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Elkin y su guía, Germán Naranjo Jaramillo, llegaron en segundo puesto a la meta. | Foto: AFP

PARALÍMPICOS LONDRES 2012

El colombiano Elkin Serna ganó medalla de plata en la maratón paralímpica

El atleta de 27 años, ganó medalla de plata en la maratón de la categoría T12, para personas con baja visión, que pone fin a los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.

Alianza BBC
9 de septiembre de 2012

"Para estar donde estoy ahora me ha tocado correr bastante", resume el atleta Elkin Serna, quien tiene 27 años y este domingo ganó medalla de plata en la maratón de la categoría T12, para personas con baja visión, que pone fin a los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.

Una mañana de 1997, cuando tenía diez años, junto con sus padres y su hermano menor, tuvo que dejarlo todo y salir corriendo de su humilde casa, en una zona rural de Antioquia.
 
Habían sido amenazados de muerte por la guerrilla y tuvieron que dejar la casa en pocos minutos y huir a Medellín.

Desde entonces, Elkin no ha parado de correr.

Correr varios kilómetros todos los días para ir a la escuela, "como los africanos", dice.

Correr porque le gusta, aunque vea poco. Desde los cinco años, un virus genético le ha hecho ver cada vez menos. Actualmente ve un 10 por ciento. "Por ejemplo a ti te tengo a menos de un metro y te veo las cejas, un poco la nariz y la boca prácticamente no la veo", ejemplifica.

Correr para mantener a su familia. Gracias a su pasión por el deporte Elkin recibe apoyo estatal y de los patrocinadores.

Y correr para triunfar. Elkin fue medallista de plata de los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008 y es embajador de buena voluntad del Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, que lo convocó para despertar conciencias y buscar apoyo para las víctimas del desplazamiento.

Largo recorrido

Pero hasta llegar a Londres ha hecho un largo recorrido.

Su enfermedad tiene cura si se detecta a tiempo, pero en las zonas profundas del campo antioqueño esto no se sabía, dice.

Cuando su familia se desplazó a Medellín, Elkin empezó a ayudar económicamente a su madre y su hermano trabajando en Guarne, en las afueras de esa ciudad.

Allí conoció a los deportistas de élite del país, que descubrieron su potencial deportivo y decidieron apoyarlo.

Elkin vivía en una finca cercana donde le permitían estar a cambio de que el joven ayudara en las tareas domésticas.

Como no sabía que existía el deporte paralímpico comenzó corriendo con atletas videntes, a los que les ganaba a pesar de su discapacidad visual. Allí conoció a su primer instructor, Juan Guillermo Jaramillo.

Cuando conoció el deporte paralímpico todo cambió: fue subcampeón panamericano, en Brasil, donde clasificó a Pekín. De los juegos de China regresó con medalla de plata y un amplio reconocimiento.

El atleta tiene una personalidad extrovertida y directa. Se promociona a sí mismo, se consigue sus patrocinadores y no le da vergüenza decir que es un ejemplo. "Soy de una energía completa. Nunca me he acomplejado ni me he sentido discriminado y por eso salgo de las dificultades fácil".

De hecho, siempre ha corrido sin guía. Este domingo correrá por primera vez con un acompañante vidente, como se estila en su categoría.

Se le ilumina el rostro hablando de lo bonita que es su tierra. Suspira con su marcado acento paisa. Y sentencia: "¡Quiero mucho a mi tierra Antioquia, Ave María!"