QUINCEAÑERA EN APUROS

Pocos sectores representan tanto para los bogotanos como la carrera 15, entre las calles 72 y 100. Es que, en medio de una ciudad vieja y acartonada, esta vía fue durante muchos años símbolo de la elegancia y modernidad capitalinas. Sin embargo su vocación de quinceañera rosa tampoco escapó al deterioro general de la capital. Aunque se diseñó como una vía residencial, por decreto fue convertida en una arteria, cargada con funciones para las que nunca se destinó e invadida por el intenso tráfico que debía transitar por una malla vehicular de la que ella no hacía parte.
El proceso de deterioro ha llegado a un punto inaceptable. Su zona peatonal pereció bajo el parqueo de miles de carros y la vía empezó a padecer 167 rutas de transporte público, de las cuales el 70 por ciento no tiene autorización oficial para atravesarla.
Pero esta historia del rosario de las incoherencias del espacio público bogotano muy pronto va a protagonizar una aventura, que de llevarse a buen término traería esperanzas no solo a los capitalinos sino a las grandes ciudades del país.
La carrera 15 será la primera zona en la que se experimentarán las vanguardistas políticas sobre manejo del espacio público de la Alcaldía de Bogotá y el Instituto de Desarrollo Urbano -IDU-. Bajo los parámetros del plan Formar Ciudad, urbanistas, arquitectos y administradores públicos están repensando la capital no sólo con estudios sobre el papel, sino con encuestas, trabajos de campo e imaginación. Como SEMANA lo había informado, los dos grandes ejes de estas transformaciones serán la Avenida Jiménez y la carrera 15. Al frente de los trabajos de esta última está el diseñador urbano Fernando Cortés, quien se ha inspirado para su proyecto en el concepto de paseo urbano. Todas las ciudades del mundo se caracterizan por tener uno. Así están los Campos Elíseos en París o las Ramblas en Madrid.
La primera parte de este proyecto contempla racionalizar el tráfico local, disminuyendo el transporte metropolitano que hoy la atraviesa y construyendo parqueaderos subterráneos. En segundo lugar, se transformará la 15 en un centro comercial lineal. Se planea construir plazoletas (en la calle 85, la 90 y la 97), recuperar las zonas verdes existentes, crear otras nuevas e intercomunicarlas entre sí; ampliar los andenes, construir terrazas en los antejardines y varias puertas que actúen como elementos simbólicos. Y en tercer lugar se creará una corporación encargada de la sostenibilidad del proyecto.
La financiación (10.800 millones de pesos) se realizará mediante un novedoso concepto de revalorización pagada por vecinos del sector. Después de que el IDU reciba los planos definitivos de este proyecto la próxima semana convocará a una licitación pública para su construcción. Ahora sólo falta esperar a que este nuevo concepto sobre el diseño urbano se concrete en este primer caso y que ojalá se haga extensivo a las grandes ciudades del país, donde cada vez se olvida más la importancia del espacio público.