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Robi Draco Rosa conversó en el Hay Festival Cartagena con el escritor Alonso Sánchez Baute. | Foto: EFE.

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“Estoy buscando la tranquilidad desesperadamente”: Robi Draco Rosa

El cantante puertorriqueño habló en el Hay Festival sobre el vuelco que dio su vida hacia la espiritualidad y la alimentación sana, después de sobrevivir dos veces al cáncer.

1 de febrero de 2016

¿Qué le dejó a Robi Draco Rosa verle la cara a la muerte en dos oportunidades en los últimos años: primero a través de un cáncer de abdomen (2011), y luego a través de un linfoma que lo obligó a un trasplante de médula (2013)? La pregunta vino de un asistente del Hay Festival de Cartagena al que el puertorriqueño acudió como conferencista. “Gratitud y espiritualidad”, respondió el cantante de 46 años, barba espesa, pelo muy rizado sobre la cara y sobresaliente delgadez. Robi Draco confesó además que hoy está “buscando desesperadamente la tranquilidad”, esa que le arrebató la enfermedad, las quimioterapias y el exceso de medicamentos.


El año pasado en un concierto en Bogotá el cantante había dicho que el cáncer también logró quitarle las fuerzas y las ganas de hacer música. Lo único que lo hacía sentir vivo –contó– era montar largas horas en su motocicleta, sin afán, sin destino. De esos tiempos difíciles le quedó una “obsesión” por los temas espirituales y, además, un cambio radical en sus hábitos alimenticios.

El libro El secreto de la vida a base de plantas bien podría ser el diario de esa transformación. Robi Draco, junto a su nutricionista Nena Niessen, publicó el año pasado este tratado sobre el poder curativo y nutricional de las plantas. “Ésta es mi mayor contribución a la vida –señaló–. Bueno, primero están mis hijos y mi esposa, pero después de ellos está este libro. Luego está la música”.

En la conversación de una hora el autor de Blanca Mujer, Cruzando Puertas, Más y más, Penélope y Vagabundo, mencionó en repetidas ocasiones a su papá, a “ese macho que adoro”. Contó que sólo la enfermedad le permitió reconocer los conocimientos del campo y de las plantas que tenían su “viejo” y su abuela. “Yo nunca les respeté ese conocimiento ni les hice preguntas”. Confesó que en su pasado vivió unos años “muy radicales y dañinos”, a los que sobrevivió gracias a su esposa y compañera de trabajo durante 28 años Ángela Alvarado. “Lo que me salvó es que estaba súper enamorado de Ángela. Ella me ubicaba”.

Sobre sus años en el grupo Menudo aseguró que “me fui un poco con asco del sistema. La organización era muy abusiva. Todo era ‘money’”. Cuando su entrevistador –el escritor Alonso Sánchez Baute– le preguntó por qué nunca compuso en inglés, a pesar de haber vivido largos años en Estados Unidos, contestó que para él “el castellano es lo más fino, lo más poético… el vino tinto que te quieres tomar”. Contó que ahora vive en una finca cafetera “pequeña pero que me estoy tomando muy en serio”. Repitió: “estoy buscando la paz y la tranquilidad”.