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RISA DE SABADO EN LA NOCHE

"Sábados Felices" lleva 12 años haciendo reir en serio a los colombianos

24 de junio de 1985

Lleva 12 años saliendo al aire, récord que muy pocos programas de T.V. pueden acreditar.
Y es, sin duda alguna, uno de los espacios preferidos de los desprogramados de los sábados, como lo demuestra un rating promedio de 47 puntos y el hecho de que siempre figura entre los 10 primeros en sintonía. Sólo ciertos snobs que posan de intelectuales rechazan el programa con calificativos como cursi, charro, lobo, corroncho, perrata... Pero éstos son cada vez menos, porque el programa, "Sábados Felices" ha superado su carácter inicial: un simple espacio para echar chistes, amenizado por Los Tolimenses. Ahora, aparte de las secciones que le fueron creando su primera hinchada, hay otras en las que se critican humorísticamente los problemas del país y se satirizan personajes de la vida nacional. Así, entre chiste y chanza, los libretistas y actores de "Sábados Felices", le ponen picante y humor a los graves problemas del país.
El artífice de esta evolución y el hombre orquesta de este espacio que ha logrado crear personajes y frases que se han incorporado a la vida cotidiana de las gentes, es Alfonso Lizarazo. Pequeño, inquieto, nervioso, se mueve como pez en el agua en los medios de comunicación desde sus épocas de estudiante en Bucaramanga.
Cuando hizo sus primeros pinos en la radio, participando en concursos donde la gracia era imitar cantantes conocidos, no imaginó que jamás volvería a apartarse de clavijas, cables y micrófonos. Fue operador de audio de una emisora bumanguesa y luego de Nuevo Mundo en Bogotá. Después, por arte de la casualidad, tuvo que reemplazar a un locutor y lo hizo con tal exito que año y medio después se desempeñaba como disjockey de la cadena radial. Luego vino "Juventud Moderna", en la T.V., programa que armó en un espacio de ACOTV los sábados de 5 a 6 de la tarde y ad honores. Allí la nueva ola encontró su caldo de cultivo y Lizarazo su plataforma de lanzamiento definitivo en la pantalla chica. Coincidió el momento con el auge de "Radio 15", cuyo director era el mismo Lizarazo.
Fue así como Caracol T.V. que se iniciaba a finales de los años 60 como programadora, lanzó al aire "Estudio 5" con Lizarazo a la cabeza que le dio popularidad durante los cuatro años que estuvo en el aire. Todo esto, sin abandonar la radio y su objetivo de promocionar nuevas figuras de la canción. Desaparecido "Estudio 15" fue llamado para dirigir "Campeones de la risa", espacio de humor que estaba a punto de hundirse. Lizarazo reunió un grupo de trabajo del cual formaban parte Oscar Meléndez, Hugo Patiño y el Flaco Agudelo y empezó con ellos a diseñar la fórmula que hoy, corregida y aumentada, ha sido la base del éxito.
El programa empezó a reportar una gran audiencia, comenzaron a pedirles presentaciones personales y ayuda para obras de beneficencia. Lizarazo creo entonces la campaña "Lleva una escuelita en tú corazón".
Hoy ya han visitado 125 municipios, construido 43 escuelas nuevas y dotado a más de 80 con pupitres y bibliotecas.
De "Campeones de la risa" se pasó a "Sábados Felices", donde se fueron creando los personajes que han convertido el espacio en uno de los favoritos del público: La boba Pia, El principe de Marulanda el Mocho el Topo, el doctor Pantaieón Pantaila, Surruca, Tancredo, el hombre Caimán, Mandíbulas, CIímaco Urrutía... Pero nada de esto se hubiera logrado si detrás no existieran unos cerebros del humor, los libretistas, que sábado tras sábado logran extraer de la vida nacional aquellos hechos y personajes con los cuales crean situaciones verdaderamente humorísticas. Oscar Meléndez, Jaime Santos, Carlos Sánchez, Humberto Martinez han puesto su buena cuota de ingenjo a lo largo de estos años.
Contra lo que podría pensarse, el programa¡ no ha tenido muchas sanciones. Solamente tres ocasiones ha dejado de salir, porque Inravisión ha vetado su contenido. Pero en general, dice Lizarazo, "los colombianos sabemos reirnos de nuestras desgracias o medidas de pata. En el caso de las magistrales imitaciones de Hugo Patiño, ni los políticos ni los periodistas que imita se molestan. Y el poder presidencial tampoco ha sido muy suceptible: en el gobierno del doctor Turbay se hizó varias veces la imitación de un turco y en el del doctor Belisario, se montó un sketche con Don Quijote y Sancho Panza en el proceso de Contadora, que pasaron sin ningún problema".
"Listo Medellín cabina 8", "Al que le pida más que le piquen caña", "Oíste, ¿quién es tu papá?", "¿A vos no te conocí en Palmira?", "Poco de gaminería, Burguesito, burguesito", algunos botones de muestra de las muchas muletillas populares que, inventadas o recogidas de la misma gente, el grupo de "Sábados Felices" ha incorporado al lenguaje popular.
"Sábados Felices" es uno de los pocos programas de talento nacional donde la truculencia, las malas noticias y la tragedia no hacen carrera.
Todo lo contrario: a su manera, en forma muy original, han logrado hacer reir en serio a millones de colombianos.

NO ESTAN TODOS LOS QUE SON
HUMBERTO MARTINEZ SALCEDO. Hubiera podido hacerse notable como abogado, pero "torció" su rumbo y enfiló sus baterias hacía el humor.
Egresado de la Universidad Nacional en 1954, confiesa que "sólo ejercí la judicatura y algunos meses de prevaricato". De resto, se ha consagrado no sólo como uno de los mejores libretistas de humor con los que cuentan la radio y la T.V. colombianas, sino como el padre de un personaje que encarna la sabiduría popular: el maestro Salustiano Tapias. "La voz del pueblo" como muchos prefieren identificarlo, nació de la imaginación de Martínez en 1958, en el programa radial "La cantaleta", y para él es una especie de desdoblamiento suyo que, por la condición social que representa, le permite mucho campo de acción. Además, le tiene especial simpatía por ser representativo de las clases populares y por encarnar esa picaresca con intenciones críticas que le permite poner con frecuencia el dedo en la llaga y pasar relativamente agachado. Porque no pocas veces, a causa de ese humor cáustico que lo caracteriza, Martínez ha visto censurados y multados sus programas en la radio: "El duende", "La tapa", "La cantaleta" y "El pereque". Fue en ellos donde se dio a conocer como agudo analista político y crítico acerbo de personajes y vicios de la política nacional.
Pero sus primeras experiencias en radio no fueron precisamente de humor, sino todo lo contrario, serisimas, pues hacía libretos para espacios de la Radio Nacional y la HJCK.
Sólo hasta 1958, cuando la T.V. aún estaba en pañales, empezó a incursionar por el lado de hacer reír a la gente.
Hizo su primer libreto para el programa "Humoradas" y ese fue el arranque. Desde entonces no ha parado de escribir libretos y de actuar, que es otra de las cosas que le gustan y que lo han hecho popular. Está vinculado a "Sábados Felices" desde 1973, cuando se dedicó a la sección "A reír en serio" que realiza desde entonces y desde donde ejerce esa que es en el fondo su condición más íntima: ser contestatario .
Además de esta sección, escribe en la actualidad, el telechismero y la telebobela.
Para Humberto Martínez, el éxito de "Sábados Felices" se debe a que "es el trasunto fiel del humor nacional.
OSCAR MELENDEZ. Prácticamente nació en el teatro y siendo aún muy joven recorrió a lomo de mula todo el país con la compañía mexicana de la actriz Virginia Fábregas. Luego viajó a Venezuela y allí se produjo lo que en términos taurinos se conoce como cambio de tercio: dejó el teatro y se dedicó a los toros, faena en la que tuvo destacadas actuaciones que lo condujeron a España, donde llegó a torear en 32 corridas durante un año.
De regreso a Colombia, en su reaparición en la Plaza de Santamaría y después de haber cortado una oreja, fue herido de gravedad. Otra cornada más en Palmira y una estocada final, el matrimonio, lo llevaron a tomar la decisión de retirarse del ruedo. Se vinculó a la empresa privada y como era famoso por sus apuntes y buen humor, algunos de sus compañeros le sugirieron que se presentara en "Operación Ja Ja". Picó el anzuelo. Como consecuencia, Lizarazo lo llamó para que se vinculara a "Campeones de la risa", semillero del grupo de planta de "Sábados Felices", inicialmente compuesto por Meléndez, Jaime Agudelo y Hugo Patiño. Así volvió a lo que era su caldo de cultivo: la actuación. Pero también se convirtió en libretista y en esas dos actividades aporta sus bultos de arena al éxito del programa.
JAIME A GUDELO. "El Flaco", como lo llaman cariñosamente, es uno de esos tipos francamente "gocetas" que le saca jugo a todo. En su tierra natal, Palmira, alternaba su trabajo de tornero mecánico con presentaciones y programas radiales los fines de semana. Luego se vino a Bogotá en donde inició actividades fabricando avioncitos y presentándose con su hermano, con quién formó el duo "Los Jácaros", en algunos programas. Pero fue en "Operación Ja Ja", un espacio animado por Pacheco, en donde comenzó a hacerse conocer como humorista. Desde entonces y sucesivamente en "Campeones de la risa" y "Sábados Felices", se convirtió en una de las figuras claves del programa, desempeñando papeles como los del niño y el negrito de Puerto Tejada. Su afición por hacer reir deriva de algo en lo que cree a pie juntillas: "el humor es la forma que la gente busca para evadir la difícil situación que vive; es algo que calma como el agua".
HUGO PATIÑO. El paisa del elenco; desde niño se destacó por una facilidad innata para imitar. Empezó haciéndolo con sus compañeros de escuela y sus profesores, posteriormente, en el cuartel, no le temblaba la voz cuando remedaba a los oficiales; ahora nadie la iguala en las caracterizaciones que hace de personajes de la política nacional y el periodismo: Laureano Gómez, Ospina Pérez, Alberto Lleras, Guillermo León Valencia, Alvaro Gómez, VirgiliO Barco, Arturo Abella, José Fernández Gómez y hasta el mismo Betancur han caído en sus mordaces garras.
El primer sorprendido fue él cuando lo llamó Lizarazo, pues la imagen que tenia de éste último era el de disjockey, promotor de artistas go-gó e impulsor de música moderna, cosa que no le encajaba para nada, pues ni sabía cantar ni cosa por el estilo. Sin embargo, la propuesta era para un programa de humor. Aunque en su vida nunca había actuado y sus presentaciones se limitaban a las esporádicas apariciones en el programa de Lizarazo para echar chistes, resolvió echarle la capa al toro y aceptar el trabajo con el grupo que iba a montar los segmentos humorísticos dramatizados del programa. Y ahí se quedó, aunque era lego, y ha hecho carrera como "El príncipe de Marulanda". Distribuye su tiempo entre el humor y cosas muy serias: es gerente comercial de una empresa aérea de carga. Sin embargo, como humorista es como obtiene mayores satisfacciones, pues cuenta con su fanaticada propia como lo puede verificar en todas y cada una de las giras que hace con el grupo de "Sábados Felices". El humor es parte inseparable de su vida y al respecto, comentando sus cualidades en la materia, afirma: "los cómicos nacen, no se hacen".
JACQUELINE ENRIQUEZ .
Currambera de nacimiento, aunque ha pasado la mayor parte de su vida en Bogotá, tiene de los costeños esa facilidad para la frescura y el sabor que le han permitido desempeñarse como una de las mejores actrices cómicas de la T.V. Como "la boba Pía" inmortalizó lo de la "choncolantina" y ha sido a este personaje al que más cariño le ha puesto. Sin embargo podría decirse que Pía nació por casualidad: durante un ensayo se hizo necesaria la presencia de un personaje bobo, ingenuote. Jacqueline se le midió y fue creando a Pía, aportándole rasgos peculiares como la vestimenta el caminado, las gafas, el tono de voz, pero también dándole volumen, poniéndole unas muy particulares características personales. Aunque hizo papeles serios y dramáticos, en una oportunidad olvidó la letra de un parlamento. Inventó para salir del impasse y sus compañeros no pudieron disimular las risas. "Olvídese, no vuelvo a actuar en mi vida", le dijo a Bernardo Romero Lozano que era quien la dirigía. Pero el maestro Romero Lozano la enrumbó por la línea cómica: "no sea boba, le dijo, usted es una gran comediante, siga por esa línea que es ahí donde es una gran actriz". Siguió la línea y ahí se consagró .
Cuenta que una de las partes que más la emocionan de sus experiencias-es la simpatía que despierta en la gente.
"Cuando voy por la calle, la gente con sólo mirarme se muere de la risa", dijo. Y recuerda una anécdota durante uno de los viajes del elenco del programa por Antioquia: "una señora me gritaba y me gritaba como desesperada desde que me vio en el bus. Yo le dí las gracias por su emocionado recibimiento y ella me dijo: "mija, ¡pero usted no es boba! ¡Eh A ve María qué tristeza! Yo que la iba a amparar aquí". Hermana de Judy, la gran actriz dramática, y de Marlene, la experimentada modelo, Jacqueline, a pesar de que afirma que otras de sus hermanas son más chistosas que ella, resultó convertida en una de las pocas y excelentes actrices cómicas de la T.V. colombiana. Piensa que a las mujeres les da miedo hacer el ridículo y "como el humor es hacerlo un poco, por eso hay pocas cómicas en escena".
CARLOS SANCHEZ. "Lo que se hereda no se hurta". Este refrán es válido en la vida de "El Mocho", quien afirma haber heredado el humor de su madre y la afición por la música de su padre. Y en cuanto a la actuación, sostiene que no ha tenido academia y que lo hace guiado fundamentalmente por el sentido común.
Hizo más o menos la misma carrera que sus compañeros de elenco: empezó colaborando en "Operación Ja Ja", luego en "Campeones de la risa" y posteriormente en "Sábados Felices". Pero antes había hecho sus pinitos en la música como intérprete de guacharaca en un conjunto que había formado con unos amigos y a quienes siempre les estaba reprochando que les hacia falta un tono. Hasta que un día se les rebosó la copa y le dijeron: "Entonces, ¡toque usted!".
Sánchez que no tenía ni idea de tocar instrumentos de cuerda les replicó: "Si supiera tocar, les daba clases". Y efectivamente terminó dándoselas pues "El Mocho" se dedicó a aprender tiple, les enseñó algo a sus amigos y terminó ganándose un concurso en 1964, en Radio Continental, que tenía como premio la "jugosa" cifra de 100 pesos. Más tarde conformó el conjunto "Los cuatro y medio" (sobran los comentarios, que tiene entre pecho y espalda seis discos de larga duración. Cuando participaba en "Operación Ja Ja" siempre se ganaba el primer premio y "con eso alimentaba a mifamilia todo el mes", le dijo a SEMANA Sánchez, uno de los miembros más queridos por el grupo y por la audiencia. "Además del papel del Inspector Ruanini, el papel que más me gusta es el papel moneda", afirma y agrega que "el humor es un arte, un arte que uno aprende de la gente. En este país la gente se sabe reir de su situación y es ella la que me ensena mucho" Sánchez, además de actor, hace libretos para el programa y se siente feliz cuando puede representar personajes que él mismo se inventa.