RICO DE LEER

LAS SEIS MUJERES DE ENRIQUE VIII
ANTONIA FRASER
TRADUCCION DE ANTONIO BONANO. JAVIER VERGARA
BUENOS AIRES, 1993 $ 21.000
ANTONIA FRASER es una historiadora inglesa de mucho prestigio. Ha escrito biografías de Cromwell, del rey Carlos II y de los monarcas escoceses María y Jacobo VI. Este libro tiene el interés y la novedad de estudiar las personalidades de las esposas de Enrique VIII, más allá de los lugares comunes y de los estereotipos que les ha endilgado la posteridad, y de presentar los hechos a través de ellas y no de él.
Queda muy claro para el lector que el desenfreno conyugal del rey obedeció únicamente a su obsesión de tener un hijo varón que le sucediera en el trono. Por una fatalidad biológica, solo su cuarta esposa -Juana Seymour- lo logró y tal vez esta lo hubiera acompañado hasta el final si no hubiera muerto en el parto. Ante el afán de asegurar aún más la sucesión, se casó por quinta vez con Catalina Howard, que era casquivana y lo engañó, por lo cual se vio obligado a mandarla al patíbulo. La sexta esposa -Catalina Parr- lo sobrevivió.
Resulta sorpresivo constatar que la verdadera esposa de Enrique VIII fue la primera -Catalina de Aragón-, ya que lo acompañó durante 20 años, en tanto que las otras cinco solo ocuparon en conjunto 10 años de su vida. Con ella y con tres de las demás se casó por amor, cosa del todo inusual en un monarca del siglo XVI.
El estudio de Fraser revela también varias facetas interesantes de esas seis mujeres. Tres de ellas fueron sumamente inteligentes y con una cultura muy superior al nivel femenino de la época: Catalina de Aragón, Ana Bolena y Catalina Parr. Todas fueron muy apasionadas y demostraron un coraje asombroso. Ninguna se casó a la fuerza con el rey y, según se desprende de la narración de Fraser, resulta difícil considerarlas víctimas pasivas de la voluntad real.
Deja también claro este libro que la reforma religiosa se hubiera dado en Inglaterra aun sin los episodios conyugales del monarca, pues se trataba de un proceso que respondía a circunstancias diferentes del empecinamiento dinástico de aquél. A lo sumo, su desarrollo hubiera ocurrido de manera distinta y bajo otras circunstancias.
Queda por decir que, a pesar de su extensión de más de 400 páginas, el libro se lee de un tirón, pues aunque Fraser apoya constantemente sus afirmaciones con citas que remiten a una extensa y abundantísima bibliografía, escribe con gran agilidad y logra capturar el interés del lector. Resulta sí muy lamentable la traducción, la cual es de la peor calidad. Incomprensible que editores tan serios como Vergara no se preocupen por entregar buenos trabajos en este terreno.

UNA PERLA
MUY PINTORESCO y aburrido el libro que Blanca Ibáñez de Lusinchi publicó en su defensa, titulado Crónicas de la persecución. Apareció en Costa Rica el año pasado y no ha circulado en Colombia. Como se recuerda, ella desempeñó la secretaría privada durante el gobierno del presidente venezolano Jaime Lusinchi, con quien después se casó. Fue acusada de corrupción y huyó de su país.
Pintoresco porque está mal escrito, abundan las palabras emotivas colocadas en mayúscula -como odio, infamia, mentira- y porque contiene una gran cantidad de fotos que quieren mostrar a doña Blanca como una Eva Perón venezolana. Aburrido porque, como si fuera un atestado judicial, el libro trae tantos facsímiles de documentos que ellos solos copan el 95 por ciento de su volumen.

NOVEDAD
CRISIS AMBIENTAL Y RELACIONES INTERNACIONALES
MANUEL RODRIGUEZ BECERRA
FESCOL, CEREC Y FUNDACION ALEJANDRO ANGEL
BOGOTA, 1994
EL PRIMER ministro colombiano del Medio Ambiente, Manuel Rodríguez, ha entregado este libro, en el cual expone los principios y conceptos de política ambiental que dieron fundamento a la creación de ese nuevo ente administrativo.
Así, se refiere a la Conferencia de Estocolmo en 1972, en la que se comenzó a gestar la conciencia ambiental planetaria; analiza los acuerdos globales a los que se llegó en 1992 en la Conferencia de Rio de Janeiro y los enfrentamientos entre los diferentes países; se ocupa de la relación que existe, y que ha sido ignorada, entre comercio y medio ambiente y explica los costos ecológicos asociados a la producción de la mayoría de los bienes y servicios; el espinoso tema de la financiación de la gestión ambiental es tratado ampliamente y, para terminar, Rodríguez se extiende en el tema de la biodiversidad y expone los planes del país para conservarla, mediante un desarrollo sostenible.
En síntesis, se trata de un libro útil para conocer aspectos importantes relacionados con el medio ambiente, así como las estrategias y la nueva organización administrativa del país, encaminadas a dar cabal cumplimiento al derecho constitucional de gozar de un ambiente sano.