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SALVE VENECIA

Con 20 años de retraso, comienza plan para evitar naufragio de uno de los más grandes tesoros del mundo.

22 de diciembre de 1986


Veinte años de impaciencia, protestas, reuniones, comités, proyectos y airadas advertencias sobre el empeoramiento de la situación, fueron necesarios para que los habitantes de Venecia pudieran escuchar a políticos, artistas y banqueros, frente a frente y encabezados por el presidente italiano Bettino Craxi, diciendo en un lenguaje que mezclaba la solemnidad con lo simple, que ya no necesitaban más promesas vanas y que ahora si se lanzaban al rescate de una ciudad que se ha visto cada vez más devastada por el agua que la rodea.
"Proyecto Nueva Venecia" se llama la reciente ofensiva en la cual participan más que nominalmente siete ministros del gobierno, presidentes de grandes industrias, dirigentes políticos y el ciudadano de los canales que ha sido el mejor testigo de una de las peores tragedias de una ciudad catalogada como patrimonio artístico del mundo, lo mismo que Cartagena de Indias.
Muchos recuerdan con horror cómo en noviembre de 1966 el nivel del agua subió hasta 120 centímetros, poniendo en peligro los hermosos y nostálgicos palacios y museos. Varios sectores tuvieron que ser desocupados y durante todo este tiempo ninguna administración pudo, por carecer de un presupuesto adecuado y una coordinación efectiva, emprender obras que impidieran la repetición de estas inundaciones. Los que perdieron sus casas estaban en primera fila durante esa reunión en la cual el gobierno italiano se comprometió a ponerle fin a la angustiosa espera.
A pesar del mal estado de algunas zonas de Venecia, la ciudad recibió ocho millones de turistas el año pasado, turistas que, mientras tomaban fotos de canales y puentes, captaban también los graffitti que abundan en las paredes protestando por la indiferencia nacional y local ante el desastre. Para acallar las voces de protesta y burla de quienes desconfian con razón de las promesas oficiales, el ministro del Trabajo, Giannini de Michelis, veneciano y socialista, dijo que el programa no se iniciará sino que ya arrancó un mes atrás.
Este "Proyecto Nueva Venecia" busca no sólo conservar los innumerables tesoros históricos y arquitectónicos sino defender la ciudad de nuevas inundaciones que podrian destruirla y hundirla más.
Los incrédulos venecianos tendrán que darle un margen de confianza al gobierno, especialmente al alcalde Nereo Larone porque sus argumentos son irrebatibles: una ley del Parlamento le da la mano libre a la administración local para que actúe como lo considere más oportuno y además se ha dispuesto de un presupuesto de unos 20 mil millones de pesos para las obras necesarias y como si esto fuera poco, cada año el presupuesto nacional incluirá una partida para este rescate.
Además el presidente Craxi ha empeñado su palabra y está decidido a que la burocracia y el papeleo no frenen estas iniciativas.
El lanzamiento de este proyecto fue tomado por algunos como una dramática rectificación de una serie de festejos que buscaban llamar la atención sobre el vigésimo aniversario de las inundaciones. Entonces los actos suntuosos fueron cancelados y en su lugar los venecianos escucharon a ministros y banqueros soltar cifras y tocar temas concretos.
Algunos humoristas coincidieron en que el verdadero motivo de esta escalada por salvar a Venecia, está en el interés profundo que demostraron los chinos durante un reciente viaje de Craxi a Pekin, quienes calificaron la ciudad como "ejemplo de humanidad y cultura desde el otro lado del mundo". Ya era demasiado para un mandatario que sabia perfectamente que los damnificados seguían en aumento y que muchos edificios históricos estaban amenazados. Entonces tomó la decisión que ahora todos observan con curiosidad.

S.O.S.
La preocupación de millones de personas por todos los monumentos y tesoros artísticos e históricos que están amenazados por las inundaciones en Venecia, se da una tregua con este proyecto. Los que han visitado la ciudad recuerdan con nostalgia e interés su núcleo urbano bizantino de principios del siglo IX, la zona gótica, el barrio artesanal, la zona residencial, la zona portuaria, los monumentos (palacios e iglesias) de los períodos venetobizantino, gótico, Renacimiento, clásico y barroco y las obras modernas de los siglos XIX y XX. Los visitantes recuerdan Santa María del Miracoli, San Salvador, San Giuliano, San Moisés, el monumento a Colleoni, Santa Caterina, el Museo Naval, el Palacio Grimani, Santa María Gloriosa, la Plaza de San Marcos con su león, el Palacio Ducale, el Palacio Papadopoli, la estación Santa Lucía y la lista se hace interminable. El deterioro de algunos de estos monumentos es serio y durante estos años la Unesco intentó organizar una campaña en su defensa.
Otras prioridades redujeron la marcha de estos planes.