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UNA MUESTRA DEL ARTE EN SANTANDER

Serio y variado recoge tendencias abstracto-geométricas expresionistas y del arte pop

21 de octubre de 1985

Medido contra el marco de referencia que da la depresión actual del mercado del arte, es de abrir galerías entre nosotros deje de ser promitente aventura financiera. Es algo que se hace en serio indudablemente con el ánimo de aportar exposiciones de interés a amplio público que goza de ellas. Cuando se inaugura alguna galería muchos piensan que durará tan solo lo de la muestra inicial, y por supuesto asombra cuando pasa a una segunda, como es el caso de la Gutiérrez Castillo.
El grupo cuya obra se muestra allí actualmente, está constituido por ser artistas santandereanos, encabezado por la decana figura de Eduardo Ramírez Villamizar, quien, junto con Orlando Morales, configura la ver tiente abstraccionista-geométrica de la exposición. Si Ramírez, en plena madurez, se mueve hacia la sensibilización de la geometría que usa, Morales, en plena juventud, exige rigor a los colores planos, a los bordes duros, a las siluetas estrictas. Un segundo grupo estilístico, el de la figuración expresionista, está conformado por el también muy conocido investigado de lo prehispánico y pintor, Antonio Grass, quien en sus cuadros evoca aspectos de la obra del gran mexicano, Rufino Tamayo, junto con el, después de fotógrafo, pintor, Omar Obando, quien muestra figuras masculinas de un interesante desencaje, alusivo a deprimidos estados de ánimo. Finalmente, aparece un tercer grupo, conformado por la pintora, Sonia Gutiérrez, quien vuelve a figurar en el panorama nacional, junto con el pintor, Guillermo Spinosa.
Ambos, Gutiérrez y Spinosa, pueden ser clasificados como cultores de la estética pop con su alusión a los objetos y situaciones cotidianos, a través del lenguaje de lo publicitario, así aparezcan sobretonos políticos en el trabajo de la Gutiérrez, o se refieran simplemente los aspectos más fundamentales del objeto, como en el transparente trabajo de Spinosa.
Armar una colectiva de artistas santandereanos, o de cualquier otra región del país, para-mostrarla en el limitado espacio de una galería privada, no es fácil. Existe el riesgo de dejar muchos nombres por fuera, como en efecto sucede aquí nada menos que con figuras de la talla de Beatriz González o del interés de Máximo Flórez, entre muchos otros. Aún así, el trabajo de los seis expositores escogidos es capaz de evocar la presencia de un número muy considerable de otros artistas, quienes, en provincia, trabajan en sus talleres y en los departamentos de arte de universidades y colegios, creando, enseñando a otros y visualizando sensibilidades regionales. Si ellas aún no se han comprendido claramente a nivel nacional, es porque la cultura oficial ha estado preocupada con asuntos más vistosos, pero ciertamente menos importantes.--
Galaor Carbonell -