Operas primas

Impresionismo, cubismo, surrealismo, expresionismo… en los últimos 150 años el arte ha estado marcado por diversos ‘ismos’ y cada uno de ellos ha pasado a la historia, igual que un puñado de sus principales exponentes. Así, impresionismo es sinónimo de Monet, Manet y Renoir; puntillismo, de Seurat; cubismo, de Braque, Gris y, sobre todo, Picasso; expresionismo, de Munch, Kokoschka; surrealismo, de Dalí, Tanguy… Sin embargo no resulta tan fácil determinar quién fue el precursor de cada uno de estos ‘ismos’ y mucho menos de la pintura que les dio origen.

El desarrollo del arte ha sido casi siempre el resultado de procesos graduales que, en tiempos anteriores al Renacimiento, tomaron incluso siglos. En algunos movimientos, como el dadá y el surrealismo, es posible fecharlos gracias a manifiestos que, al menos de manera oficial, le han dado inicio. Así, el manifiesto surrealista escrito por André Breton en 1924 marca el inicio de este movimiento. Sin embargo es posible encontrar ejemplos claros de surrealismo en pintores muy anteriores, como Hieronimus Bosch, ‘El Bosco’, en obras como su célebre tríptico El jardín de las delicias.

En obras como las de Van Gogh y el propio Goya se encuentran rasgos expresionistas, mientras que el término pop art podría aplicarse a obras del dadaísmo e incluso a los afiches de Toulouse Lautrec y del art-nouveau. El pintor inglés Joseph WilliamTurner, por su parte, muchas veces ha sido considerado precursor del impresionismo muchos años antes de que éste surgiera con sus principales exponentes.

Aunque el arte abstracto es patrimonio del siglo XX muchas obras realizadas por civilizaciones prehispánicas han sido catalogadas como el primer gran antecedente de lo que en su momento protagonizaron Kandinsky y Maliévich. De todas maneras gran parte de los historiadores han logrado ponerse de acuerdo en ciertos casos y es así como en siete ‘ismos’ del último siglo y medio existe una obra considerada como la iniciadora de su movimiento.