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24 AÑOS DESPUES

Con el màs europeo de sus equipos, Brasil pretende reconquistar una corona que le ha sido esquiva durante dos décadas.

11 de julio de 1994

EL 5 DE JULIO DE 1982, cuando el delantero italiano Paolo Rossi marcó, en el minuto 74 del segundo tiempo, el gol que sacó del Mundial de España 82 a la Selección Brasil, la mayoría de los comentaristas deportivos empezaron a decir que era necesario europeizar el fútbol brasileño. El esquema de juego vistoso, totalmente ofensivo, había sido superado por la disciplina defensiva de los italianos.

Sin embargo los brasileños no hicieron caso. El mismo director técnico en el Mundial de España, Telé Santana, llegó a México 86 siendo el gran favorito, y esta vez Francia se encargó de eliminarlo de los cuartos de final. Cuatro años más tarde, en Italia y bajo la conducción de Sebastiao Lazaroni, la selección auriverde empezó a cambiar su estilo. Los brasileños mostraron una defensa más compacta, pero no lograron combinar con éxito el estilo europeo con el latino, y por esta razón Brasil quedó eliminada en octavos de final.

Para este Mundial de USA 94 las cosas parecen diferentes. Carlos Alberto Parreira, el técnico auriverde, ha trabajado para lograr fusionar los dos estilos y montar un equipo que sea compacto tanto en la defensa como en el ataque. Para ello tiene dos excelentes recuperadores de pelota: Dunga, un batallador incansable, y Mauro Da Silva, que además de ser un destructor del juego ofensivo se proyecta con claridad al ataque. En la delantera Brasil tiene hombres rápidos, inteligentes y definidores, como Romario, Bebeto y Muller. Sus características hacen de ellos delanteros ideales para el fútbol de hoy.

El problema de Parreira está en el armado. Rai atraviesa por un mal momento, y el hoy capitán de la selección está a punto de terminar en la banca de suplentes. Otro grave problema que afronta Brasil está en el arco. Todavía no se sabe quién va ser el portero titular. En los partidos de preparación se han alternado el puesto Taffarel y Zetti, pero ninguno de los dos es prenda de garantía para el cuerpo técnico.

A pesar de los contratiempos que afronta Brasil a tan pocos días de iniciación del Mundial y frente a una prensa que ya comenzó a pedir la cabeza de su cuerpo técnico, el equipo tricampeón es como los caballos de casta, que siempre ganan de atrás hacia adelante. Por eso es la mayor favorita para alcanzar el título en USA 94.