Home

Cultura

Artículo

Russell Crowe y Kylie Rogers hacen parte del elenco de este drama.

CINE

Padres e hijas

Al delinear la relación entre un escritor célebre que sufre de problemas mentales y su hija, esta película invoca oscuridades psicológicas que no se atreve a explorar. **

2 de julio de 2016

Título original: Fathers and Daughters
Año: 2015
Director: Gabriele Muccino
Guion: Brad Desch
Actores: Russell Crowe, Amanda Seyfried
Duración: 116 min

En esta película aparecen dos escritores que, si escriben como hablan, deberían dedicarse a redactar tarjetas genéricas: con una sabiduría insustancial, fácil y con tendencia a la mojigatería.

Uno de ellos, el más joven, le expresa el amor a su amada así: “Te amo como nunca he amado a nadie”. Ya que el personaje es un escritor, cabría esperar algo más de él, alguna metáfora brillante, un giro gramatical, un descubrimiento sobre la naturaleza humana o sobre la particularidad de sus sentimientos, pero no, es apenas un escritor de generalidades, que parece tener más convencimiento de sí que capacidades expresivas.

Por otro lado, el escritor mayor habla sobre la escritura misma, o al menos lo intenta. “Lo que sucede con la escritura… si encuentras una línea de verdad y logras mantenerte…”, pero la idea se le escapa en esos puntos suspensivos. Pero que no se desperdicia: partamos de ahí para decir que esa línea de verdad, esa localización conmovedora de algo cierto y resonante, está totalmente ausente en esta película.

En cambio hay clichés interpretados con ganas y con una intensidad que, por momentos, resulta admirable. El escritor mayor, actuado con la seriedad y el compromiso usuales de Russell Crowe, sufre de una extraña enfermedad mental que se manifiesta en convulsiones ocasionales, con babeo y agitación de las manos. Esos momentos son convincentes.

El problema es cuando, sin babas ni temblores, habla del arte, del amor, de la familia o de la escritura. Ahí resulta poco creíble.
Es una película, como su título lo indica, de padres e hijas, que divide su historia en dos planos temporales. El del pasado muestra la relación de Jake Davies, el escritor mayor, viudo y con los problemas mentales ya mencionados, con su hija Katie (Kylie Rogers) y con un par de parientes que quieren quitarle la custodia.

El plano del presente sigue a Katie en la adultez (Amanda Seyfried), que se dedica a una vida levemente autodestructiva, teniendo relaciones sexuales con tipos aleatorios en una dinámica que no tiene la desesperación o intensidad para ser realmente preocupante.
El segundo escritor (Aaron Paul) aparece en la vida de Katie para, con su amor declarado tan simplemente, sacarla de la horrenda espiral de promiscuidad. La idea es mostrar cómo el abandono temprano puede desembocar en problemas psicológicos en la adultez, pero la película no tiene el estómago ni la inclinación para mostrar cosas desagradables y, sin eso, el drama se empobrece. ¿Si no hay nada en juego, de qué nos preocupamos?
Así, la paternidad de Davies es un festival de risas y apodos con cero regaños, mientras la supuesta autodestructividad de Katie es tan cosmética que resulta imposible temer por su bienestar.

El director italiano Gabriele Muccino se ha especializado en películas ligeras y cálidas, donde todo se soluciona fácilmente (como En busca de la felicidad). Es una aproximación que tiene su lógica en comedias ligeras pero que, como se ve acá, termina por desactivar y quitarles los cimientos a los dramas interpersonales. 

CARTELERA

**** Excelente  ***½ Muy buena   *** Buena   **½ Aceptable  ** Regular  * Mala

Warcraft **

Adaptación atronadora del juego masivo sobre el enfrentamiento de humanos contra orcos en un mundo mágico y oscuro.

Una pastelería en Tokio ****

Película japonesa conmovedora y delicada que explora cómo la comida puede unir a distintas generaciones dentro de una misma cultura.

Buscando a Dory **½

La segunda parte de Buscando a Nemo intenta repetir la fórmula de su antecesora con una protagonista repetitivo y sin gracia.

El conjuro 2 **½

Efectiva película de miedo que sigue a la pareja de médiums de la primera parte en un viaje a Londres para ayudar a una familia con problemas de posesión.