Argelia histórica, enfrentará a Alemania en octavos de final

Se jugaba la vida y se jugaba la historia. Argelia no había accedido jamás a los octavos de final y enfrentaba a la Rusia de Capello, amarrada en su fútbol y tan peligrosa como un oso dormido. Argelia empató el partido y con cuatro puntos superó a Rusia y a Corea, entró con méritos a la fiesta de los 16.

El partido empezó honesto, Rusia esperó a que Argelia desplegara su intención de ataque, y en efecto, el equipo africano salió con la misma disposición que contra Corea: buscar goles. A la cancha fueron Djabou, Brahimi, Feghouli, Slimani, la formación de ataque y sorpresa. Pero no con nombres se crea peligro.

Los de Capello aguantaron cinco minutos y en su primera intención al ataque armaron una conexión letal. Por derecha, diagonal al área y cerca de la línea, Kombarov soltó un centre potente. Kokorin surcó los aires, en el vuelo recordó el increíble gol que falló contra los belgas, esta vez corrigió el rumbo. Cabeceó duro a la esquina, imposible para Mbolhi y adentro.

Antes del inicio del juego, la presión del partido la sentían los hombros rusos, pero a los seis minutos la marea y la necesidad cambiaron de dueño. El uno a cero clasificaba a los europeos. El técnico Halilhodzic no se amilanó frente al reto histórico y animó a su equipo. Estaba a un gol de empatar y romper la barrera de octavos de final que los héroes de España 82 no habían conquistado por amañanado acuerdo entre alemanes y austriacos en Gijón, que llevó a la FIFA a establecer definición simultánea de los grupo.

Rusia se paró férrea atrás, y los hombres rápidos de Argelia poco podían hacer para armar peligro. Tenían el balón, pero veían un portón cerrado cuando intentaban triangular con pases y crear remates a puerta. Rusia no fue a buscar el de la muerte, pero no desaprovechaba tampoco las salidas rápidas y los remates de media distancia que conseguía cuando el rival se jugaba al ataque. Shatov remató cerca al arco en el minuto 26. La más clara de Argelia llegó al minuto 43, cuando Slimani venció a su marcador en un tiro de esquina, cabeceó, y el balón encontró, de todos los lugares de la puerta justo el que ocupada el portero Akinfeev.

La segunda mitad presentó solo el cambio de Glushakov por Denisov. Pero desde el inicio se vio mucho más fútbol. Y fue Rusia la que pegó primero. En una jugada que pudo cambiar el destino de ambos equipos, Samedov encontró a Kokorín en el área, lo dejó mano a mano y un enorme Mbolhi salvó patria. La oportunidad más clara para el dos a cero se quedó en anécdota por la buena reacción del portero –portador de una barba hermana a la del también portero Howard.

Argelia tenía vida, y empujó. Se conectó mejor Feghouli por derecha, empezó a desbordar, lograr faltas y tiros libres. Por el otro lado llegaría el gol.  Al minuto 60, un valiente Djabou robó una pelota que Kozlov parecía tener controlada cerca a la raya lateral y a la altura del área rusa; superado, el 2 ruso cometió falta, una determinante.

Cobró Brahimi –total dínamo-, Akinfeev leyó mal la pelota, fue responsable, y Slimani, de nuevo, como contra Corea, se vistió de historia. Puso su cabeza, redirigió el balón como un martillazo al piso e infló la malla. El gol tatuó el marcador definitivo del juego y una memoria inolvidable en las caras pintadas de los argelinos. Rusia buscó el triunfo solo cuando lo necesitó, y pagó un precio caro. Le resta esperar ahora a su propio mundial en solo cuatro años.

Por primera vez Argelia accede a los octavos de final, y sin nada que perder, enfrentará a Alemania el lunes 30 en el estadio Beira Río de Portoalegre. El último duelo entre argelinos y alemanes en un mundial resultó 2 a 1 a favor de Argelia. ¿Se repetirá la historia?

Así se vivió lo previo, el partido y la celebración de la clasificación de Argelia por los argelinos, en el estadio, en la cancha, en los medios y en las calles. El video no está traducido, pero es un testimonio audiovisual interesante. Cortesía Algérie 360º.