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Origi es el tercer belga que anota después de ingresar desde el banco. | Foto: AFP

BRASIL 2014

A Bélgica le gusta el drama, al minuto 88 derrotó a Rusia

Dos equipos que lideraron sus grupos en eliminatorias se alternaron la posesión y las oportunidades, pero al final primaron el talento de Hazard y la definición de Origi.

Alejandro Pérez
22 de junio de 2014

Cuando faltaban dos minutos para terminar el partido, con dos rusos en el suelo tras marcarse entre sí, se prendió una descolgada furiosa. Producto de esta, Eden Hazard recibió cerca al área, supo penetrar por izquierda, dejar atrás su marca y asistir con pase de la muerte a Origi que de remate seco y arriba venció a Akinfeev y celebró el único gol del partido. Como esa jugada, la historia del partido fue una de vaivenes.

Como ya lo habían hecho en el debut contra Argelia, antes de voltear la historia, al minuto 70 el técnico Wilmots y su hinchada belga mostraban sus caras largas. Los rusos tenían la iniciativa, le habían robado el balón a su equipo desde el minuto 30, y hacían méritos para ganarlo. Sus futbolistas más representativos parecían anestesiados, una vez más cacheteados por el pánico escénico y ahogados por el control de pelota ruso. No aparecía De Bruyne, no aparecía Hazard y Lukaku -la muestra del jugador que desaparece cuando su equipo lo necesita- había sido sustituído al 57. 

Pero la curva de Bélgica fue distinta a la del primer partido, casi opuesta. En este salió a comerse la cancha con talento, y fue perdiendo gasolina. El desborde de Mertens, esta vez titular, creó mucho peligro por derecha en el primer tiempo, pero el mediocampista jamás supo resolver bien cuando se vio de cara al portero, ni en el pase ni en el remate.

Rusia vino de menos a más, y pasado el bombardeo inicial de 20 minutos tuvo el claro dominio. A pesar del penal no pitado a su favor, tras falta clara de Anderweireld sobre Kanunnikov, siguió intentando pero dio muestra de pobre definición, capturada toda en un impresionante centre de Glushakov que Kokorin, solo frente al portero, no supo dirigir dentro. La más clara del juego.
En su debut contra Argelia, Bélgica se fue abajo y los muchachos que ingresaron desde el banco le cambiaron la cara al partido. Esta vez, la historia se repitió. 

La entrada de Mirallas al 74 por Mertens –que ya había perdido brillo- y de Origi –entró al 54 y metió la pelota definitiva al 88- fueron claves para definir el resultado de un juego que no lució, que no fue un espectáculo, pero que no se fue en ceros. La entrada de Mirallas fue especialmente revulsiva: rompió la lentitud mental belga, y al estrellar un balón en el palo al 83 despertó a su equipo. Y entonces fue el Bélgica animado de nuevo, el del comienzo, y llegó Hazard cerca al final, y burló su marca, y sirvió un pase gol clave Origi, para catapultar a Bélgica, con seis puntos de seis disputados hacia los octavos de final.