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ANIVERSARIO

Pixar celebra sus 30 años con ‘Buscando a Dory’

La película se estrenará el próximo 16 de junio en Colombia y es la excusa perfecta para celebrar el trigésimo aniversario del estudio de animación que revolucionó esta industria.

28 de mayo de 2016

Woody: Sí, te estoy hablando a ti, Sid Phillips. A nosotros no nos gusta que nos hagas explotar, ni que nos machaques, ni que nos hagas pedazos.

- Sid: ¿Nosotros?

- Woody: Exacto, a tus juguetes.

 De ahora en adelante debes cuidar bien de tus juguetes porque si no lo haces lo averiguaremos. Los juguetes podemos verlo todo, ¡juega bonito, Sid!

En esta memorable escena de Toy Story, Woody le habla a Sid Phillips, el malvado niño que usa a los juguetes como ratones de laboratorio. Pero en realidad, el valiente vaquero les manda un mensaje a los espectadores que, sin importar la edad, quedan cautivados por esta película.

En 1995, Pixar hacía historia. Después de nueve años de intenso trabajo la compañía presentaba Toy Story, la primera película animada por computador. John Lasseter, su director, marcaba un hito no solo para esa empresa sino para la industria: la cinta recaudó 362 millones de dólares y se convirtió en la más taquillera de ese año. Desde entonces el cine animado no fue igual.

Porque como dice Rafael Jiménez, especialista en animación de personajes y parte del equipo realizador de la película argentina Metegol, Pixar más que cambiar una industria, la creó: dio el salto del 2D (como las cintas que hacía Disney) al 3D.

En 1979, antes de convertirse en el gigante actual, Pixar era Graphics Group, una división del departamento de tecnología de Lucasfilm. Su líder, George Lucas, el creador de La guerra de las galaxias, reclutó a Ed Catmull y a Lasseter, el cerebro de Toy Story. Siete años después hicieron un cortometraje innovador: The adventures of André and Wally B, que marcó un gran avance en la realización en 2D por la flexibilidad y los movimientos de sus dibujos animados.

Y precisamente esa producción demostró el potencial y el talento de su equipo, cualidades que no pasaron inadvertidas para Steve Jobs, el creador de Apple. Jobs en 1986 compró Graphics Group por 5 millones de dólares y junto con Catmull fundó Pixar Animation Studios. Dos años después, el estudio, con menos de 50 empleados, produjo su primer corto animado en 3D, Luxo Jr., y en 1988 Tin Toy, que recibió un premio Óscar en la categoría de mejor cortometraje animado.

Lasseter recientemente aseguró en una entrevista, a propósito de los 30 años de Pixar, que el trabajo en equipo es la razón del éxito: “Llegué a una compañía donde todos eran casi genios, pero decidí sentarme a trabajar, a aprender de ellos y a enseñarles lo que yo sé: cómo hacer que un personaje cobre vida y darle emoción y personalidad a través del movimiento. Steve (Jobs) estaba invirtiendo en el talento del grupo porque la animación computarizada siempre había sido su sueño”.

En poco tiempo, Pixar pasó de desarrollar hardwares y softwares a convertirse en un estudio de animación capaz de crear historias y personajes memorables.

Su segunda producción, Bichos (A bug’s life), en 1998, tuvo tal éxito que la compañía decidió, desde entonces, hacer un filme anual. En 2001 produjo Monsters Inc, cuando ya contaba con 600 empleados. Estrenó Buscando a Nemo (Finding Nemo) en mayo 30 de 2003 y recaudó más de 936 millones de dólares. Después llegarían Los increíbles (2005), Cars (2006), Ratatouille (2007), Wall- E (2008), Up (2009) e Intensamente (2015), entre otras.

Todas estas producciones tienen su inconfundible sello: un proceso parecido al de darle vida a una marioneta por medio de movimientos computarizados en el que participan iluminadores, dibujantes, guionistas, vestuaristas, diseñadores y otras profesiones.

El estudio, además, le abrió la puerta a todo tipo de desarrollos tecnológicos que inspiraron nuevos programas académicos en la industria (especialización en 3D, carrera de iluminación y simuladores, entre otros).

Sin embargo, esta compañía jamás ha renunciado a la manera convencional de hacer películas: así el proyecto sea digital, plasman primero todas las ideas en dibujos. Luego, con el aporte del equipo de producción específico, la historia va tomando forma. Y desde ese momento se requieren cientos de dibujos que apenas se convierten en minutos de animación. Solo para tener una idea: tres segundos de película requieren una semana completa de trabajo.

Una reciente exhibición del Museo Nacional de Diseño Cooper Hewitt, en Nueva York, que estará abierta al público hasta el 7 de agosto, recolectó los bosquejos originales (dibujos hechos a mano y digitales, impresiones, pinturas y esculturas) de las producciones de Pixar en estos 30 años. Se puede ver una serie de bustos de Woody, personaje principal de Toy Story, esculpidos por los diseñadores para estar seguros de que el personaje fuera agradable desde todos los ángulos.

Porque este estudio de animación tiene en el realismo una de sus obsesiones. Hicieron la casa del señor Fredricksen, protagonista de Up, por ejemplo, basada en una similar de estilo victoriano ubicada en Berkeley, en la que tuvieron en cuenta hasta cómo estaba conectada la tubería. O, está el caso de Dot, una hormiga que aparece en Bichos, a la que reconstruyeron varias veces para que su anatomía quedara idéntica a una natural. Al famoso Wall-E lo armaron, paso por paso, con todas las funciones mecánicas de un robot en la realidad.

Bien lo decía el director John Lasseter, “el arte desafía a la tecnología y la tecnología inspira al arte”. Pero además de esa precisión en los detalles, por el ensayo y error, por las decenas de dibujos e ideas que consideran antes de llegar a un personaje, el mayor éxito está en sus historias.

Sus fundadores admiten que se inspiran en Walt Disney, donde la historia, el guion y la construcción de los personajes son prioridad. Por eso en 2006, cuando Disney compró la compañía por 7.400 millones de dólares, la noticia no sorprendió.

Difícilmente este estudio fracasará en taquilla. Y sus próximas producciones Finding Dory (junio 16 de 2016), Cars 3 (junio 16 de 2017), Toy Story 4 (junio 15 de 2018) y The incredibles 2 (junio 21 de 2019) se sumarán con éxito a la filmografía de 16 películas y a la fortuna de 9.500 millones de dólares que Pixar ha construido en estos 30 años.

El turno de Dory

Trece años atrás, Dory, un pez cirujano azul y negro que tiene problemas de memoria a corto plazo, cautivó a los espectadores en la primera parte de Buscando a Nemo, la exitosa cinta en la que ella y su amigo Marlin recorrían el océano para encontrar a Nemo, un pequeño pez payaso capturado por un equipo de buzos. En la segunda parte, que se estrenará en dos semanas, Marlin y Nemo ayudan a Dory a rastrear su origen, pues ella no sabe de dónde viene. Su problema de memoria dificultará esta aventura.

La actriz y presentadora estadounidense Ellen DeGeneres le presta la voz a este personaje. Otras figuras como Idris Elba, Diane Keaton y Albert Brooks también participan de esta producción que se estrenará en Colombia el 16 de junio.