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Katrine (Sidse Babett Knudsen) se reencuentra con Thomsen (Björn Kjellman), el ex novio que enloqueció a su hermana, en la víspera de su boda.

Tacha azul

Una entretenida comedia romántica que juega, a su gusto, con los mandamientos del 'Dogma 95'.

8 de julio de 2006

Título original: Se til venstre, der er en Svensker.
Año de estreno: 2003.
Dirección: Natasha Arthy.
Guión: Kim Fupz Aakeson.
Actores: Sidse Babett Knudsen, Björn Kjellman, Lotte Andersen, Søren Byder, Lene Maria Christensen, Mette Agnete Horn, Louise Mieritz, Martin Buch, Lars Ranthe, Jimmi Jørgensen.

Y, ya que hablamos de aquel manifiesto danés titulado Dogma 95, ya que hablamos de esa inteligente manera de recordarles a los cineastas del mundo que se puede hacer mucho con muy poco, he aquí la película número 32 que trata de seguir (sería mejor decir que juega con) sus diez mandamientos: filmar en locación, grabar el sonido al tiempo con las imágenes, llevar la cámara en el hombro, usar fotografía a color, no recurrir a efectos especiales, no caer en acciones superficiales, situar los hechos del relato aquí y ahora, evitar los géneros cinematográficos, ser convertida a 35 milímetros y no llevar la firma del director. Digo que Tacha azul trata de seguir estas reglas, que juega con ellas, porque su cámara va pocas veces en el hombro, porque cae en un par de escenas de acción dignas de película de Hollywood y viene firmada por la realizadora danesa Natasha Arthy. Y, sobre todas las cosas, porque sigue al pie de la letra, más bien, las normas de la comedia romántica.

Eso es Tacha azul: una entretenida comedia romántica, llena de cabos sueltos e ideas que parecen venir de otra película, que se vale de las ideas liberadoras del Dogma 95 para contar la historia de una joven cobarde, Katrine, que no se atreve a reconocer que no está enamorada del hombre con el que se va a casar, no es capaz de decirle a su hermana depresiva que su matrimonio será en un par de días y no podría aceptar que las cosas se nos salen de las manos si no apareciera a tiempo, como en cualquier comedia romántica, un hombre que lo pusiera todo patas arriba.