es la exaltación del genio y del mando de Bolívar, al coronar con espigas de trigo, fruto de Boyacá, a sus invictos soldados de Paya, Bonsa, Gámeza, el Pantano de Vargas y el Puente de Boyacá.

VI
Refiere Núnez la gesta heroica de Bolívar al cruzar con sus ejércitos los Andes para llevar la libertad a Vene zuela, Ecuador, Perú y Bolivia. Destaca cómo las espadas vencieron en el campo de Junín.

VII
Indica que en cada triunfo bolivariano contra los españoles se afinca más el deseo de libertad. Fue tal el empuje de la carga que por primera vez la libertad alcanzó toda la América como si fuera un solo país.

VIII
Antiguamente la mujer soltera y virgen se dejaba crecer el cabello y solo se lo cortaba al casarse. Cuando perdía a sus prometidos a causa de la guerra, colgaban sus cabellos en el ciprés.

IX
Para construir la patria necesitaron soldados como los 300 espartanmos que defendieron el célebre paso de los termópilas. Todos murieron, menos uno, y al regresar su madre pidió la pena capital por cobarde.


X
~Para llegar al triunfo debe buscarse la conformidad entre lo que se dice con lo que se siente o se piensa. La sola emancipación no silencia los gritos de quienes piden justicia, lo cual solo logra la democracia.

XI
Estrofa dedicada a dos de los más insignes patriotas. Nariño y Ricaurte. El primero pagó 16 años de cárcel en España y el segundo murió en la Hacienda de San Mateo donde se guardaban las municiones patriotas.