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Reencuentro con el amor

Radicada en España desde 1988, Angela Becerra incursiona en Colombia con su novela 'De los amores negados'.

15 de septiembre de 2003

Para Angela Becerra la vida parecía estar resuelta. Caleña, exitosa creativa de diversas agencias de publicidad y radicada en Barcelona desde 1988, su vida parecía girar alrededor de los copys, esas frases cortas, sugerentes e impactantes que seducen a los consumidores. Pero en 2000 el poder de la palabra la arrojó en brazos de la literatura, a la que ella considera "su nuevo novio". El primer resultado de este viraje fue el libro de poemas Alma abierta, publicado por Planeta España en 2001 y que ahora lanza en Colombia, con Villegas Editores, De los amores negados, su primera novela, en la que cuenta la crisis de una pareja que ha dejado que su relación caiga en la comodidad de la rutina.

SEMANA: ¿Qué la llevó a escribir sobre un tema tan aparentemente obvio pero a la vez tan difícil de tratar con originalidad?

Angela Becerra: Aunque del amor se haya escrito mucho siempre habrá una historia de amor que contar. Es un tema universal que nunca pasará de moda; no es ni obvio, ni no obvio.

SEMANA: ¿Y cómo lo abordó?

A.B.: Un libro tiene que generar emociones y el amor, para mí, es un gran generador de emociones. A mí personalmente me gustan los libros que me agarran del alma y me la roban durante toda la lectura para entregármela al final en la última página. Esta novela trata del amor y el desamor con toda su alegría y su tristeza. Una historia tan real como la vida misma. Habla de la ilusión y la desilusión, del regocijo y la frustración. En De los amores negados he querido exponer los avatares de una pareja, sus soledades e infidelidades narradas y sentidas desde el alma de cada uno; desde sus carencias y sueños; desde sus equivocaciones y aciertos; es como un lienzo que traza la realidad en carboncillo para después vestirla con pinceladas coloristas de idealismo mágico porque en el fondo de cada uno hay una pizca de romanticismo: el íntimo deseo, inconfesable, de alcanzar la felicidad plena en y a través del amor.

SEMANA: ¿Por qué sitúa la novela en una ciudad que, se presume, es Cartagena?

A.B.: Ni es Cartagena, ni no es. Es algo así como 'tres ciudades distintas y un solo sentir verdadero'. Yo siempre he sido una enamorada de Cartagena. Para mí es la ciudad más romántica del mundo. Garmendia del Viento, la ciudad donde ocurre la historia, tiene mucho de ella: su magia, sus murallas, su luz... sus colores. Pero en Garmendia del Viento hay mucho de Barcelona, otra ciudad bellísima que me fascina por cosmopolita, vanguardista y culta, además de inteligente. También me he permitido la licencia de regalarle un poco de Florencia, otra ciudad que está metida en mi alma por su delicada belleza; de ella he tomado sus frescos renacentistas y sus iglesias. He creado mi ciudad soñada: entrañable como Cartagena, cosmopolita como Barcelona y delicada como Florencia.

SEMANA: A ratos el lector nota un interés muy fuerte por la sicología. ¿Usted investigó acerca del tema?

A.B.: La sicología está en vivir y en saber observar lo que sucede en ti mismo y a tu alrededor y, eso sí, a lo largo de mi vida he aprendido a observar y observarme mucho. Allí está la mejor sicología de la vida.

SEMANA: Y a propósito de sicología, ¿usted cree posible que una pareja no caiga en la trampa de la rutina, tan difícil de asimilar?

A.B.: Lo importante en una pareja es que exista amor. Creer que en la vida de pareja no existirán nunca dificultades es basar la felicidad en una utopía. Lo importante en el amor no es no caer en la trampa de la rutina, sino, si se ha caído, saberse levantar; saber afrontar los problemas y, sobre todo, saberlos comunicar, de eso se trata el ser pareja. Pienso que el día en que decides compartir el resto de tu vida con alguien no le estás pidiendo que llene tus carencias, ni resuelva tus problemas y menos que te entretenga, eso es un tema personal a resolver. Lo que has decidido es caminar la vida acompañado por la persona a quien amas.