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TESIS

La 'opera prima' de un joven director español se ha convertido en un suceso internacional taquillero y cinematográfico.

8 de diciembre de 1997

A los 27 años el director Alejandro Amenábar se ha erigido como una de las grandes promesas del cine español. La labor emprendida años atrás por realizadores como Pedro Almodóvar, Fernando Trueba y Carlos Saura y continuada por toda una generación de jóvenes directores, quienes han colocado al cine ibérico a la vanguardia de Europa en los mercados internacionales, la ha confirmado este inquieto director con una película que no sólo ha cautivado al público y a la crítica de su país sino que se ha convertido en un fenómeno en cada festival donde se presenta. Tesis cuenta la historia de una estudiante de ciencias de la imagen quien, en aras de completar su trabajo de grado, termina descubriendo casi por accidente un espeluznante negocio: el comercio clandestino de cine snuff, un tenebroso género paralelo a la pornografía dedicado a explotar el sadismo en su grado máximo de aberración con la producción de asesinatos reales frente a la cámara. Con inteligencia, buen ritmo y un humor ácido y provocador, Amenábar construye una aventura de suspenso que, además de hacer honor a los clásicos del género, involucra al espectador hasta hacerlo partícipe de su denuncia: la explotación por parte de los medios de comunicación del inevitable instinto morboso del hombre contemporáneo. Independientemente de una trama que, por sí sola, hace sujetar al espectador a su silla, Tesis no deja ningún cabo suelto en la tarea de plantear las sutiles diferencias entre la curiosidad científica y la satisfacción de la morbosidad. Amenábar no descuida sus objetivos y por eso ha sabido elaborar una cinta redonda y sin baches sobre un tema cuyos taquillazos no hacen sino sustentar la esencia misma de la película.