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Será la tercera participación de los helénicos en una Copa del Mundo. | Foto: EFE

MUNDIAL

Grecia, un rival duro de roer

La selección helénica clasificó a Brasil 2014 luego de eliminar a Rumania, el fantasma mundialista de Colombia.

7 de diciembre de 2013

El mismo día en que Colombia enfrentaba en Ámsterdam su último partido del año en amistoso frente a Holanda, la selección de Grecia se jugaba la vida por asegurar su pase al próximo mundial en el campo de Rumania.

El equipo helénico había derivado en esta instancia al finalizar en el segundo puesto del grupo G de la fase de clasificación europea por debajo de la sorprendente Bosnia, con los mismos 25 puntos pero con una diferencia de gol abismal en su contra (ocho anotaciones frente a 24 de los bosnios).      
Precisamente la falta de gol es lo que más acusa este seleccionado, lo cual compensa con la propia seguridad de su arco. De ahí que algunos críticos lo refieran como un conjunto “equilibrado”. 

De los diez partidos que disputó en el grupo tuvo ocho victorias, seis de estas por un gol de diferencia. Derrotó por 2-0 en su primer juego como local a Lituania y por el mismo marcador venció también en casa a la modesta selección de Liechenstein, última en el grupo, la misma a la cual Bosnia le anotó ocho goles de visitante.

Justamente el empate 0-0 en su feudo frente a los bosnios y la estrepitosa derrota a domicilio 3-1 ante el mismo rival fueron los resultados que al final le costaron la clasificación directa a los griegos, ubicados en la casilla 12 del actual ranquin de la Fifa. 

Pasado compartido
La primera Copa Mundo a la que asistió Grecia fue la realizada en Estados Unidos 94, y uno de los partidos amistosos que jugó a 12 días del mundial lo hizo en Nueva Jersey ante una de las selecciones más prometedoras del torneo: Colombia.

En aquel encuentro los cafeteros vencieron 2-0 a los griegos, que “hicieron todo, menos jugar a la pelota”, tal como entonces comentaba Adolfo Pérez, hoy en el cubrimiento del sorteo mundialista desde tierras brasileñas. No obstante, en el mundial ambos seleccionados caerían eliminados en primera ronda.

El debut de Colombia terminó con una súbita derrota 1-3 ante la Rumania liderada por Gheorge Hagi, que a partir de allí se convertiría en un viejo conocido de la ‘tricolor’. Por su parte Grecia caería 4-0 ante la Argentina de Diego Armando Maradona, entonces subcampeona del mundo, en un partido recordado por el último gol del ‘pelusa’ con la camiseta albiceleste. 

Colombia continuaría su participación en suelo estadounidense con la derrota más amarga de su historia ante el anfitrión y en el último juego conseguiría su única victoria del certamen ante Suiza. Por su parte, Grecia recibiría la misma dosis de su primera salida frente a Bulgaria (4-0) y ajustaría su tercera derrota en línea frente a Nigeria (2-0).  

Pero mientras la selección colombiana conservó la misma camada de jugadores que impulsarían la llegada al siguiente mundial de Francia 98, en donde el representativo de Rumania se encargaría de desterrar de nuevo desde el comienzo toda ilusión del pase a una siguiente ronda, el equipo griego emprendería una renovación gradual desde sus jugadores hasta el cuerpo técnico. 

Los fracasos sucesivos en la clasificación a los mundiales de Francia 98 y Corea – Japón 2002, así como a las eurocopas de 1996 y 2000, llevaron a los subsecuentes cambios de entrenador que derivaron en el alemán Otto Rehhagel a la cabeza de un conjunto comandado, entre otros, por Antonios Nikopolidis en el arco, Traianos Dellas en la defensa, Angelos Basinas y Theodoros Zagorakis en el medio y Angelos Charisteas en el ataque.  
  
En 2004, el llamado año de los equipos chicos (con Once Caldas campeón de Libertadores y Porto reinante de la Champions League), Grecia alcanzó la Eurocopa con victorias por la mínima en el partido de apertura y final frente al anfitrión Portugal. 

No obstante, cuatro años después Grecia perdía los tres partidos de la fase de grupos de la eurocopa Austria-Suiza 2008 ante España, Suecia y Rusia. De esta manera se convirtió en el primer campeón vigente que no pudo revalidar su título europeo.

Rehhagel permanecería al frente de la selección griega hasta su clasificación a Sudáfrica 2010, donde se enfrentaría de nuevo a Argentina y Nigeria. Frente a esta última conseguiría su única victoria en su historia mundialista. 

Tras la competición, el técnico alemán renuncia a su cargo. Un portugués se encarga de suplirlo: Fernando Santos. Este trata de inyectarle un poder más ofensivo a su equipo con las figuras de Dimitris Salpingidis, Kostas Mitroglou y Georgios Samaras en el frente de ataque.

Sin embargo, como quedó demostrado en la clasificación a Brasil, la fortaleza del plantel griego no deja de ser la defensa. Los goles apenas volvieron en el partido definitivo: 3-1 contra Rumania en la ida del repechaje; Grecia no marcaba tres goles en un partido oficial desde hacía dos años, y con ello, sumado al empate 1-1 en la vuelta, encarriló el pase mundialista y la despedida al fantasma rumano para Colombia. 

El técnico Santos resumió así el duelo del debut: “tenemos nuestras características, sabemos defender bien y estamos intentando hacer bien otras cosas; seguramente es un fútbol diferente al que practica Colombia, pero va a ser un buen partido ante ellos”.