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Falcao celebra el gol que le marcó el domingo al Villarreal. Un gol que significó el descenso de uno de los equipos más fuertes del fútbol español en la reciente década. | Foto: EFE

FÚTBOL DE ESPAÑA

El gol de Falcao que condenó a Segunda al 'cuarto grande'

Desde hace varias temporadas el Villarreal se había posicionado como el cuarto equipo de la Liga española. Este año comenzó con la cabeza puesta en la Champions League. Pero meses después el colombiano Falcao los mandó a la segunda división.

Rodrigo Urrego Bautista, redactor Semana.com
14 de mayo de 2012

Minuto 88. En El Madrigal, 24.500 personas no paran de comerse las uñas y poner el oído en la radio. Faltan dos minutos para que el Villarreal, el submarino amarillo, como mundialmente se ha conocido al equipo valenciano, ponga fin a la peor temporada desde 1999.

La tensión crecía porque el Villarreal, el mismo equipo que hace 10 meses disputaba la primera fase de la Champions League enfrentando al Manchester City, al Nápoles y al Bayern Munich, necesitaba un empate en la jornada 38 de la Liga para mantener su puesto en la primera división del fútbol español.

Un lugar que ha defendido consecutivamente desde la temporada 2000, siendo uno de los principales animadores del torneo, siempre disputando el tercero o cuarto lugar, por encima de históricos como Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Sevilla o Real Sociedad.

El Atlético de Madrid, su rival en la noche del pasado domingo, venía con las ínfulas de haber conquistado la Copa Europa de Clubes (Europa League), y necesitaba ganar para alcanzar la remota posibilidad de clasificar a las eliminatorias de la Champions League.

Sin embargo, el triunfo que hasta ese momento conseguía el Málaga (1-0 ante el Sporting de Gijón), descartaba cualquier posibilidad de los madrileños, que a pesar de eso, no renunciaban a la victoria.

Y en ese minuto 88, el colombiano Falcao cazó un envío desde el tiro de esquina y de un impecable golpe de cabeza venció al portero Diego López (campeón con España de la Eurocopa 2008). Ni siquiera su compatriota y compañero de selección Colombia, el zaguero Cristian Zapata, lo pudo detener. Ese gol, que no le significaba nada al Atlético, solo sirvió para que el Villarreal, por primera vez en la presente temporada, cayera a los puestos del descenso y sin tiempo para recuperarse. El submarino se hundía hacia el infierno de la Segunda División.

El estadio enmudeció. Los hinchas del Villarreal solo aguardaban esos dos minutos para que su equipo mantuviera el empate. Dos minutos para que acabara la pesadilla del 2012, y en agosto empezara una nueva campaña para recuperar su lugar.

Pero en esos dos minutos, además del gol de Falcao, los hinchas cayeron cuando en los radios se informaba que el Rayo Vallecano marcaba un gol al Granada. Ese resultado mandaba al Villarreal a la Segunda División. El próximo agosto, el submarino deberá empezar un largo año, no para pelear por el cuarto lugar, sino por volver a la Primera División.

Una década en la élite mundial

El gol del cañonero colombiano significó el fin de una historia de 12 años en los que Villarreal se codeó con la élite del fútbol europeo.

Un proyecto que se reafirmó en 1999 cuando el equipo de la pequeña ciudad valenciana de Vila Real, volvía a la primera división española.

Desde ese entonces, Fernando Roig Alfonso, presidente del CLUB desde 1997, apostó por la estrategia de romper el equilibrio del mercado, y a punta de chequera, armar nóminas de auténtico lujo.

Fue el Villarreal la vitrina perfecta para revulsivos del fútbol suramericano. Primero tímidamente, contrataban jugadores revelaciones del otro lado del Atlántico. Fue así como en los primeros años de esta era, Edison ‘Guigo’ Mafla terminó luciendo la camisa amarilla (luego de salir campeón con el Deportivo Cali en 1996).

Pero la gran fuente de contrataciones del submarino fue el argentino Boca Juniors. Martín Palermo fue la gran contratación de comienzo de los años 2000, y allí lo rodearon excompañeros del club xenienze como Diego Cagna, Rodolfo Arruabarrena, Sebastián Bataglia.

El Villarreal fue el lugar donde otro ex Boca, el mediocampista Juan Román Riquelme, reencontraba su juego tras su fracaso en el Barcelona. O donde el uruguayo Diego Forlán se catapultó a la cima del fútbol europeo. Juan Pablo Sorín, Ariel Ibagaza, el boliviano Juan Manuel Peña (ex Independiente Santa Fe), el argentino Diego Godín, el mexicano Guillermo Franco, el uruguayo Sebastián Eguren (campeón de América en 2011), la joya chilena Matías Fernández, el ecuatoriano José Antonio Valencia (indiscutible titular del Manchester United), también pasaron por el club.

La camiseta amarilla la lucieron figuras europeas como el francés Robert Pirés (campeón del mundo en Francia 98), el turco Nihat, el italiano Guiseppe Rossi. Después del Barcelona y el Real Madrid, el Villarreal fue el equipo que más jugadores le aportó a la selección española entre 2010 y 2012 (años en los que la roja fue campeón de Europa y del mundo): Diego López, Santi Cazorla, Joan Capdevilla, Carlos Marchena y Marcos Senna (brasileño nacionalizado español y capitán del equipo desde 2002).

Villarreal conseguía su mejor figuración de la historia en la campaña 2004 – 2005. Diego Forlán fue el máximo goleador con 25 tantos, y el equipo conquistaba el tercer puesto. La clasificación a la Champions League ha sido el mayor logro deportivo de los 51.000 habitantes de la pequeña comarca, de la provincia de Castellón.

Pero al año siguiente, y comandados por el técnico chileno Manuel Pellegrini, se acercaron a la gloria europea. Dejaron fuera de la disputa de la Champions a equipos históricos como Benfica (Portugal), Glasgow Rangers (Escocia), Manchester United (Inglaterra), Inter (Italia). En las semifinales se encontró con el Arsenal de Londres, y en los últimos minutos de esa serie, Riquelme desperdició un tiro penal que, de haberlo convertido, en ese momento hubiera significado un histórico pase a la final que posteriormente se adjudicó el Barcelona que dirigía el holandés Frank Rijkaard.

Tras esta decepción, el Villarreal se clasificó subcampeón en la temporada 2006-2007, detrás del Real Madrid de Fabio Capello. El año pasado alcanzó la semifinal de la Europa League, serie en la que perdió con el Porto (Portugal) tras encajar, en los dos juegos, cinco goles del colombiano Falcao García.

Este año no consiguió un solo punto en la Champions, donde fue superado por Nápoles, Manchester City y Bayern Munich, finalista del certamen. Y en la Liga española se alejó de su reciente tradición. Solo alcanzó los titulares de prensa cuando le empató al Real Madrid y alcanzó a poner en tela de juicio el título de Liga para los de José Mourinho.

Tres entrenadores en un año (Juan Carlos Garrido, José Molina, y Miguel Ángel Lotina), el traspaso de su cerebro Santi Cazorla al Málaga (equipo que alcanzó el cuarto lugar) y un rosario de lesiones que entre otras afectaron a su goleador, el italiano Rossi, marcaron la mala campaña y pusieron fin a su historia en la primera división, por lo menos de forma interrumpida.

Esta historia, en la que el Villarreal se codeó con la élite del fútbol mundial, terminó este 13 de mayo cuando, a falta de dos minutos para acabar una nueva temporada, Falcao anotaba el gol que los condenaba al descenso. El delantero colombiano, del que hoy se habla en todo el mundo, será recordado en las calles de Vila Real como uno de los peores verdugos del submarino amarillo.