El rebusque colombiano en el Mundial

Los alrededores de la Arena Corinthians en Sao Paolo parece un mercado persa. Por todas partes venden camisetas de Brasil, banderas, pitos, cornetas, las odiadas vuvuzelas, comida, cerveza. Hay dos categorías de ambulantes: los que vienen a hacer negocio al Mundial: brasileños, peruanos. Y el resto, hinchas que llegaron por tierra con pocos pesos en los bolsillos y se rebuscan lo de la dormida y la comida en una ciudad donde los precios rozan con lo absurdo.

Decenas de colombianos están en ese plan. Venden pitos ‘verde amarelos’, cobran por tomarse fotos con otros hinchas, hacen tatuajes temporales o le ponen manillas a la gente. Augusto ofrece camisetas de Brasil y Croacia. Le contó a Semana.com que llegó hace un día a Sao Paulo, vino en bus por Ecuador, Perú y Bolivia y quiere llegar a Belo Horizonte, donde Colombia juega el sábado con Grecia.

Esta es la galería de los colombianos, y otros latinos de Perú, Chile, Brasil, que se la rebuscan a orillas de la Itaquerao, donde se inaugura el Mundial. Una actividad que tiene fecha límite, pues la FIFA prohibió la presencia de ambulantes en los alrededores del estadio y ellos tendrán que buscar ganarse unos reales en otras partes.

Una galeria de sacrificios, como para que quede claro que cuando se trata de pasión, no hay ningún límite.

¡Dos pitos a cinco reales!

La Copa original
Un colombiano mandó a hacer una réplica del trofeo, es dorada y pesa dos kilos. Cobra dos reales por foto.

El tatuaje
Un colombiano que vive en Costa Rica se vino con todo el kit.

¡Lleve la manilla!

El hincha oficial
Estos dos aficionados se vinieron de Colombia por Leticia. Les ha tocado lavar parabrisas de carros y ahora se ganan unos reales posando con seguidores de otros equipos.

¡La de Brasil, la de Brasil!

Saltimbanquis chilenos

Trodamundos de Harlem, estilo brasileño
Habilidad pura por menos de un real.

Los peruanos que sí llegaron al Mundial

El sombrero a 20 reales para los brasileños
Para el resto cuesta 25.

Dos Fulecos a mil

La verde amarela, a la orden

¡Hola amor!
Un recuerdo brasileño por unos centavos.

Comidinha

En la buena