Una Navidad muy prendida

Título original: Deck the Halls. Año de estreno: 2006.
Dirección: John Whitesell.
Guión: Matt Corman, Chris Ord y Don Rhymer.
Actores: Danny deVito, Matthew Broderick, Kristin Davis, Kristin Chenoweth.

Qué triste es ver a dos actores tan buenos como Danny deVito y Matthew Broderick en la peor comedia gringa (aparte de Chiquito pero peligroso, claro) que ha llegado a Colombia en este último año de comedias regulares. Y qué aburridor es constatar lo mucho que les cuesta a los grandes estudios de Hollywood producir una sátira navideña que valga la pena. La gran excepción de estos años, Bad Santa, de Terry Zwigoff, una despiadada burla a la sensiblería de todos los diciembres, una reivindicación, en últimas, de lo que llamamos sensibilidad, llegó a nuestro país directamente a los alquileres de video. De resto, hemos tenido que padecer una serie de aventuras patéticas, como esta, Una Navidad muy prendida, en las que un grupo de personajes olvidan el sentido de la celebración, se embarcan en una guerra a muerte por quién es el más navideño, que pretende ser graciosa, y en las últimas escenas se enteran de que la gracia de la Navidad es redescubrir a la familia.

Cuesta pensar en relatos que nos estén haciendo falta. Pero resulta muy fácil llegar a la conclusión de que sobra Una Navidad muy prendida. Sus personajes insulsos, su supuesto humor negro y su trama sin sorpresas, ese combate enloquecido entre dos vecinos por el título del señor Navidad, han sido vistos ya hasta el cansancio. Y ni siquiera las valientes actuaciones de su elenco consiguen entretenernos un poco. Las comparaciones son odiosas, dicen, pero, como esta comedia también lo es, nada pasará si aconsejamos ver Una canción de Navidad en vez de perder el tiempo en esto.