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Miles de hojas de vida han llegado a los estudios del nuevo concurso de La Red Independiente que ofrece como premio llenar una vacante laboral.

27 de julio de 2003

Canal Uno
Lunes a viernes
6:00 p.m.
Director: Juan Guillermo Ríos
Como fiel espejo de la vida real la pantalla del televisor proyecta las miserias, los dolores, los sueños y las grandezas de cada época. Esta vez devela la crisis colombiana a través de Canal Uno con un concurso que rifa calidad de vida, pues su premio mayor es un empleo estable. Se busca elige cinco participantes de las miles de hojas de vida y hasta 11.000 llamadas que reciben con cada convocatoria. Se han recibido, por ejemplo, 1.400 solicitudes de camarógrafos y 1.200 de cronistas, entre otros. Los escogidos deben competir en pruebas de habilidad y entrevistas hasta que queden dos finalistas. La votación telefónica de los televidentes decide quién es el ganador del empleo. Se busca se estrenó el jueves 3 de julio con la contratación de un periodista para que trabaje en la misma empresa productora del programa, La Red Independiente. Con menos de un mes al aire ya existen 800 empleos para ofrecer debido a la respuesta positiva de los empleadores, que se han entusiasmado con el peculiar programa. Se trata de una creación nacional. La idea, que nació hace año y medio, se basó en una preocupación doble: mostrar la dimensión humana del desempleo y, a la vez, ganar audiencia por el obvio interés en un problema que afecta a tantos colombianos hoy. El periodista encargado de conducirlo es el veterano Juan Guillermo Ríos. Es un formato muy similar al del concurso argentino de Canal 13 llamado Recursos humanos, cuyo premio también era un empleo. El espacio sirve de intermediario entre una empresa y un trabajador pero ventila la historia personal de los concursantes y revela sus vulnerabilidades debido a la imperiosa necesidad que tienen de trabajar. Muestra sus valores y talentos. Entre muchos ha contado las historias de un entrenador de gimnasio, una fisioterapeuta, un ejecutivo de cuenta para empresa de recreación, un ebanista y un vendedor. Sorprende la fidelidad de los hombres a este programa a pesar de que está en un horario mayoritariamente femenino. Es curioso que muestra una acogida enorme entre los niños menores de 11 años y los adultos mayores de 25. Su mayor seguidor es la clase media. Muy acorde con la acogida del canal, marca una participación de 2,3 por ciento y 77.000 televidentes. Sin duda la realidad constituye un material inacabable para la industria creativa. En una hora la angustia de cinco personas evidencia cómo se ve truncada la vida de la gente por falta de una actividad económica estable. De esta forma Se busca desempeña una labor socialmente útil pero invita a reflexionar acerca de si el papel de los medios, además de informar y entretener, debe ser el de 'redimir' a la gente de sus penas, en un estilo que de todos modos tiene cierto olor a demagogia.