POR ENTREGAS

La idea nació en España. Hacía algunos años que la R.B.A., compañía editorial española, había concebido el proyecto de publicar una historia universal de la literatura. Cuando todo estuvo listo se dispuso a venderlo. Para tal efecto lo llevó el año pasado a la Feria Internacional del Libro en Frankfurt, donde se dan cita las más importantes casas editoriales del mundo. Allí se encontraba José Vicente Kataraín, director de la editorial La Oveja Negra, participando por Colombia. Al conocer el proyecto decidió comprarlo y lanzarse a la realización de algo que ninguna editorial colombiana había hecho hasta el momento. Editar seis millones de libros, lo cual implicaba un costo aproximado de 700 millones de pesos, para ser distribuidos no sólo en nuestro país sino también en Ecuador, Venezuela, Perú y Bolivia.
El plan de la obra consiste en la publicación de cien fascículos de aparición semanal, sobre los autores más representativos de la literatura universal, cada uno de los cuales va acompañado de un libro del autor correspondiente. Cada fascículo será escrito por eminentes catedráticos y figuras de la creación literaria contemporánea, entre quienes se destacan Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes Octavio Paz y Camilo José Cela. Ilustrados profusamente, los fascículos pretenden, según sus editores, vincular el autor con su entorno, a la obra con su época y a ambos con el conjunto de la experiencia humana. Mirada la obra en su totalidad, tanto por la claridad y amenidad con que está escrita como por el rigor informativo de su contenido, puede servir de guía a quienes quieren iniciarse en la literatura.
Los cien fascículos conformarán cinco volúmenes: de la Antiguedad al Renacimiento, Del Renacimiento al Clasicismo, Del Clasicismo al Romanticismo, La Literatura del siglo XIX y la Literatura Moderna. Sin embargo la amplitud del título obliga a precisiones que limiten su ámbito.
Este esfuerzo editorial de la Oveja Negra se limita a las naciones europeas y americanas, sin ninguna referencia a los países del extremo Oriente, Africa u Oceanía, pero no por ello es menos válido el esfuerzo por competir en un campo que, hasta ahora en nuestro país, ha estado bajo el monopolio de las editoriales españolas.
En momentos en que la industria editorial en Latinoamérica atraviesa un período de crisis debido a que países como México y Argentina, que tradicionalmente han ocupado un puesto preponderante en este sector, viven hoy una aguda crisis económica. Colombia realiza un gran esfuerzo por consolidar su industria editorial. La Oveja Negra que, en un primer momento, tomó como su columna vertebral la publicación de las obras de García Márquez y cuyo gran impulso lo recibió con el lanzamiento de "Crónica de una Muerte Anunciada", ha puesto en marcha el proyecto editorial más ambicioso de la historia del país. Los beneficios inmediatos de esta empresa no sólo cobijarán a la editorial y los lectores, sino también a sectores paralelos de la industria, como por ejemplo Propal S.A., entidad que suministra el papel marfil utilizado en la publicación, y Carvajal, que tiene la responsabilidad de la impresión. En este sentido, Propal, que producía 2.000 toneladas de papel marfil anualmente, ha pasado a producir 3.000 toneladas más y, por su parte, Carvajal, único taller en el país con capacidad para realizar el proyecto, se vio en la necesidad de adquirir nuevas maquinarias.
Bienvenido, pues, este proyecto editorial concebido como un amplio estudio sobre la evolución de la literatura universal, espejo cambiante, contradictorio, muchas veces confuso y esencialmente problemático, de la ineludible realidad en la que cada escritor vive según su época.