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DISPUESTOS A ARRASAR

La posibilidad de que los mejores clubes organicen su propio torneo tiene temblando al fútbol de Europa.

7 de septiembre de 1998

El pasado viernes 17 de julio una docena de representantes de los clubes de fútbol más importantes de Europa viajaron de París a Londres con el fin sostener una inusual reunión. Iban a discutir un tema que amenaza los cimientos delfútbol en el viejo continente y tiene temblando a la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol, Uefa.
Durante dos días se encontraron en las afueras de la capital inglesa, entre otros, los hombres fuertes del Barcelona y el Real Madrid de España, el Ajax de Holanda, el Manchester de Inglaterra y los equipos italianos Inter, Juventus y Milan. El sábado 18 y el domingo 19 el grupo sostuvo prolongadas conversaciones. Muy pocas personas, sin embargo, se dieron cuenta de la reunión ya que por esos días el tema de moda era Francia 98. Pero las personas que se percataron del encuentro no dejaron de especular sobre cuál era el motivo que tenía sentados en la misma mesa a los jerarcas de los clubes más poderosos y ricos del mundo.
El lunes 20 de julio dos periódicos, el alemán Bild y el británico Sunday Telegraph, terminaron con el suspenso. Los dos diarios lograron establecer que el motivo de las conversaciones no era otro que el de diseñar las líneas maestras de una competición que les permitiría a los clubes involucrados multiplicar sus ingresos a partir de la temporada 2000-2001, deshaciéndose de la tutela de la Uefa. En otras palabras, los equipos reunidos en Londres aprobaron los lineamientos generales de un torneo independiente de los que ya existen en el que sólo tendría cabida un número limitado de miembros.
El tema ha dado para grandes polémicas y no todos están de acuerdo con la idea. El miércoles de la semana pasada Franz Beckenbauer, presidente del Bayern Munich, afirmó que no ve conveniente la creación inmediata de lo que muchos llaman desde ya la 'superliga', pues considera que las ligas nacionales y la liga europea cumplen por ahora con sus fines acertadamente. No descartó, sin embargo, que en un futuro lejano sea una realidad esta iniciativa.
Pero lo cierto del caso es que el proyecto parece ir viento en popa. Según los periódicos que dieron a conocer la noticia, la agremiación la conformarían entre 12 y 16 clubes, que jugarían cada miércoles entre septiembre y marzo, divididos en dos grupos. En abril y mayo se disputarían los cuartos de final, las semifinales y la final. Y la gestión y administración se haría por medio de una sociedad especialmente creada para el caso.
En la 'superliga' no sólo actuarían los equipos con las mejores y más costosas nóminas de jugadores del planeta sino los de mayor jerarquía, títulos, historia y fortaleza de Europa. Aquellos que atraen más cantidad de espectadores, patrocinadores y generan los mayores ingresos por derechos televisivos. Y es ahí donde radica el problema que en estos momentos desvela a la Uefa y a la Fifa.
Pero por tratarse de una iniciativa que proviene de algunos de los oncenos más grandes y prestigiosos del planeta no es mucho lo que han podido hacer. La Uefa y la Fifa son conscientes, y lo han demostrado en repetidas oportunidades, de que no pueden hablarle igual de duro al Barcelona, al Milan o al Bayern que a cualquier otro club, pues de hacerlo afectarían directamente sus propios intereses. Y eso es lo que los tiene en estos momentos en una encrucijada.

Un viejo sueño
El proyecto no es nuevo. Hace ya varios años que algunos de los principales clubes europeos barajan la idea de tener una plaza en una competencia lucrativa sin tener que pelear una clasificación para llegar a ella o sin tener que ganar un torneo para obtener un cupo. Los participantes serían los mismos siempre sin importar los resultados conseguidos en sus respectivas ligas. En el pasado, no obstante, las diferencias entre los clubes les impidieron llegar al menos a un acuerdo preliminar. Pero en Londres no sólo se logró acabar con los desacuerdos existentes sino que se avanzó considerablemente en el diseño del torneo, lo que permite afirmar que la creación de la 'superliga' superó el escollo más difícil: congeniar los intereses de todos los clubes que participarían en ella.
Los jerarcas de la Uefa, conscientes de que la amenaza es grande, parecen dispuestos a hacer concesiones con tal de no perder a los clubes más taquilleros. Después de que se tuvo noticia de la reunión de Londres modificó la fórmula de su competición más prestigiosa: la liga de campeones. Esta pasará de seis grupos de cuatro equipos a cuatro grupos de seis equipos a partir de la temporada 1999-2000 con el fin de aumentar el número de partidos. Los beneficiados con esta medida serán los clubes participantes _casi siempre los superclubes_, que tendrán mayores ingresos por venta de entradas, derechos televisivos y publicitarios.
Pero esto no es todo. Para intentar contrarrestar los planes de esos equipos, y en vista de que no puede amenazarlos o sancionarlos, la Uefa aceptó además reservar en la liga de campeones dos plazas, en lugar de una, para cada uno de los países con las ligas más importantes: España, Inglaterra, Alemania, Italia, Holanda y Francia.
Algunos dan como un hecho la creación de la 'superliga', que según lo planeado estaría en actividad en un plazo máximo de dos años. Lo único que podría impedirla, al parecer, sería que la Uefa cediera a todas las pretensiones de los grandes equipos con tal de evitar que armen rancho aparte. Y falta ver si está dispuesta a darse esa pela.