Alguno se tenía que ir

Así son los mundiales. Alguien tiene que irse, así no pierda, así haya hecho méritos de sobra para estar entre los cuatro mejores del torneo. Por eso Argentina, el equipo que deslumbró en la primera fase, ya no está. Y estuvo a punto de lograr la hazaña de derrotar a Alemania en el estadio Olímpico de Berlín. Pero José Néstor Peckermann, técnico de Argentina, tal vez agobiado por la inesperada lesión de su arquero Abbondancieri, no quiso meter a Lionel Messi para que intentara romper la no muy sólida defensa alemana con sus endiabladas gambetas. Peckermann le hizo caso a la ortodoxia y luego de 120 minutos de juego intenso pero a ratos muy especulativo la ruleta rusa de los lanzamientos desde el punto penal decidió que Alemania sigue en su Mundial.
De todas maneras Argentina se va con la frente en alto. No perdió ningún partido, dejó opara el recuerdo dos de los cinco mejores goles del torneo, y la promesa de Tévez, Messi, Ursari y tantos otros que apenas comienzan a despuntar en la elite del fútbol mundial.
En la tarde colombiana Italia recuperó el esplendor que había mostrado ante Ghana en su debut y venció a una muy digna Ucrania. El 3 a 0 es un resultado exagerado pouesto que los ucranianos jugaron por momenbtos muy bien y exigieron a la defensa italiana.
Hoy se conocen los otros dos semifinalistas del Mundial. Todo parece indicar que serán Brasil y Portugal. Aunque Francia ha mejorado bastante, no parece estar a la altura para contener el poderío ofensivo de Brasil.
Por su parte, Portugal ha jugado mucho mejor que una Inglaterra que quiere pero no puede.
De todas maneras todo indica que serán dos partidos que los cuatro equipos jugarán a muerte.