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¿Por qué ver a Ryoji Ikeda?

El japonés regresa a Colombia con ‘Superposition’, y la artista visual Juliana Castro explica a Semana.com por qué se trata de un fuera de serie que replantea la manera en la que percibimos el Internet.

Juliana Castro Duperly*
30 de mayo de 2017

El arte y la ciencia aparentan una distancia marcada, tal como le sucede a lo sensible y lo racional. Pero a lo largo de la historia, algunos personajes han disipado esta separación. Leonardo da Vinci, por ejemplo. Sus rigurosos estudios para la creación de máquinas y sus tesis en anatomía convivían de manera natural con su trabajo artístico, y se puede decir que los métodos de investigación y las acciones experimentales surgían de forma simultánea. Da Vinci es sobresaliente, pero es uno de los tantos humanos que han demostrado que las barreras entre el arte y la ciencia son culturales. También que, con el paso del tiempo, los artistas son cada vez más científicos y los científicos más artistas... y ambos conviven en el campo de la creación, en un terreno artístico ‘bipolar’.

Ryoji Ikeda, es otro de esos personajes ‘bipolares’. Su trabajo borra las líneas entre las matemáticas, la ciencia, la física, el arte, y la música. El compositor electrónico y artista visual japonés, trabaja en creaciones sonoras y visuales a partir de ecuaciones matemáticas, con las que representa diferentes tipos y flujos de información. Sus instalaciones y presentaciones en vivo sumergen al público en frecuencias ultrasónicas e infrasónicas, que se combinan con imágenes estroboscópicas y con infinitos números, todos en sincronía.

Ikeda no es pionero en la visualización de información. Existen referencias de que artistas nazis al servicio del departamento de Propaganda lo hacían durante la Segunda Guerra Mundial. Pero Ikeda sí personifica al artista ‘transdisciplinar’. Sus obras parten de las matemáticas puras, y se conectan con otros campos como el video, el sonido, la instalación, la ciencia y la física.

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Inicios

En los años noventa, Ikeda empezó componiendo música electrónica, y sus creaciones resultaron atípicas desde el origen. No partían de notas musicales, sí de ondas sinusoidales. Ryoji Ikeda entendía la música como una propiedad matemática, pensando que sin una estructura matemática, el sonido es sólo sonido.

Su obra V≠L , surgió como una representación de dicha ecuación que surgió de una discusión con Benedict Gross, un matemático de la Universidad de Harvard. En el diálogo ambos intentaron definir matemáticamente el concepto de lo ‘infinito’.

Obra V≠L .

Foto: Richard-Max Tremblay, cortesía de la DHC/ART Foundation for Contemporary Art . Tomada de http://www.ryojiikeda.com/project/VL/

Así parezca complicado, el trabajo de Ikeda no pretende ser intelectual. En las pocas entrevistas que ha dado, afirma que su trabajo nunca ha tenido un mensaje claro y que tampoco tiene interés en que el público entienda lo que ve y escucha.

El artista no crea sus obras para ‘decir’, no plantea una narrativa, no transmite un mensaje, sólo sensaciones y, desde estas, se les puede describir. Sus obras tienen un carácter musical ligado a la sensación que producen. Cuando se asiste a un concierto sin conocer al músico, se le escucha, se le disfruta o no, pero inevitablemente se le percibe, y esas sensaciones derivan en un dictamen final. La obra de Ikeda tiene ese efecto.

Así el artista no quiera transmitir, inevitablemente genera reflexión y permite entender al / a Internet como un sistema informal de miles de flujos de información en constante reorganización. En su obra, Ikeda también permite dimensionar cómo la información se recicla, se reproduce, y viaja sin parar en la nube. Hay basura electrónica, representada en forma de datos y regada por toda la red.

Pero, además, la propuesta es un puente a entender que estamos conectados unos con otros. Creamos datos. Vivimos datos. Somos datos. Ryoji Ikeda reta la percepción del espectador cuando le presenta un sin fin de información, a altísima velocidad. Lo sumerge en datos y lo hace pensar en cómo su cuerpo se define dentro del espacio físico de la red.

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Es interesante pensar que la información de Internet no se manifiesta en una forma específica. Es puramente virtual, un flujo invisible. Y que los datos, por lo tanto, aparecen en la obra de Ikeda cuando explora la posibilidad de filtrarlos u organizarlos. Ikeda encuentra un lenguaje para representar toda esta información a través de creación de código y de ecuaciones matemáticas.

Es decir, el código del artista le permite transformar los datos que están en la red en sonidos e imágenes específicas. Su obra Test Pattern (2008), por ejemplo, presenta un set en vivo en el que, programando algoritmos, convierte distintos tipos de datos reales (videos, texto, cifras, sonidos, fotos, etc.) en patrones de códigos de barras y patrones binarios (ceros y unos).

Superposition

No es la primera vez que el artista viene. Estuvo en 2008 junto al colectivo de arte Dumb Type, en el marco del  Festival Iberoamericano de Teatro. Luego en 2011 regresó a presentar Datamatics en el Museo de Arte la Universidad Nacional. En esta ocasión trae Superposition, una obra que explora la información cuántica.

Su montaje consiste en la instalación de 10 monitores,

una pantalla larga de 10 x 1 metros

sobre la que 10 proyectores recrean 10 pantallas más pequeñas,

y otra pantalla de 12 m x 6 metros.

Fotos: Cortesía Teatro Colsubsidio

El lenguaje clásico de información lo genera el BIT (unidad mínima de información, que puede tener solo dos valores: cero o uno). Y el lenguaje de la información cuántica lo genera el QUIBIT (los mismos dígitos binarios, pero superpuestos unos con otros).

El concepto es complicado de entender, pero abre puertas a lógicas que generan nuevos algoritmos que, a su vez, explican  el comportamiento de la naturaleza en escalas subatómicas. Con este sistema cuántico, se da a entender que las partículas pueden estar en todas las posiciones en simultáneo; es por esto que la obra se llama Superpostition: es un estado de superposiciones. La obra no es una narrativa sobre la información cuántica, sino sobre la inevitable relación que hay entre ciencia, naturaleza, y arte.

Las imágenes que presenta Superposition (en su mayoría datos de la NASA), pasan de manera tan rápida que, en el instante en el que el espectador capta algo, vuelven y corren infinitas imágenes y deconstruyen ese mínimo entendimiento que alcanzó a existir. La obra se comporta de manera parecida a la mecánica cuántica, en la que, por ejemplo, en el momento de captar la velocidad de un fotón, se pierde el resto de su información, por su estado de superposición. Quiere decir tal vez, que en la ciencia, sólo se logra conocer un valor muy particular de las infinitas facetas y posibilidades que tiene la naturaleza.

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La realidad puede comprenderse en números, y hay ecuaciones específicas para interpretar determinadas cosas. Ryoji Ikeda trabaja desde el código, como un método de deconstrucción y reconstrucción de datos. En sus obras hay tanta información, que es difícil retener en la memoria alguna imagen o alguna palabra, de hecho, por la misma condición de virtualidad, los datos tienden a no estar fijos en ningún soporte y en ninguna parte. El artista logra que el espectador presencie la información, no tanto en su condición de comunicación, sino en su condición de vastedad y sensación.

*Artista visual

Ryoji Ikeda presentará Superposition el 2 y 3 de junio en el Teatro Colsubsidio (Calle 26 # 25 - 40 Bogotá) y en coproducción con Nova et Vetera.

Viernes 2 de junio - 7:30 p.m.

Sábado 3 de junio - dos funciones: 4:00 p.m. y 7:30 p.m.

Más información en este enlace.