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La más reciente película del director español Jaume Collet-Serra cuenta la odisea que debe vivir Nancy, una surfista norteamericana, en una playa semidesconocida de México.

CINE

Miedo profundo

Una muchacha que busca recuperarse de una crisis existencial en una playa aislada en México termina enfrentando a un tiburón agresivo en esta película de suspenso. ***

Manuel Kalmanovitz G.
21 de agosto de 2016

Título original: The Shallows

País: Estados Unidos

Año: 2016

Director: Jaume Collet-Serra

Guión: Anthony Jaswinski

Actuación: Blake Lively y Óscar Jaenada

Duración: 86 min

La playa paradisiaca que busca Nancy (Blake Lively) en esta película tiene varias características: es una herencia espiritual (tiene una foto de su madre en ese mismo punto), es aislada, es tranquila y es “auténtica”. Lo de la autenticidad acá es interesante, porque en esta época interconectada y global, ¿qué cuenta como auténtico? ¿No hay una especie de maleficio donde esas personas que buscan sin cesar lo auténtico terminan por hacerlo salir huyendo?

El hombre que la lleva por una senda sin pavimentar en un camión destartalado es quien habla de autenticidad y la mira para ver cómo responde. Ella sonríe y asiente. Sí, autenticidad es lo que busca, sea lo que sea.

“Nada de gringos, gracias a Dios”, le advierte su guía sobre la playa. Y es una paradoja, porque ella es gringa y si la autenticidad consiste en la ausencia de gringos, es algo que se le escapará eternamente.

En todo caso lo que quiere es disfrutar de esta playa perdida en México, practicar surf, sentirse conectada con su madre, existir auténticamente.

Esta premisa es solo el comienzo de esta película efectiva y tensionante donde esta mujer descubre, en su búsqueda de sí misma, un tiburón astuto y paciente que disfruta de la playa tanto como ella. Lo que opina el tiburón de la autenticidad no está claro, pero para ella sí es seguro que preferiría estar en una situación menos auténtica pero más tranquila.

En el enfrentamiento entre ella y el pez, el aislamiento y la ausencia de gringos resulta contribuir notablemente a la inquietud, porque los gringos no son solo los foráneos, también son sus pares, quienes se podrían poner en su lugar de turista emproblemada, quienes podrían entenderla y ayudarla. ¿O será que la autenticidad es una bahía protegida por un tiburón veloz y hambriento?

El minimalismo de la película maximiza la tensión. La mayor parte del tiempo solo se ve a Nancy en un islote o en una boya, angustiada y malherida, sin saber qué hacer. Además de ella hay una mascota adoptiva —un pelícano quejoso con un ala luxada— y el tiburón. De resto, el agua y un par de ilusiones de salvación.

Para buena fortuna de ella —y de la película— Nancy estudió medicina y, aunque abandonó temporalmente su carrera tras una crisis existencial por la muerte de su madre, sabe lo suficiente como para reacomodar el ala de su pelícano y cuidar del primer mordisco que le metió el tiburón.

La actuación de Lively es convincente y angustiosa. Su inocencia y falta de malicia la hacen entrañable, lo mismo que su deseo de reconectarse con su historia familiar y de existir en un mundo más rico, más vívido, que el que ofrece la bidimensionalidad de un aparato interconectado.

Pero si seguimos esta línea de ideas, es posible leer Miedo profundo como una película terriblemente pesimista. Si la disyuntiva para su personaje es escoger entre la existencia tecnológicamente distraída, interconectada y segura, o un tiburón rencoroso pero auténtico sin posibilidad de socorro, ¿cómo no escoger lo primero? n

CARTELERA

**** Excelente  ***½ Muy buena   *** Buena   **½ Aceptable  ** Regular  * Mala

Hackers **

Unos hackers retan al gobierno caprichosamente en este thriller alemán.

Hotel Transylvania 2 **1/2

El abuelo Drácula sufre por no saber si su nieto heredó su vampirismo en esta película infantil.

Magic Mike XXL **1/2

Un grupo de desnudistas emprende un viaje donde consolidan su amistad, ayudan a mujeres insatisfechas e ignoran los rasgos negativos de su oficio.

Everest **1/2

Esta película espectacular recrea un accidentado ascenso al Everest en 1996 con más énfasis en la montaña que en los matices humanos.