Home

Deportes

Artículo

SANTA FE CAMPEÓN

Desde entonces soy así, santafereño - Fernando González Pacheco

Porque ser santafereño es eso, una forma de ser. Lo que significa tener corazón para las más diversas sensaciones.

Fernando González Pacheco
16 de julio de 2012

No sé por qué razón, quizás por el color (o a lo mejor por el buen gusto) los republicanos que llegamos a Colombia huyendo de los horrores de la Guerra Civil Española nos hicimos seguidores del Santa Fe. Recuerdo a mi padre encontrándose con muchos compatriotas en la tribuna de occidental.
 
Desde entonces soy así, santafereño. Porque ser santafereño es eso, una forma de ser. Lo que significa tener corazón para las más diversas sensaciones. Y es que Santa Fe nos regala momentos inolvidables como el famoso gol en el último minuto de cabeza de Pandolfi contra el América. O los goles, más recientes, del ‘Tren’ Valencia. Pero ese mismo equipo es capaz de ponernos al borde del infarto o del suicidio. De alguna manera, ser santafereño también es ser masoquista: cuando gana, nos hace sufrir tanto como cuando pierde. Quién no lo ha padecido al menos una vez.
 
Lo que no saben quienes poco entienden nuestro amor por Santa Fe es que esas victorias tiene un sabor único para nosotros. La dicha no es doble, es triple.
 
Lo que voy a decir ahora lo decía con total tranquilidad hace años, pero en medio de las difíciles circunstancia que vive el país me obliga a advertir que se trata de una simple broma: confieso que –y esa es otra de las condiciones de ser santafereño- disfruto, mucho más, pero mucho más, una derrota de Millonarios que una victoria de Santa Fe. Eso lo saben bien mis mejores amigos, casi todos hinchas azules.
 
Han pasado muchos años desde esas tardes de la mano de mi padre en El Campín y otros tantos de mis primeros años de colegio en el Gimnasio Moderno, donde se acrecentó ese amor por Santa Fe, el mismo que no ha dejado de crecer jamás, así a veces los malos resultados me hayan hecho flaquear apenas un segundo, para ser más santafereño en el siguiente.