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PURO TEATRO

200 millones para reunir a 60 grupos, lo mejor del teatro mundial, en el Festival Iberoamericano de Bogotá.

4 de abril de 1988

Cuando a finales del año pasado comenzaron a aparecer por toda la ciudad afiches anunciando la realización del Festival Iberoamericano de Teatro, la mayoría de las personas no sabían de qué se trataba y, los pocos que conocían el proyecto, no creían se pudiera realizar. Pero lo cierto es que, a 15 días de su iniciación, el festival, que va del 25 de marzo al 3 de abril, es una realidad: 60 grupos, 35 nacionales y 25 extranjeros, ya han confirmado su asistencia, y de los 200 millones de pesos necesarios para la realización del evento, sólo quedan por conseguir 30 que, como dice Fanny Mikey -la impulsora del festival- "de alguna parte los haremos aparecer".
Todo comenzó hace 2 años en el Festival Cervantino de Teatro de Guanajuato, México, al que asistió Fanny Mikey, con el interés de observar los nuevos trabajos del teatro hispanoamericano. A partir de ese momento quedó obsesionada con la idea de realizar algo similar en el país y se puso en contacto allí con Ramiro Osorio, un colombiano que para ese entonces se desempeñaba como director del Departamento Cultural de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) y como subdirector del Festival Cervantino. Osorio quedó cautivado con la propuesta de Fanny y le prometió que cuando el proyecto fuera viable él estaría dispuesto a dedicarse de lleno a sacarlo adelante.
No debió esperar mucho tiempo. El año pasado, en vista del fabuloso repunte que tuvo la actividad teatral en el país, cuando se inauguraron salas como la del TPB y la del Teatro Actores de Colombia, y obras como "Hay que deshacer la casa", que fue planeada inicialmente para una temporada de 3 semanas y que llegó a estar más de 3 meses en cartelera, o "El último de los amantes ardientes", que agotaba la boletería con 15 días de anticipación, fueron el termómetro que mostró un clima favorable para el plan. Además, se contaba con una amplia tradición en este campo con el Festival de Teatro anual de Manizales, pionero en su campo en Latinoamérica y con el Festival Internacional de Teatro de Caracas, que se lleva a cabo por esta semana y con el que se firmó un convenio de cooperación para que los mejores grupos que asistan a Caracas pasen a continuación al Festival de Bogotá. Y, como si lo anterior fuera poco, la oportunidad estaba servida en bandeja de plata si se tiene en cuenta que en el presente año están celebrando los 450 años de la Fundación de Bogotá y el Festival vendría a unirse a las celebraciones planeadas con tal motivo.

LO MEJOR DE LO MEJOR
Lo que no se planeó mucho y se dio como por arte de magia fue la respuesta de los grupos de teatro invitados. El primer milagro se realizó con el Teatro Nacional. Todos los grupos escogidos participarán sin distingo de credo político: el grupismo o aislamiento que se ha dado en eventos como el realizado en Manizales, quedó derrotado ante la magnitud y significancia de este encuentro de los mejores teatreros del mundo. La selección de grupos colombianos se hizo teniendo en cuenta su continuidad y, obviamente, la calidad de los espectáculos que han montado. La gran acogida que tuvo la convocatoria entre los diferentes grupos, obligó a la organización del Festival a recibir participantes que inicialmente no estaban incluidos en la programación.
En cuanto a los grupos extranjeros, la selección fue más dispendiosa. El año pasado, Fanny Mikey viajó al exterior para asistir a diferentes festivales internacionales con el fin de observar los grupos y decidir cuáles serían los escogidos. Es asi como estuvo en México, España, Unión Soviética y Suramérica. En estos sitios se puso en contacto con los que más llamaron su atención que "fueron los mejores. El criterio de selección fue el de traer al Festival los mejores grupos, sin tener en cuenta sus tendencias o su procedencia. Precisamente se trata de tener una muestra amplia, que le permita a los colombianos observar lo que se hace en cuanto al teatro en diferentes partes del mundo". Y en efecto, la muestra es tan amplia que se podrán apreciar representantes del teatro clásico, del de vanguardia, pantomima títeres, danza y teatro callejero.
Las sorpresas no se harán esperar. Aparte de la calidad de los grupos invitados, las obras que se verán abarcan las más variadas temáticas:
.El Teatro Estudio de Georgia, el más antiguo de la Unión Soviética, se fue por el lado clásico con el montaje del "Don Juan" de Moliere, que poco tiene que ver con la era de la perestroika, bajo la dirección de Mikhail Tumanishvili.
.Por su parte los polacos, con el Stary Theatre de Cracovia, también se fueron por la onda clásica y vienen con una adaptación de la obra cumbre de la literatura rusas "Crimen y Castigo" de Dostoievsky, bajo la dirección del conocido director de cine Andrzj Wajda, familiar para el público colombiano por sus películas "El hombre de hierro" y "El hombre de marmol", entre otras. Este montaje tendrá como característica primordial la introducción de elementos cinematográficos, que le permite al director encadenar toda la historia en 14 escenas, planeadas cuidadosamente, en una extraña mezcla de los lenguajes del teatro y del cine.
.El grupo canadiense Carbone 14 participará con la obra Hamlet Machine, del dramaturgo alemán Heine Muler, en la que la danza juega un papel especial, dándole al montaje un gran dinamismo coreográfico. Esta comedia, aunque suene raro, se inspiró en el clásico del teatro shakesperiano Hamlet.
.Uno de los espectáculos más hermosos será el que se presente el próximo 2 de abril a las 7 de la noche, en la Plaza de Bolívar, cuando el grupo catalán Comediants presente la obra Demonis, una de los mejores representantes del teatro callejero actual de Europa, en la que se quemará media tonelada de polvora, en un espectáculo multicolor de fuegos artificiales.
Esto es apenas una pequeña muestra de la variedad de espectáculos que podrán presenciar los asistentes al Festival en el que el idioma no será una barrera para la comunicación entre actores y público porque, como dice Ramiro Osorio, director adjunto del Festival, "el teatro es un arte de múltiples lenguajes y uno de ellos es el idioma. También están el visual, el artístico, el gestual, el corporal y el musical, que son elementos que acercan al espectador al universo de la obra ".

TOCANDO PUERTAS
Un proyecto tan ambicioso requiere de una millonaria inversión para su realización. Conseguir el dinero necesario ha sido uno de los mayores dolores de cabeza que se le han presentado a Fanny Mikey. La directora del Festival debió echar mano de todas sus palancas y conexiones para reunir los 200 millones que cuesta el espectáculo. El primer gol que se anotó fue el de incluir al Festival Iberoamericano entre las celebraciones de los 450 años de Bogotá, con lo cual se logró que los gobiernos extranjeros corrieran con los gastos de transporte de los grupos pues, de lo contrario, el monto total de los gastos habría ascendido a mil millones de pesos. Aunque no ha habido mediano o gran empresario que no se haya metido la mano al bolsillo para ayudar a Fanny, el 30% del costo total del Festival tendrá que ser sufragado por las taquillas. Por otro lado, algunas empresas se han vinculado con el aporte de instrumentos como máquinas de escribir, telefax y fotocopiadoras, en el caso de la Xerox, y con facilidades de transporte de artistas y materiales, en los de Avianca y Sam. El Estado también ha puesto su granito de arena: Colcultura y la Alcaldía Mayor de Bogotá están patrocinando el evento y algunos ministros de Estado, que forman parte de la Junta Directiva de poderosas empresas, han conseguido partidas importantes.
Esta millonaria inversión hará posible que el público bogotano viva durante 10 días en el mundo de la dramaturgia, no sólo asistiendo a funciones de teatro callejero o de sala sino participando en una amplia gama de eventos especiales como conferencias, talleres y foros que constituyen un precioso aporte para la formación y la actualización de actores, directores y críticos. Para esto, todas las salas de la ciudad, desde el Teatro Colón hasta la del Teatro La Mama, pasando por el Centro de Convenciones (donde se desarrollarán las conferencias y talleres), están a disposición del Festival. Al lado de la capital, las ciudades de Medellín, Cali, Pereira, Ibagué y Barranquilla, que han sido designadas como subsedes, contarán con un buen número de funciones que les permitirán disfrutar de buena parte de los espectáculos que incluye el Festival.
Desde un comienzo se pensó que por tratarse de un evento tan importante, el costo de las boletas lo convertiría en un espectáculo elitista. Sin embargo, se han hecho toda clase de esfuerzos para que la boletería esté al alcance del mayor número posible de espectadores, especialmente para la franja de ingresos medios, que tradicionalmente ha sido la más entusiasta frente a este tipo de manifestaciones culturales. Esta es la razón que ha llevado a los organizadores a planear una inauguración popular en la Plaza de Bolívar, el 25 de marzo a las 5 de la tarde, despojada de toda gala pues, como afirmó a SEMANA Ramiro Osorio, "la gala es un concepto antiguo en los festivales y éste no es un Festival de boato sino un encuentro de profesionales del teatro, una confrontación artística".

DE LA HABANA VIENE UN...
El primer grupo en llegar a Colombia con motivo del Festival Iberoamericano de Teatro fue el cubano. "Teatro Irrumpe", creado en 1982, es uno de los 9 grupos establecidos que trabajan en la ciudad de La Habana y llega a Bogotá luego de participar en el Festival Internacional de Caracas. Roberto Blanco, el director, y Gabriel Silvestre, escenógrafo, se adelantaron a la iniciación del Festival para ensayar a un grupo de jóvenes artistas colombianos que intervendrán en su obra "Mariana", un montaje basado en la pieza teatral Mariana Pineda, del español Federico García Lorca y que recoge otros textos del poeta granadino, con el fin de entrelazar los destinos de Mariana y de García Lorca, lo mismo que el ambiente en que se desenvolvió la vida del escritor.
Según Blanco, su viaje a Colombia les permitirá acercarse más al quehacer teatral del país y, a la vez, mostrar algo del nuevo teatro cubano con esta pieza que es un trabajo colectivo "más no una creación colectiva, pues la creación es un acto individual". "Teatro Irrumpe" se inscribe en una nueva ola surgida en el campo escenico cubano, que desde 1986 ha llevado a que el 70% de dramaturgos, actores directores y escenógrafos estén por debajo de los 25 años y trabajen con vientos renovadores en una actividad que tradicionalmente ha sido de gran importancia en la isla.
La escenografía, que para Gabriel Silvestre "es la puesta en escena inicial de la obra", es el resultado de un estudio conjunto de la dramaturgia de la obra y contiene elementos simbólicos del mundo onírico de García Lorca, como el patíbulo. Además, se incluye un coro (que estará conformado por actores jóvenes colombianos) de "enlutados y conspiradores" que representa a la opinión popular.
"Mariana" llega a Colombia como una muestra del nuevo teatro cubano, del que se tiene referencia por la representación que el Teatro Estudio hiciera hace poco de " Bodas de Sangre", también del poeta español, y que ha alcanzado resonancia internacional en festivales como el Nacional de Camaguey y el Internacional de La Habana.