Para cinéfilos

La oportunidad que cada año brinda el Festival de Cine de Bogotá para tener contacto con las más recientes producciones en Iberoamérica siempre ha sido cuestionada por críticos, cineastas y periodistas. En repetidas ocasiones los detractores del evento han lanzado fuertes cuestionamientos a sus organizadores, alegando desinformación e incumplimiento en los programas que se plantean desde un principio.

Sin embargo la muestra cinematográfica no ha cedido ante las críticas y se mantiene con el objetivo de superar versiones anteriores. El esfuerzo de su director, Henry Laguado, debe satisfacer el ánimo de cinéfilos que a diario se quejan por la escasa exhibición de películas provenientes de naciones vecinas a Colombia. Producciones como Garage Olimpo, de Argentina (1999); El chacotero sentimental, de Chile (1999); Ratas, ratones y rateros, de Ecuador (1999), o Krampack, de España (2000), que se presentarán este año, dan fe del principal fin del evento: acercar al público al cine iberoamericano.

Como dato curioso, en esta nueva edición sólo se proyectará una película colombiana: Terminal, de Jorge Echeverry, en la que se relata el destino de un hombre una vez que su mujer lo abandona, teniendo como fondo la masacre de las bananeras en Urabá. Habrá cine para todos los gustos. En los teatros Avenida Chile, Bima, Odeón, Cinema Paraíso, Jorge Eliécer Gaitán, Cinemateca Distrital y Museo de Arte Moderno se proyectarán 45 películas y 20 videos, acompañados de charlas y debates.

España es el huésped de honor y participará en competencia con las cintas Krampack, de Cesc Gay, y Cuando vuelvas a mi lado, de la directora Gracia Quejeta. También será la oportunidad para ver el más reciente filme de la famosa actriz Penélope Cruz, Mujeres arriba, esta vez hablada en inglés. El festival se extenderá desde el próximo 10 hasta el 18 de octubre.