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EL MIDAS DE MILAN

Bajo el mando del magnate Silvio Berlusconi, el Milán se convierte en la transnacional del deporte.

22 de mayo de 1989

El miércoles de la semana pasada,500 millones de teleespectadores fueron testigos de uno de los partidos de fútbol más espectaculares que se recuerden en los últimos años.
En la capital industrial de Italia, el equipo de casa, el Milán, apabulló por 5 a O al Real Madrid, otro de los grandes clubes del Viejo Continente, y se clasificó así a la final de la Copa Europea. Sin embargo, no sólo el nivel de juego y el espectáculo de la multitud delirante fueron extraordinarios. Detrás de lo deportivo, la realidad es que se enfrentaban los dos equipos más ricos del mundo, los que tienen en sus filas a los jugadores más costosos del planeta, verdaderos reyes Midas del balompié.
Pero si en el Real Madrid el presupuesto anual asciende a más de $6 mil millones, de los cuales un tercio corresponde al pago de su nómina estelar, que comparten, entre otros, Hugo Sánchez, Butragueño y, sobre todo el alemán Schuster, lo del Milán trasciende con mucho las proporciones de un club futbolero para pasar al de verdadera trasnacional del deporte. El Milán es el principal exponente de una nueva clase de institución deportiva, en la que los miles de socios con banderas y pitos son remplazados por las frías decisiones de los despachos ejecutivos. Lo que pasa es que el Milán hace parte integral del conjunto de empresas de Silvio Berlusconi.
Primer empresario del sector de la construcción en Italia, dinámico fundador de los canales privados de televisión, no sólo en Italia (donde posee siete cadenas), sino también en Francia, y en un futuro no lejano en España. Es el cuarto editor de prensa; tiene un diario, II Giornale, y la revista más vendida de Italia, "TV, Sonrisas y Canciones" con 3 millones de ejemplares semanales. Berlusconi es, desde mediados de 1986, propietario y a la vez presidente del club Milán. Durante su primer año de gestión,(campeonato 1987-88), Milán ganó el campeonato italiano y este año, con su triunfo del miércoles, clasificó a las finales de la Copa Europea que concluyen a finales de mayo.
Comprar, pues, un equipo de fútbol, para Berlusconi representa no sólo obtener una gran popularidad sino también lanzarse con más fuerza y prestigio en un mundo como el de los deportes que mueve, hoy por hoy, negocios gigantescos,además de la publicidad que eso da a sus canales de televisión y a sus productos. Berlusconi es también propietario de una cadena de almacenes y de cuatro cadenas de supermercados, entre ellos la "Standa", la más popular. Junto con la adquisición del club Milán Berlusconi creó también una revista mensual, Forza Milan, para su hinchas y seguidores, que naturalmente no da pérdidas.
Pero seguramente la idea más genial del dinámico Berlusconi fue la de integrar a su grupo económico el club Milán, como cualquiera otra de sus empresas, con una potencia financiera a sus espaldas. Tanto, que le ha permitido invertir alrededor de 100 mil millones de liras -casi 100 millones de dólares- en sólo tres años .Adquirió tres prestigiosos jugadores de la selección nacional holandesa como Gullit, Van Basten y Rijkaard Gullit, el llamado "Tulipán Negro", que fue el primero en ser comprado, correspondía perfectamente a la imagen que buscaba y necesitaba Berlusconi .
Con sus trencitas, con su forma de ser alegre y con su fuerza de goleador, fue elegido el primer año de su llegada a Italia como el mejor jugador europeo y premiado con el "Balón de Oro" 1987-88, trofeo que dedicó a Nelson Mandela, el líder negro sudafricano que lucha contra la segregación racial,con lo que conquistó la simpatía política de medio país.
Para comprar a Gullit, Berlusconi gastó nada menos que 13 mil millones de liras (alrededor de 10 millones de dólares), mientras que Van Basten y Rijkaard costaron mucho menos, pero aún cifras enormes (un millón de dólares el primero y millón y medio el segundo). Berlusconi, además remodeló parte del estadio municipal de San Siro, y le amplió su capacidad,que ahora cuenta con un número fijo de 60 mil abonados que anticipan el pago de las boletas anuales y aportan una buena cifra de dineros frescos a todo el grupo económico.
El ejemplo de Berlusconi ya ha tenido seguidores. La Fiat, la primera industria itáliana, integró también su club, la Juventus de Turin, a su grupo. Pero en este campo, Berlusconi lleva siempre la delantera. Además de ser el propietario y el presidente del club, es también el propietario de la empresa. "Mediolanum", el séptimo grupo de seguros italianos, y actual patrocinador del Milán. Antes de unirse al club, contaba con el 1% del mercado de los seguros, con una facturación de US$140 millones. En 1988 alcanzó los US$224 millones con un incremento del 60%. La "Mediolanum" no patrocina sólo al Milán, sino también clubes de rugby, de jockey, de voleibol, que naturalmente le dan excelentes dividendos. Un estilo nuevo y moderno de hacer que en el deporte, la bola no sea lo único redondo.