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En ‘12 Years a Slave’ el director Steve McQueen muestra, con mucha crudeza, la crueldad de la esclavitud.

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Películas sobre racismo, otra cara del odio

Tres películas recientes abordan el tema del racismo en Estados Unidos con una perspectiva diferente.

12 de octubre de 2013

Aunque  todavía faltan varios meses para que se anuncien las nominaciones a los premios Oscar (que se entregan en febrero de 2014), los expertos ya están hablando de los posibles candidatos. Coincidencialmente, tres de las cintas que parecen estar en la baraja tocan un tema que siempre ha sido muy espinoso en Hollywood: el racismo en Estados Unidos. Además, dicen los críticos, por primera vez un hombre de color se podría llevar la estatuilla al mejor director.

Cada una de estas tres películas ocurre en un momento crucial de la historia del racismo estadounidense: 12 Years a  Slave, de Steve McQueen, durante la lucha por la abolición de la esclavitud en el siglo XIX; The Butler, de Lee Daniels, en la época de la lucha por los derechos civiles en la segunda mitad del siglo XX; y Fruitvale Station, de Ryan Coogler, en la actualidad, durante la presidencia de Barack Obama.

En sus 87 años de historia, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas solo ha nominado a dos directores negros: John Singleton, en 1991, por Boyz n the Hood y Lee Daniels, en 2005, por Precious. 

Justamente Daniels es uno de los favoritos de nuevo. Su película The Butler narra la vida de un mayordomo de la Casa Blanca que fue testigo de excepción del nacimiento del movimiento de derechos civiles. El personaje interpretado por Forest Whitaker (quien ya ganó el premio Oscar a mejor actor en 2006) es Cecil Gaines, un hombre que trabajó durante varias décadas en la Casa Blanca y sirvió a siete presidentes. 

Los críticos dicen que el gran acierto de Daniels, un reconocido activista, es que no se queda en el estereotipo de retratar a los blancos como villanos y a los negros como víctimas. La película, producida por Oprah Winfrey, se estrenó en agosto en Estados Unidos y ya ha recaudado más de 100 millones de dólares en taquilla. 

Steve McQueen es otro opcionado. El director de 12 Years a Slave nació en Londres en 1969 y es un prestigioso artista plástico. Ha dirigido dos polémicos largometrajes: Hunger, de 2008, y Shame, de 2011. En su nueva película McQueen narra la historia de un hombre libre que es secuestrado y vendido como esclavo a mediados del siglo XIX. 

A través de la tragedia de este personaje muestra la historia de la esclavitud en Estados Unidos de la manera más descarnada. A pesar de la crudeza de sus imágenes, la crítica ha coincidido en que 12 Years a Slave es una pieza maestra y tuvo muy buenos comentarios en los festivales de Toronto y Telluride. Además, las actuaciones de Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender y Brad Pitt también fueron destacadas. 

Por último está Fruitvale Station que narra la historia de Oscar Grant, un joven negro asesinado por la Policía en Oakland, California, en 2009. Este caso fue muy comentado en su momento y generó todo tipo de reacciones entre la comunidad afroamericana estadounidense. 

Sin embargo, la película del novato director Ryan Coogler se aleja el sermón racial, el descontento o la ira y se plantea la pregunta del valor de la vida humana desde la perspectiva del dolor. La cinta ya recibió el premio Un certain regard del Festival de Cannes y el Gran Permio del Jurado en Sundance, dos de los reconocimientos más prestigiosos de la industria cinematográfica. Coogler y Michael B. Jordan, su joven protagonista, podrían dar una gran sorpresa en los Oscar.

El éxito de estas tres películas coincide con que Cheryl Boone Isaacs es la primera mujer negra en presidir la Academia. Además, llegan en un momento en el que el racismo es un tema que de nuevo se encuentra en la agenda pública de Estados Unidos, por la presidencia de Barack Obama. Estas dos circunstancias, además de la calidad de las cintas, podrían llevara a que por primera vez un hombre negro gane la esquiva estatuilla dorada.