Home

Cultura

Artículo

UNA DE 'LAS MUJERES DE MEXICO'

La Galería Alfred Wild, de Bogotá, expone por estos días la más reciente obra de la artista mexicana Laura Anderson.

24 de octubre de 1994

FRIDA KAHLO, Remedios Varo y María Izquierdo son palabras mayores en el arte femenino de México. Ubicarse al lado suyo o pretender ser el equivalente contemporáneo de su proyecto artístico, aunque sea sólo una insinuación, es, para muchos, por lo menos respetable.

De allí la notable inquietud que suscita en el joven arte mexicano el nombre de Laura Anderson, la artista que en la actualidad expone en la Galería Alfred Wild, de Bogotá.

Ella fue la seleccionada más joven (36 años de edad) por el conocido crítico e historiador de arte latinoamericano, Edward Sullivan, para conformar, junto con otras 11 figuras -entre las cuales se encuentran las pintoras mencionadas- la exposición "La mujer en México", que por estos días completa su tercer año de itinerancia en museos de Norteamérica, después de su exitosa presentación en el de Arte Moderno de Monterrey y en el de Arte Contemporáneo de México D.F.

Sus contenidos no difieren especialmente de los que exploran otras personalidades del arte en el mundo femenino. Insiste en hechos que trazan marcas definitivas en la vida de la mujer como la fecundidad o la germinación, los cuales traduce en expresiones que insinúan formas orgánicas y vegetales, pero esto dicho con las particularidades que definen un talento artístico. Laura Anderson maneja un color explosivo que contrasta con una temática lírica y con la suavidad que imprime en el dibujo gestos que aluden a las huellas del vivir.

Ha sido el dibujo el campo que le ha reportado mayores reconocimientos, y así lo acreditan los dos primeros premios otorgados por el Instituto de Bellas Artes de México en los Salones Nacionales de Artistas de los años 1986 y 1989; su inclusión, a partir de esas fechas, en muestras de dibujo y pintura de importancia en la vida cultural mexicana a nivel nacional e internacional, y su ingreso a colecciones públicas de significación como la del Museo Metropolitano de Nueva York, entre otras.

Basta un breve vistazo a la hoja de vida de esta artista para resaltar el interés del hecho de su visita a Bogotá, y para avisar que se trata de una personalidad que consolida su presencia en la nueva propuesta plástica mexicana y que por lo mismo, posiblemente hará parte en un futuro de uno de los más recientes capítulos de la historia del arte latinoamericano.