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La presencia de criminales nazis en Argentina está en el centro de esta película .

CINE

Wakolda

Esta cinta argentina de suspenso, situada en 1960 y basada en una novela, recrea el encuentro en la Patagonia de una familia con un misterioso refugiado alemán. **½

3 de mayo de 2014

País: Argentina
Año: 2013
Director: Lucía Puenzo
Guion: Lucía Puenzo, basada en su novela.
Actores: Álex Brendemühl, Natalia Oreiro, Florencia Bado
Duración: 93 min

Esta tercera película de Lucía Puenzo tiene mucho en común con XXY, su ópera prima de 2007. En ambas una familia debe lidiar con niñas ‘anormales’ y en ambas la intervención médica se ve como un ejercicio violento para alcanzar la elusiva normalidad.

Pero buena parte del clima enigmático y ambiguo de la primera ha sido reemplazado por una ‘hilazón’ obvia, casi didáctica; es el paso de una película inclasificable a una de género demarcado.

Aún así Wakolda conserva rastros de esa sensibilidad misteriosa. A eso contribuyen, por ejemplo, los paisajes sublimes y fríamente elegantes de la Patagonia donde sucede o la música del grupo Dirty Three, que en su diálogo de guitarra, violín y batería pasa con total facilidad de lo etéreo a lo extático.

La película está situada en 1960, cerca de Bariloche. Una familia va en un jeep a reabrir un hotel. En una parada coincide con un hombre que se presenta como Helmut Gregor (Álex Brendemühl), un tipo que no habla mucho y que, cuando habla, tiene un extraño acento. La mujer (Natalia Oreiro), que estudió en una escuela alemana, puede conversar con él en ese idioma. Él les propone que sigan en caravana.

La niña de la familia (Florencia Bado) queda impresionada con él. Y él con ella. Le impacta la “armonía en la imperfección de sus medidas”, como escribirá luego en su diario. La niña tiene 12 años, pero parece de nueve. El señor, que es veterinario, dice tener también experiencia en medicina y eventualmente propone un tratamiento que le ayude a acelerar su crecimiento.

La división idiomática de la familia es una de las fuentes del suspenso y una de las decisiones inteligentes de Wakolda. Enzo, el padre (Diego Peretti) queda relegado de la complicidad que se va creando entre su esposa, su hija y el médico alemán. Aunque le advierte a las mujeres que “es nuestro huésped, no el médico de la familia”, la unión de los germanoparlantes continúa a sus espaldas.

De otro lado, la niña entra al colegio alemán de la ciudad y comienza a notar la deferencia con la que tratan a su huésped y amigo, haciéndole sospechar que es más que un simple veterinario.

Hay varias reflexiones interesantes que se pasean por Wakolda. Una es la complicidad de Argentina con los criminales de guerra nazis refugiados allí tras la Segunda Guerra. Otra es la idea de la perfección con la que todos tenemos que lidiar y que los nazis trataron de resolver tenebrosamente. Otra más es la forma en que los padres se preocupan por sus hijos empujándolos a tomar riesgos excesivos.

En fin, ideas hay varias. Pero Wakolda, como está hecha en clave de suspenso, trata de hacerle una especie de cuadratura del círculo a estas ideas, con resultados ni cuadrados ni circulares. El doctor, que debía ser una figura monstruosa para justificar la música tensionante que lo persigue, lo es solo nominalmente y no por lo que hace durante la película. ¿Qué tan villano es un villano que no actúa con villanía? Y sin un malo evidente, una película de género que lo requiere no puede despegar.

CARTELERA

**** Excelente ***1/2 Muy buena ***Buena **1/2 Aceptable **Regular *Mala   

  • Ninfomanía 2 ** 
Lars Von Trier recorre la segunda mitad de la vida de su heroína en la conclusión de su escandaloso ejercicio.
  • A 20 pasos de la fama ***
Documental tradicional, ganador del Oscar este año, que celebra las coristas de la industria discográfica estadounidense. 
  • Ciudad delirio ** ½
Película bien actuada pero plagada de estereotipos sobre un médico español que se enamora de una bailarina caleña.
  • Noé ***

Adaptación del libro de la Biblia de Darren Aronofsky que se bandea entre lo espectacular y lo íntimo.