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Los teutones esperan sacar de carrera a la selección local y aspirar a su cuarto título mundial. | Foto: AFP

BRASIL 2014

Alemania va en busca de su cuarto título mundial

Los dirigidos por Joachim Löw, que se jugarán su paso a la final contra Brasil, han lucido lentos y ahorrativos por momentos, pero su casta sale cuando debe.

7 de julio de 2014

Tras su victoria ante Francia por un gol a cero Alemania aseguró un cupo en la semifinal, jugó con practicidad y sacó el resultado. Muy de acuerdo a la filosofía alemana, no se gastó más tanque del necesario para neutralizar a una Francia que solo lució viva en la última jugada del partido.

La selección alemana ha venido de más a menos. Tras una apabullante victoria 4 a 0 frente a Portugal en su debut, tuvo graves dificultades con Ghana, equipo con el que empató a dos goles y frente al que tuvo que salir a buscar el empate cuando los africanos se fueron en ventaja 2 goles a 1. Luego, ante Estados Unidos jugó un partido más de trámite y no mostró demasiado para vencer, esta vez por la mínima diferencia. De nuevo, económico en esfuerzos.

En octavos de final, Argelia, un equipo que maneja muy bien el balón, puso en serios aprietos a los alemanes, quienes tuvieron que sacar a relucir toda su garra para ganarles de guapos a los argelinos en la prórroga. El partido, que en los 90 minutos reglamentarios no tuvo goles, terminó 2 a 1.

Alemania es un equipo que en este Mundial suele jugar con lo mínimo necesario. Ante Francia tuvo la fortuna de marcar a los 11 minutos del primer tiempo, lo que le permitió bajarle el ritmo al partido. No se debe olvidar que venía de jugar 120 extenuantes minutos ante Argelia. Francia, con su actitud displicente en largos pasajes del partido le facilitó aún más la labor.

Eso hace pensar que los alemanes no tienen mucho qué ofrecer. Sin embargo, esta puede ser una mirada engañosa. Los alemanes, cuando se ven presionados por las circunstancias, parecen tomar un nuevo pulmón, tal como lo mostraron ante Ghana y, sobre todo, en la espectacular prórroga que jugaron con Argelia.

Alemania es un rival de cuidado, que maneja los partidos con técnicas gerenciales. Administra sus fuerzas, incluso su talento. Parece jugar con lo mínimo necesario. Esta no es sólo una característica de este grupo de jugadores sino, en general, de las selecciones alemanas a lo largo de la historia de los mundiales.

Alemania cuenta con jugadores muy talentosos que están al servicio del juego en equipo. Es un equipo que cuenta con variantes y en el banco siempre ha encontrado la solución a sus problemas ya sean defensivos o de ataque. Sus mediocampistas tienen vocación de marca, cierran bien los espacios del rival y varios de ellos saben administrar muy bien el balón y meten pases punzantes a sus muy peligrosos atacantes. Phillip Lahm, que a veces juega de lateral, tiene una visión amplia del juego. Toni Kroos cuenta con un gran remate de media distancia y Bastian Schweinsteiger es muy fuerte en las labores de creación y marca.

Thomas Müller, su goleador, es un jugador hábil que a veces se retrasa varios metros y organiza el ataque.

Sin embargo, Alemania a veces se muestra frágil en defensa. Cuando sus jugadores adelantan sus líneas, dejan espacios que sus rivales pueden aprovechar, como se ha visto en varios de los partidos que ha jugado hasta ahora. A tal punto, que en muchas ocasiones su arquero Manuel Neuer (una ganrantía tremenda bajo los tres palos y fuera de ellos) ha tenido que jugar como si fuera un defensor más y abandonar su área para rechazar el balón.

No debe confiarse nadie de Alemania. Por un lado, la historia dice que han llegado a disputar la final de dos o tres mundiales jugando a los trancazos. Este es un equipo que a ratos luce impreciso, lento y perezoso. Pero, ante todo, es un equipo con casta, con jugadores muy peligrosos y que, cuando se ve en la necesidad de esforzarse, lo hace hasta invertir en ello hasta el último aliento. Como lo hizo ante Argelia