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Tecno-Tijuana

El ‘nortec’, mezcla de música norteña y electrónica, es la nueva sensación en el mundo. Bogotá podrá disfrutarla en Rock al Parque

30 de julio de 2001

Tijuana no es precisamente una ciudad famosa en el mundo por su movimiento cultural sino más bien se la asocia con turistas de a dólar, moteles, prostitutas, drogas baratas y clandestinos que intentan entrar a California a como dé lugar. Algo así como la última frontera del Tercer Mundo y una entrada non sancta al sueño americano (“tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”). Sin embargo desde 1999 la ciudad también comienza a hacerse notar gracias a un movimiento musical y de artes visuales que lleva el nombre genérico de ‘nortec’, abreviación de las palabras ‘norteño’ y ‘tecno’.

La arista más visible de este experimento la conforman proyectos musicales como Fussible, Bostich, Panóptica, Hiperboreal, Plankton, Terrestre y Clorofila.

El sonido de estos integrantes del Colectivo Nortec es una muy llamativa mezcla de todos los ingredientes de la cumbia, la ranchera y la música norteña y tex-mex (acordeones, timbales, guitarras rancheras, trompetas, tubas) que se fusionan con diversos ritmos y sonidos electrónicos y algo de jazz.

El asunto comenzó cuando Pepe Mogt, ex integrante del grupo Artefakto y miembro del grupo Fussible, comenzó a mezclar la electrónica con fragmentos de clarinetes y tubas de grabaciones previas de grupos de música norteña. Otros músicos de la ciudad y de las vecinas localidades de Ensenada y Mexicali comenzaron a hacer sus propios aportes. La única condición era conservar los patrones rítmicos característicos de la música norteña y de tambora. Es decir, no utilizar estos sonidos para incluirlos como simples adornos sonoros en tendencias de la música electrónica ya existente, como el drum and bass, el hip-hop o tecno sino retomar las bases rítmicas características de esta música (norteña y tambora) para crear un nuevo sonido.

El resultado de estos experimentos, que han generado comentarios entusiastas de críticos especializados en música electrónica de ambos lados del Atlántico, hoy se pueden escuchar en el álbum Nortec collective: the Tijuana sessions vol. 1, que llamó poderosamente la atención del célebre empresario británico Chris Blackwell (fundador de Island Records, el que lanzó al estrellato mundial a figuras como Bob Marley y U2) y que ahora es dueño del sello vanguardista y experimental Palm Pictures. A través de este sello las aventuras sonoras del colectivo de Tijuana se podrán escuchar en el mundo entero. El disco, que ya está en el mercado colombiano, es sin duda una de las noticias más llamativas de la música en el comienzo del siglo XXI.