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| Foto: EFE

LUTO EN EL FÚTBOL

El multitudinario adiós a Calero

Miles de hinchas le dieron hoy el adiós póstumo a Miguel Calero en una misa en el estadio Hidalgo en la que se anunció que los restos del guardameta estarán en México y Colombia.

5 de diciembre de 2012

No fue un día común ni un día de partido, pero más de 5.000 hinchas, asistieron al estadio Hidalgo, no para ver goles ni para disfrutar cómo los evitaba Calero, sino para despedirlo. Una cita inesperada, un adiós definitivo a Miguel Calero, fallecido el pasado martes en Ciudad de México tras diagnosticársele muerte cerebral por una trombosis sufrida nueve días atrás.

El féretro azul decorado con el escudo del Pachuca, el club de sus amores al que Calero le entregó diez títulos, el que lo trajo a México en el 2000 y con el que se retiró en el octubre del 2011, estaba prácticamente a mitad del estadio.

Desde el mediodía comenzaron a llegar los hinchas para acompañar hasta su última morada al 'Show', cerca de cien personas se arremolinaron cerca de la entrada a la que llegan los equipos en los partidos oficiales para esperar la carroza que trasladaba al estadio el cuerpo de Calero.

La espera fue corta y los aplausos largos. Los aficionados fueron los primeros en recibir a Calero. Adentro, la familia del Pachuca, como llama Jesús Martínez, el presidente del Grupo Pachuca, ya lo esperaba. Ahí estaban amigos, familiares e integrantes del club.

En las tribunas el silencio se rompió con los constantes gritos de aliento de las barras del Pachuca. Algunos lloraban, es la emoción de despedir al amigo, al ídolo, al campeón. En la cancha, al centro, se dispuso el sitio donde reposó, de manera momentánea, el cuerpo de Calero durante la misa de cuerpo presente y que sirvió para rendirle un homenaje en su casa, en su cancha.

El paso de todos los invitados a la ceremonia por una de las porterías fue inevitable. Fue el lugar en que Calero se hizo grande en México y por donde el féretro, cargado por sus excompañeros del Pachuca, también pasó. Como en los días de campeonato cuando conquistó los títulos, el cuerpo de Calero dio una vuelta olímpica en medio de aplausos y gritos de la barra del Pachuca, que no olvidará a su héroe de mil batallas.

Minutos más tarde, la misa comenzó, no si antes recordar, mediante un vídeo, el día que Calero se retiró. "Si volviera a nacer, me llamaría Miguel Calero, sería portero y defendería los colores del Pachuca", dijo Calero en la pantalla y los aplausos resonaron en la tribuna.

No fue un día común en Pachuca. Fue un día inusual para abrir el estadio Hidalgo, la casa del Pachuca y de Miguel Calero. La hinchada acompañó en su último vuelo al 'Cóndor', que ya voló directo a la inmortalidad.

En México y Colombia

Las cenizas del exguardameta serán repartidas entre su natal Ginebra (Valle del Cauca) y Pachuca, la ciudad mexicana que lo acogió y con cuyo equipo brilló durante once años. "Les vamos a dejar un pedacito de Miguel", aseguró Milton Calero al agradecer el homenaje a su hermano en el estadio.

La familia se llevará parte de las cenizas a Colombia y permanecerán en la casa de la madre del portero del Pachuca hasta que se decida su destino final. La otra será dejada en Pachuca, en un nicho especial que será construido en la Universidad del Fútbol, que maneja el equipo, y en donde muchas ocasiones suele entrenar la plantilla profesional.

El presidente del Pachuca, Jesús Martínez, señaló que se mandarán a construir un total de 47 nichos funerarios en la Universidad del Fútbol, el primero de los cuales será destinado para los restos de Calero. La organización del Pachuca anunció también que el dorsal número 1, que llevó Calero en su suéter de portero, será retirado de la numeración del equipo para no ser utilizado nunca más.
 
Con información de EFE