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Melissa McCarthy, actualmente la actriz mejor pagada de Hollywood, comparte protagonismo con Jason Statham y Jude Law.

CINE

Una espía despistada

La tercera colaboración entre el director Paul Feig y la actriz mejor paga de Hollywood, Melissa McCarthy, es una burla de las películas de espías que trata rudamente a su protagonista. **

Manuel Kalmanovitz G.
6 de junio de 2015

Título original: Spy
País: Estados Unidos
Año: 2015
Director: Paul Feig
Guion: Paul Feig
Actores:
Melissa McCarthy, Jude Law, Rose Byrne
Duración: 120 min


Hay películas que tienen personajes complicados y ambiguos. Pero no recuerdo haber visto ninguna parecida a esta, donde la ambigüedad no está en el personaje sino en la manera como lo trata la película, alternativamente, humillándolo y exaltándolo.

El resultado tiene algo profundamente incómodo —y no sé si sea intencional— porque la humillación es tan persistente y sistemática que cualquier triunfo queda teñido de toda esa indignidad que le propinó el guion.

La víctima del maltrato, la ‘heroína’, es Susan Cooper (Melissa McCarthy), una mujer obesa que al comienzo de la película es una agente de la CIA que apoya vía satélite, con equipos sofisticadísimos, a Bradley Fine (Jude Law), un espía buen mozo, aguerrido y elegante.

La película está estructurada a partir de los estereotipos de las películas de espías, con saltos entre capitales europeas, villanos con acentos y giros rebuscados con armas destructoras de planetas.

El chiste, que es simplísimo y se repite incesantemente, no es más que una sustitución: ¿qué tal si cambiamos al protagonista habitual de las películas de espías —un hombre atlético, seductor y sofisticado— por una mujer obesa y provinciana? ¿No sería chistosísimo todo? En este caso la respuesta también es simple: no, no tanto.

Cooper está platónicamente enamorada de Fine, y la humillación del personaje comienza en una cena en un restaurante elegante donde el espía le presenta un estuche de joyería. Ella, que suspira con ser ‘algo más’ para él, descubre que el regalo es un dije de un bizcochito con ojos. Ambos se ríen de que ella hubiera podido albergar cualquier ilusión.

Cuando su amor muere asesinado, Cooper decide pedir que la manden a Europa para vengarse (y, de paso, salvar al mundo). Su llegada a ser agente de campo está también llena de humillaciones: sus armas secretas están todas camufladas en productos para tratamientos escatológicos y su nueva identidad es de una pueblerina con un peinado que era anticuado hace 30 años.

Una espía despistada, en un nivel, intenta subvertir los estereotipos protagónicos de Hollywood, haciendo que su actriz principal sea más que la amiga obesa de la estrella, pero, en otro nivel, simplemente los refuerza al cobrarle ese protagonismo con tanta indignidad.

La idea que queda es que para ser protagonista de una comedia de Hollywood o se puede ser flaca, joven y bonita, o también se puede ser diferente, si se está dispuesto a aguantarse que todos los chistes de la película insistan en lo lejos que está de ese ideal.

Melissa McCarthy es una actriz simpática que ha llegado a ser, según la revista People, la mejor paga del cine de este año (ganó 46 millones de dólares entre mayo de 2014 y 2015) y lo ha logrado aceptando ese pacto fáustico que parece inevitable.

Para darse cuenta de que en realidad hay alternativas que esta película no tiene la imaginación de explorar, basta ver el programa de la comediante Amy Schumer, que no necesita sacrificar su dignidad para examinar lo opresivos que resultan los ideales femeninos.

Cartelera
**** Excelente  ***½ Muy buena   *** Buena   **½ Aceptable  ** Regular  * Mala


Las nubes de María ***
La relación entre una actriz famosa de 40 años y su asistente sirve para que Olivier Assayas explore las dificultades de no ser tan joven.

Gente de bien ***½
Película colombiana de Franco Lolli que da luces sobre las tensiones sociales que nos rodean a través de la relación entre un carpintero, su hijo y su patrona.

El abrazo de la serpiente ****
Viaje alucinado y elegante al corazón de la selva amazónica dirigido por Ciro Guerra. Ganador de la Quincena de Realizadores en Cannes 2015.

Amor a primera vista ***
Un chico carpintero conoce a una chica obsesionada con entrenarse para el fin del mundo en este simpático drama romántico francés.