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FÚTBOL: CUARTO CLÁSICO

Barsa, Madrid y las quejas del fútbol

Real Madrid y Barcelona se enfrentan por cuarta vez. Ha sido un mes de "clásicos" y pocos hablan del balón. ¿Dónde quedó el fútbol?

Alianza BBC
3 de mayo de 2011

Se ofreció como el máximo espectáculo que podía existir en fútbol. En poco más de dos semanas chocarían cuatro veces sobre un terreno de juego el Real Madrid contra el Barcelona, Messi vs. Ronaldo, la practicidad de Mourinho frente a la ideología de Guardiola.

Pero a horas de que se dispute el último partido de los cuatro, la sensación general está muy lejos de la expectativa inicial. Hasta el entrenador del Barcelona, Guardiola, soltó con tintes de alivio la frase "mañana se acaba todo" durante la conferencia de prensa previa al partido.

El pasado fin de semana el periódico inglés The Guardian dedicó la portada de su sección de deportes a un artículo escrito por una llamado "Futbolista secreto" titulado: "¿Por qué la batalla del Bernabéu me mandó a la cama maldiciendo?". En el texto amplía la idea al agregar "… maldiciendo en lo que se está convirtiendo el fútbol".

No se trata de valorar la opinión de un futbolista anónimo, pero hemos visto repetida su opinión en otras columnas, de otros periodistas y en muchos foros colgados en Internet.
¿Por qué? Porque después de tres clásicos jugados y 300 minutos de fútbol sobre la cancha entre los supuestos mejores equipos del mundo se habla más de lo que ha pasado fuera el terreno de juego.

Polémica sin balón
En la discusión no hay espacio para la magia de un jugador como es el argentino Lionel Messi, con su fantástico gol y su espectacular manera de divertirse con el balón. Tampoco lo hay para impresionante ejecución de Cristiano Ronaldo, elevado por el aire, para conectar el preciso centro de un gran Di María que le dio el título al Madrid en la Copa del Rey.

No. Desde la "batalla del Bernabéu" y antes de ella de lo que se escribe y habla es de la tarjeta roja a Pepé, de la exageración de Alves, de los pisotones de Arbeloa y Marcelo o de la gran "actuación" de Busquets, quien durante los últimos años se ha convertido en protagonista de las coreografías de ciencia ficción más claras en el fútbol.

Pero todos ellos han tenido un papel secundario ante la presencia de Jose Mourinho y Pep Guardiola. El primero, por remover los fundamentos de un deporte y convertirlo en casi un enfrentamiento violento para justificar un resultado, y el segundo, por soltar insultos en público y permitir el teatro/engaño de sus jugadores durante los partidos.

También ha habido denuncias entre ambos clubes y la crispación ha llegado a tal punto, que el seleccionador de la España campeona mundial, Vicente del Bosque, ha expresado su preocupación por el legado que pueda dejar estos duelos entre sus jugadores, muchos de ellos peleados y golpeados sobre el terreno de juego.

Todavía faltan 90 minutos o un poco más para cerrar el capítulo de "clásicos" por esta temporada (al comienzo de la siguiente, en agosto, habrán otros dos). Es una oportunidad para cambiar el guión y volver a poner el balón de protagonista.

Pese a lo dicho y lo hecho, en fútbol suele tener prioridad el presente. En el pasado quedaron los partidos de Liga (5-0 en el Camp Nou y el empate a uno en la vuelta), el título del Madrid en la copa y la victoria azulgrana en la ida por la Champions. Después del partido de esta noche habrá un equipo clasificado en la final de la Liga de Campeones y muchos otros balones rodando por campos del mundo.