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¿Dónde está el piloto?

A dos meses de que la selección de mayores juegue su próximo partido para las eliminatorias, la Federación sigue sin nombrar el reemplazo de Maturana. ¿Qué esperan?

19 de enero de 2004

De 12 puntos posibles, la Selección Colombia de Mayores sólo ha conseguido uno en la eliminatoria al Mundial Alemania 2006. Esto significó la salida de la dirección técnica de Francisco Maturana en noviembre pasado, después del empate a un gol del equipo nacional ante Argentina en Barranquilla. La crisis que se había desatado con las derrotas en los dos partidos iniciales ante Brasil y Bolivia tocó fondo con una caída más ante Venezuela -en casa- y un empate que no fue suficiente ni para calmar a los hinchas que exigían triunfos ni para salir del frío sótano de la tabla de posiciones de las eliminatorias. Maturana se fue y nada ha pasado, a pesar de que los días siguen corriendo y ya sólo restan un poco más de dos meses para que la selección afronte su quinto partido en Lima ante la de Perú. En este tiempo se ha especulado con toda una baraja de nombres: Jaime de la Pava, Jorge Luis Pinto, Eduardo Retat, Luis Augusto 'El Chiqui' García, y tantos otros técnicos extranjeros. Sin embargo la Federación sigue sin pronunciarse y el estratega que se haga cargo de la selección cada vez tendrá menos tiempo para acoplar un buen equipo. A finales de 2003, algún sector de la prensa justificaba la posición de la Federación desde el punto de vista económico, pues si el nombramiento se llevaba a cabo en diciembre esto implicaría pagar un salario por un mes casi muerto en programación de partidos amistosos. Pero la prudencia en el campo económico -si existe- ha ido demasiado lejos, y quien venga no tendrá más remedio que jugársela sin mucha preparación. La mayoría piensa que De la Pava es la opción número uno de la Federación y por eso están esperando el resultado final del torneo Preolímpico que se celebra por estos días en Chile. El propio técnico ha dicho que su trayectoria no debe ser juzgada solamente por lo que haga en este torneo. Y si no es él, ¿por qué la Federación no ha anunciado al nuevo técnico? Si la Federación aguarda el resultado del torneo sub-23, ¿qué esperan realmente de un torneo que sólo otorga dos cupos a los Juegos Olímpicos y en el que, por obvias razones, los favoritos casi que excluyentes son Argentina y Brasil, y Chile tiene la tercera opción por ser el país sede del torneo? Aun así, De la Pava también ha cumplido con la sub-23 hasta el momento, pues al cierre de esta edición tenía un pie en la siguiente fase del torneo luego de derrotar a Perú y a Bolivia y de superar un opaco debut ante Ecuador. Los detractores de De la Pava aseguran que es muy diferente dirigir una selección juvenil a una de mayores, pero esta regla no siempre se cumple. Basta ver a Nelson Acosta, director técnico de la selección mayores de Bolivia y también de la sub-23, y comprobar su pobre participación en el Preolímpico. El otro nombre que suena mucho, obviamente por lo conseguido en el mundial sub-20 de Emiratos Arabes, es el de Reinaldo Rueda. Un amplio sector de la prensa apoya su nombre, pues la selección que orientó no sólo llegó al tercer puesto del torneo sino que también mostró un orden táctico y un fútbol práctico y vistoso. Pero todo esto, hablando de la Selección Mayores, puede ser una falacia. Tanto Rueda como De la Pava han tenido mucho tiempo con los jugadores que convocan y han podido practicar todo tipo de variantes contando con varios días de concentraciones, algo que con la selección mayor no podrían tener. Tampoco pueden apoyarse en la base de un club colombiano que sobresalga por su nómina y que cuente con la mayoría de 'los convocables' a la selección, como a finales de los 80 lo tuvo Francisco Maturana con el Atlético Nacional. Casos se han visto de técnicos que toman una selección en vísperas de un torneo y logran un alto nivel. Para el Mundial de México 86, 15 días antes de que comenzara el campeonato, hubo un remezón en la selección de la Unión Soviética y nombraron a Valery Lobanovski, director técnico del Dinamo de Kiev. El estratega armó una selección con base en su equipo, en aquel entonces uno de los mejores de Europa, y mostró un gran nivel en aquel mundial. Este no es el caso de Colombia, que en la actualidad no cuenta con un equipo que al menos se le acerque al nivel del Atlético Nacional de Maturana a finales de los años 80. Por ese motivo cada día que pasa se alejan más y más las posibilidades de que Colombia logre revertir los pésimos resultados obtenidos en el 'microciclo Maturana'. Ningún técnico, por mago que sea, puede armar un equipo competitivo casi de la nada. Además es muy probable que quien llegue no tenga más opción que recurrir a la misma nómina que empleó Maturana con tan pobres resultados, tal vez con un par de cambios. Pero no tendrá tiempo para grandes experimentos en lo táctico ni en lo individual. Jugadores que eran pedidos por la afición como Máyer Candelo, Andrés Pérez, Luis Gabriel Rey, entre otros, si llegan a ser convocados tendrían que saltar al ruedo sin preámbulos, sin partidos amistosos internacionales de fogueo. Esa es la gran paradoja del fútbol colombiano a partir de 1998: nunca antes en su historia había contado con tantos jugadores que triunfen en el exterior. Y por eso mismo sería muy triste que jugadores de talla mundial como Iván Ramiro Córdoba, Mario Alberto Yepes y Juan Pablo Angel pierdan una nueva oportunidad de ir a un mundial. ¿Qué va a pasar? Al cierre de esta edición era imposible saberlo. Lo único cierto es que Colombia marcha de última y el próximo 31 de marzo tendrá que enfrentarse ante Perú. Luego irá a Ecuador y también a Chile, es decir, tres partidos como visitante en los que hay que sumar puntos valiosos, pues en esta eliminatoria los empates para la selección serán como derrotas. Y lo que todo el mundo sigue sin explicarse es ¿a qué juega la Federación Colombiana de Fútbol?