Home

Deportes

Artículo

Lionel Messi jugó 69 partidos en la temporada con su club Barcelona. | Foto: AFP

COPA AMÉRICA

Cansancio, el jugador número 12 de la Copa

El nivel que han mostrado los equipos es parejo por lo bajo y los protagonistas resienten la cantidad partidos jugados.

26 de junio de 2015

Los cuartos de final arrancaron con un partido intenso, pero no necesariamente bien jugado. Chile y Uruguay corrieron, pegaron, lucharon pero poco jugaron. El encuentro fue un retrato de esta Copa América que sigue sin engranar. Por ahora, solo el partido entre Bolivia y Ecuador se quedó en la retina de los aficionados.

A pesar de las altísimas expectativas, la Copa está nivelada por lo bajo. La expectativa era altísima, como pocas veces las superestrellas que brillan domingo a domingo en el fútbol europeo se darían cita en una competencia continental, había promesa de buen fútbol, pero todo se quedó en eso: en promesas.

Pero el rendimiento de los equipos tiene una explicación o al menos un atenuante que merece ser analizado. Los jugadores más destacados de las selecciones  han jugado por lo menos 40 partidos durante la temporada (que se cuenta de junio a junio). Los protagonistas de élite como Lionel Messi, Alexis Sánchez, Neymar o Dani Alves tienen en sus espaldas más de 60 partidos. Messi, por ejemplo estuvo presente en 69 juegos, una barbaridad.

El diario deportivo Olé, de Argentina, señaló que los futbolistas del plantel argentino sumaron 708 partidos en sus clubes durante la temporada 2014/2015. Ningún equipo de esta Copa iguala esa cifra. "No somos máquinas. Es normal que la cuestión física y mental pueda incidir en muchos jugadores”, dijo el lateral Pablo Zabaleta en entrevista con el canal ESPN.

Y es que ha sido una constante ver que los equipos tienen un rendimiento aceptable en los primeros tiempos para luego deambular en la cancha en las segundas mitades. “La intensidad baja, más cuando el resultado no favorece”, aseguró el técnico de la Selección Colombia José Pékerman, en una rueda de prensa.

Cortocircuito


La calidad de los partidos abrió una interesante controversia: ¿vale la pena organizar estas competiciones a penas se acaban las temporadas en Europa? La respuesta de los directivos y los hinchas es afirmativa. Los primeros han optado por la multiplicación de partidos, así haya que sacrificar la calidad de los partidos. “La intensidad está garantizada, es cierto que hay que mejorar mucho, pero lo importante es ganar”, señaló Jorge ‘El mago’ Valdivia que fue la figura del triunfo chileno ante Uruguay.

Precisamente los jugadores terminan siendo los más sacrificados. Basta con ver el caso de Carlos Tévez que el sábado 6 de junio estaba jugando la fina del Champions League con su equipo el Juventus y siete días después apenas pudo tocar algunos balones con su selección ante un rival complejo como Paraguay.

Los aficionados cuestionan por qué en el Mundial se vio un fútbol tan vistoso y en la Copa América apenas si se puede aplaudir alguna jugada. La respuesta se resume en el cortocircuito que hay entre la Conmebol y la UEFA. Cada organización jala para su lado, sus competiciones priman, tan sólo la FIFA puede mediar en los años de Mundial, cuando ordena acabar todo competición un mes antes. De lo contrario, el nivel haría sido similar.

Hay que aceptar que la Copa América se convirtió en un torneo intenso, que presenta partidos disputados, interesantes, pero no memorables. Las selecciones del continente americano venden caras las derrotas por el orgullo que siempre han tenido, pero es claro que ni los mejores jugadores del mundo han podido superar al cansancio, el jugador número 12.