Van Gogh: como nunca antes visto

Van Gogh fue un artista de vanguardia. Los colores de sus cuadros eran vivos, las pinceladas demasiado gruesas y su irreverencia frente a las reglas de la perspectiva total. La exposición Vincent van Gogh: el genio del color –que estará en el centro comercial Cafam Floresta a partir del 14 de mayo– resalta estas particularidades y las hace brillar bajo una luz nueva. Así como Van Gogh revolucionó el arte de su tiempo, Melcher de Wind y Jan-dick Heijs –dos holandeses especialistas en el artista– decidieron recurrir a la tecnología para montar una exposición innovadora que permite entender su genialidad más fácilmente a través de siete animaciones 3D y 200 de sus obras más importantes.
 
Los cuadros que se exhibirán son reproducciones de altísima calidad que reflejan el colorido original. Esto no quiere decir que los colores son iguales a los de las pinturas de Van Gogh que cuelgan en varios de los museos más importantes del mundo. Por el contrario, recuerdan más fielmente los vivos rojos, azules y amarillos utilizados por el artista cuando creaba su obra. “Desafortunadamente Van Gogh usó pinturas sintéticas que con el tiempo se han ido desvaneciendo”, explica De Wind. El propio artista fue testigo de cómo sus cuadros perdían el brillo que les había dado. Sabía que la pintura utilizada no era buena pero no tenía dinero para comprar algo mejor. Y el deterioro es dramático 125 años después de su muerte.

Conscientes del daño irreparable, los dos holandeses decidieron hacer el experimento de intentar recrear los cuadros del artista con el tono exacto de los colores originales. Van Gogh era ante todo un colorista; por eso ese deterioro implica la pérdida de parte esencial de su obra. Heijs y De Wind  consultaron varias fuentes para devolverle su máximo esplendor. En los centenares de cartas que el holandés escribió a su hermano Theo y a otros artistas –entre ellos Gauguin– encontraron detalladas descripciones de los matices utilizados. También recurrieron a las investigaciones científicas de los químicos que componen las pinturas sintéticas y de cómo se comportan al paso del tiempo. Pidieron la opinión de importantes pintores y diseñadores, echaron mano de programas de computador que permiten reconstruir los colores desvanecidos, y buscaron antiguos dibujos y fotografías de las obras.

La exposición Vincent van Gogh: el genio del color –organizada por Scena Colombia, la Embajada de Holanda y patrocinada por SEMANA y Jet-set– va un paso más allá. Además de regresar los cuadros a lo que debió ser su color original, crearon siete animaciones 3D que literalmente le dan vida a algunas de las pinturas más emblemáticas de Van Gogh. Quien se pare frente a Campo de trigo con cuervos oirá que se avecina una tormenta y verá como los cuervos negros se vienen volando. Otra de las animaciones es la pequeña lámpara de Los comedores de patatas, que se mueve de un lado a otro y hace la penumbra de la habitación aún más notoria.

Estos pequeños videos –explica De Wind– no solo invitan al espectador a dejar volar la imaginación, sino que además resaltan otra particularidad de la obra del holandés: su revolucionaria distribución del espacio dentro del cuadro. A diferencia de las obras de Velázquez o Rembrandt –que dibujan hasta el detalle más insignificante– las de Van Gogh no generan la ilusión óptica de ser una ventana al mundo. En La habitación de Arlés los ángulos de las líneas de la cama, las sillas y la mesa de noche no son rectos y las paredes parecen venirse encima de quien habita el cuarto. Van Gogh no estaba interesado en mostrar exactamente su cuarto, sino en pintarlo como él lo veía. Por eso se daba el lujo de cambiar las reglas de la perspectiva a su antojo. Esto se hace más evidente en las animaciones 3D.

Echando mano de la tecnología disponible hoy, esta exposición resalta las cualidades que convirtieron a Van Gogh en uno de los artistas más importantes de todos los tiempos e invita al visitante a relacionarse con el arte de una manera distinta.