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¿Dónde jugará Lahm? ¿Responderá Lloris? Preguntas previas a un verdadero clásico. | Foto: AFP

BRASIL 2014

Alemania y Francia, duelo de titanes

Francia y Alemania se ven las caras en un duelo que reedita partidos épicos de los años ochenta y que definirá el rival de Brasil contra Colombia en semifinales.

Alejandro Pérez
3 de julio de 2014

Thomas Müller y Karim Benzema se enfrentarán y este choque resultará en la eliminación de un buen equipo. Las selecciones europeas ya libraron batallas en 1982 y en 1986, épocas en las que Michel Platini aún no habitaba los cubículos de la FIFA y se dejaba las medias caer al lado de Giresse, y partidos en los que los alemanes culebreaban al ritmo creativo de Littbarski e imponían presencia física con la viga humana que era Rummenigge.

Eran lindas esas épocas, estas también.

Alemania es un bloque de solidez y personalidad con Schweinsteiger y Howedes, de buen pie y de disciplina con Lahm, Kroos y Ozil y de recursividad de delantero con Müller y el correlón Schurrle… pero abre pequeñas grietas atrás.

Cuando lo hace, de todas formas, cuenta con el enorme Neuer en el arco, que no solo planta muro bajo los tres palos, también patrulla terreno más allá del área si el peligro hay que alejar.

Francia se puede ver dominada pero puede voltear las acciones, pisar el acelerador y subyugar al rival en dos minutos. En las sociedades de sus volantes morenos que quitan y salen, Matuidi y Pogba, y sus pequeños mediocampistas y mediapuntas como Valbuena y Griezmann se conjuran jugadas y oportunidades para que en gran medida remate Benzema.

Es un escenario muy incierto, perfecto. Así llegaron a cuartos de final:

El camino galo

Francia castigó a Honduras (3-0), castigó a Suiza (5-2) y luego apagó los motores de la puntería contra Ecuador (0-0). En fase de octavos sufrió e incluso apeló a la pierna fuerte sin ser castigado para derrotar a Nigeria (2-0). El balance mundialista lo deja con 10 puntos y +8 en diferencia de gol (anotó 10 veces), una estadística que poco importa, pero da una idea del paso con el que ha atacado.

Deschamps apeló a dos esquemas: uno con y otro sin Giroud. Le funcionó jugar con él contra Suiza, fue el delantero e que abrió el marcador y el portón a la goleada, pero en el resto de partidos se vio perdido y salió con más pena que gloria. Parece encajar mejor en el espíritu del equipo otro impertinente bajito, Griezmann, de gran remate e inventiva.

El equipo se potencia cuando mezcla la potencia violenta de sus morochos del medio campo, con la cabeza rápida de los bajitos para crear opciones de gol, es su clave y su fútbol. Hugo Lloris, como arquero, no deja qué desear pero no ha sido puesto a prueba seriamente. Queda la interrogante sobre su respuesta contra la fertilidad al ataque de su selección rival.

La senda teutona

Alemania empezó con el pie derecho, atropelló a la Portugal de Cristiano Ronaldo (4-0); ese día Müller anotó el primer Hat trick de la Copa y se metió en la puja por la Bota de Oro de inmediato. Luego enfrentó a una selección de Ghana , a la cual no pudo de superar. Sin embargo, al verse abajo reaccionó y empató el partido (2-2) con el gol 15 en mundiales de Klose, que lo vio subirse con Ronaldo al tope de la tabla de goleo histórica.

En la última fecha el equipo de Löw derrotó a Estados Unidos (1-0) con otro tanto de buena factura de Müller. No regaló nada y respondió a las expectativas como primero de su grupo.

No la tuvo nada fácil contra Argelia en cuartos de final, se fue a los extra tiempos (ventaja física para Francia que los evitó), pero hizo la diferencia en los tiempos suplementarios (2-1). Aparecieron Müller con un gran pase gol y Schürrle con viveza, y luego también apareció Özil cuando se necesitaba, pues los argelinos anotaron en la última jugada del partido. Alemania sumó hasta esta ronda 10 puntos y +6 de diferencia de goles (anotó 9 veces).

Löw quizás querrá insistir con Lahm como lateral más que como volante de contención, pues parece entrar mucho más en el circuito de ataque. Otra inquietud es la inclusión de un jugador que no ha respondido por más que anotó un gol, Mario Götze. No ha dejado una grata impresión ni desde el fútbol ni desde el sacrificio.

Sin duda lo que viene a las 11:00 a. m. de este viernes es un choque de trenes, un duelo para el recuerdo, todo para definir un posible rival de Colombia, si vence en la tarde a Brasil.