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CONTANTES Y SONANTES

Por primera vez en Francia 98 el precio de los equiposcoincide con su favoritismo. Los más opcionadossuperan los 100 millones de dólares.

8 de junio de 1998

La pasada fue una semana crucial en la ruta que conduce a Francia 98. Meses de incertidumbre, cábalas y apuestas entre millones de aficionados y conocedores llegaron a su fin. Después de una larga espera por fin se dieron a conocerlos nombres de los futbolistas que estarán presentes en el último torneo mundial del siglo XX.
Aunque hubo algunas sorpresas _y en las listas finales aparecieron los nombres de varios jugadores que no figuraban en las cuentas de nadie_, lo cierto es que, por primera vez en muchos años, el valor de las selecciones está directamente relacionado con su grado de favoritismo para alzarse con el título.
Brasil, el más opcionado para ganar la copa, respalda su favoritismo con la nómina más costosa de todas las que participarán en Francia 98. Los 11 jugadores titulares designados por el 'Lobo' Zagallo para el primer partido contra Escocia están valorados en 155,5 millones de dólares. Cerca _en precio y en opciones_ está la selección inglesa, tasada en 126,8 millones de dólares. Y después, coincidiendo con las casas de apuestas de Londres y Las Vegas, están las escuadras de Italia, Argentina, Alemania y Francia. El costo de cada uno de estos planteles coincide con el orden trazado por las apuestas (ver gráficos).
Afirmar que estas seis selecciones son las mejores no es ningún descubrimiento. Al fin de cuentas siempre lo han sido. Lo curioso en esta oportunidad, aparte de las exorbitantes cifras, es que la relación precio-favoritismo coincide casi exactamente, faltando tan sólo cuatro semanas para el pitazo inicial del evento. Eso, por supuesto, no dice nada del resultado. A pesar de que algunos analistas consideran infalibles las cifras y las estadísticas la realidad es que en el fútbol toda verdad es relativa. Por fortuna el balompié es uno de los deportes en los cuales los ricos no siempre son los que ganan y eso deja un espacio para soñar