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EL AÑO DE MARK

Tiger Woods lidera el escalafón mundial de golf. Pero el mejor jugador de la temporada fue su mejor amigo, Mark O'Meara.

4 de enero de 1999

No fueron pocos los que se atrevieron a vaticinar que este año Eldrick 'Tiger' Woods volvería a dar de qué hablar. Y existían razones suficientes para creer que así sería. Al fin de cuentas durante 1997 el joven estadounidense demostró su inmenso talento al ejercer un grandominio en el golf mundial y nada hacía pensar que esto cambiaría.Aunque, efectivamente, Woods respondió al favoritismo de los expertos y sus seguidores y todo parece indicar que finalizará en la cima del escalafón, la realidad es que muchos afirman que es Mark O'Meara quien merece ser calificado como el mejor jugador del año. Y no se equivocan.
Durante este año O'Meara ha cosechado los méritos suficientes para conseguir finalmente un pasaporte que lo identifique no sólo como el mejor de la temporada sino como una leyenda del golf. Tras 18 años como profesional este estadounidense de 41 consiguió en 1998 algo que en este deporte es considerado como una hazaña: ganar dos torneos de Grand Slam. En abril obtuvo el torneo de Maestros de Estados Unidos y unos meses más tarde se llevó el prestigioso Abierto Británico. Estos hechos lo convirtieron en el primer jugador que vence en al menos dos de los cuatro torneos más importantes en el mismo año, algo que ningún golfista lograba desde que Nick Price ho hiciera en 1994.
A pesar de que O'Meara siempre fue reconocido como uno de los mejores jugadores profesionales el hecho de no haber ganado un torneo de Grand Slam fue suficiente para que algunos afirmaran que no podía compararse con los grandes mitos del golf, como Jack Nicklaus o Nick Faldo. Pero este año sus triunfos no sólo disparan su palmerés a 16 torneos internacionales , sino que despejan cualquier duda sobre la grandeza de este jugador (ver recuadros). Tan sólo resta esperar a que en las próximas semanas, cuando se dé a conocer oficialmente al mejor jugador de este año, el nombre de O'Meara ocupe el lugar que se ha ganado con su talento.