Home

Cultura

Artículo

Clive (Nick Frost) y Graeme (Simon Pegg) asisten a la convención de cultura popular más grande del mundo: Comic-con.

CINE

Paul

Los comediantes ingleses Simon Pegg y Nick Frost protagonizan esta película de carretera al lado de un extraterrestre de voz ronca. ***

Ricardo Silva Romero
15 de octubre de 2011

Título original: Paul

Año de estreno: 2011

Género: Comedia

Dirección: Greg Mottola

Guion: Nick Frost y Simon Pegg

Actores: Simon Pegg, Nick Frost, Seth Rogan, Jason Bateman, Bill Hader, Kristin Wiig, Sigourney Weaver, John Carroll Lynch, David Koechner, Joe Lo Truglio

Usted se puede tomar Paul como una entretenida película de carretera: una de esas historias en las que un par de personajes aprenden de viaje, en una pequeña odisea plagada de obstáculos, lo que les falta por aprender para vivir mejor. Sus héroes son tan divertidos como humanos, su humor es una contagiosa mirada del mundo, su puesta en escena sin aspavientos vuelve verosímil una narración que en otras manos habría podido ser un desastre: Paul hace todo lo que puede hacerse, salvo sacrificar su inteligencia, para que usted pase un buen rato. Y si usted es un fanático de los relatos de ciencia ficción, si es un cinéfilo que creció en los ochenta o un experto de esos que coleccionan los misterios del espacio exterior, además se pasará la proyección señalando con el dedo los divertidos homenajes que les hace esta comedia a las icónicas producciones sobre extraterrestres que se han filmado en las últimas décadas.

Por ahí, sin entorpecer la trama, pasan momentos de Encuentros cercanos del tercer tipo, E.T. el extraterrestre o Volver al futuro. Ahí, en una divertida llamada telefónica, puede oírse la voz del propio Steven Spielberg haciéndose las preguntas claves para darles forma a sus relatos. Y aparece en toda su gloria aquella legendaria base de Nevada, la llamada Área 51, en donde, según dicen, se guardan los más grandes secretos de la vida más allá de esta galaxia.

Paul tiene talante de parodia, pero es, principalmente, una película de carretera: uno de sus cuatro protagonistas, que entra en escena en el minuto 15, es un extraterrestre de voz ronca que ha logrado escaparse del Área 51 después de años de servirle al ingrato gobierno norteamericano. Viajan con él dos treintones ingleses que acaban de asistir, porque sí, porque los momentos más importantes de su vida han sido las aventuras que suceden en el espacio, a la convención de cultura popular más grande del mundo: la Comic-con de San Diego. Se les ha unido, en un giro del destino, la hija de un cristiano fundamentalista que niega con todas sus fuerzas la teoría de la evolución. Y el aprendizaje del viaje va por todos los temas, entonces, desde la relación de cada cual con su Dios hasta el valor inmenso que se requiere para ser uno mismo.

Los efectos especiales están a la altura de las circunstancias. El elenco pone todo de su parte. Pero Paul funciona tan bien, Paul es una bobada tan bien hecha, sobre todo porque la gracia de sus dos protagonistas no se da todos los días: los ingleses Simon Pegg y Nick Frost, reconocidos desde los años noventa por sátiras de culto de la BBC, saben llevar la comedia hasta el extremo sin perder el buen gusto por el camino. Y en esta película que cuenta la historia de una amistad, dirigidos por un gran experto en la materia, el mismo Greg Mottola que filmó las estupendas Superbad (2007) y Adventureland (2009), vuelven a probar su gran talento.