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EUROCOPA

El primer partido que vimos

El Editor de Ediciones Especiales de SEMANA José Ángel Báez recuerda el primer partido de Eurocopa que se vio en Colombia por televisión. Era la época de la mejor selección francesa de todos los tiempos, también de la OTI y de Ricardo Alarcón como comentarista de fútbol.

José Ángel Báez A.*
6 de junio de 2012

Flaco, pelirrojo y zurdo. Se llamaba Jean-Francois Domergue y le pegaba mejor a los tiros libres que Michel Platini. Un día de gloria, solo uno, tuvo en su larga carrera como profesional: el 23 de junio de 1984 en el estadio Velodrome de Marsella, durante una de las semifinales de la Eurocopa.

Francia y Portugal disputaban su clasificación a la final del torneo. El local era el favorito, no solo por jugar en su estadio y frente a su público, sino por superar sin reparos la primera fase del torneo al derrotar a Dinamarca (1-0), Bélgica (5-0) y Yugoslavia (3-2). Y era aún más candidato porque alineaba casi a los mismos jugadores que dos años atrás, también dirigidos por Michel Hidalgo, maravillaron en el Mundial de España. Platini, Tigana, Giresse y un nuevo intérprete que en este torneo se sumó a la banda, Luis Fernández, quien reemplazó a Bernard Genghini (otro formidable cobrador de tiros libres). Así se formó el ‘cuadrado mágico’, uno de los mejores mediocampos en la historia del fútbol por su precisión y elegancia al tocar el balón, por sus pases profundos y por la forma fácil a la que llegaban al gol. Francia no necesitaba delanteros.

La historia de Portugal era distinta: le ganó sufriendo a Rumanía (1-0) y empató agarrándose de los palos frente a Alemania Federal (0-0) y España (1-1). Su bastión era el arquero Manuel Bento, de escasa estatura para su puesto (1,73), pero dueño de una formidable ubicación y de oportunos reflejos. La otra esperanza portuguesa era el suplente Fernando Gomes, el goleador de Europa con el Oporto en la temporada 1982-1983 y por quien todo un país oraba para que en algún momento hiciera un gol con la selección.

A los 24 minutos, presagio de goleada, ganaba Francia. Domergue dejó de ser anónimo. Falta a favor de ‘Les bleus’ a unos 20 metros del arco luso: contra todos los pronósticos y con el debido permiso de Platini, el lateral izquierdo sacó un zurdazo, lo más parecido a un rayo, que dejó quieto a Bento. Los franceses ya hacían apuestas sobre a quién enfrentarían en la final: Dinamarca o España. Los otros 21 minutos del primer tiempo sirvieron para que el arquero portugués figurara y evitara que Francia se fuera al descanso con un gol más de ventaja.

Dios no escuchó los ruegos de los portugueses. Fernando Gómez entró en el segundo tiempo y el temible delantero nunca tocó el balón. El milagro cayó en otras piernas, en las del atacante Jordao y en las del volante Chalana. A los 74 minutos empató el delantero de origen angoleño. Y a los 98, ya en la prórroga, silenció al Velodrome con una furiosa volea. 2-1. Chalana asistía; Jordao los hacía. Partidazo.
 
Y cuando solo faltaban seis minutos para acabar el partido, cuando Francia se alejaba de la opción de ganar por primera vez en su historia un título importante, apareció otra vez Domergue, el efímero jugador que apenas disputó 9 partidos con la selección. Esta vez acechaba el área contraria buscando un rebote. Lo consiguió. 2-2. ¡A definir por penalties! Pero no, el partido necesitaba algo más que lo hiciera leyenda: faltaba un minuto para terminar, Jean Tigana desbordó rivales por la derecha y puso un pase al centro del área, Platini paró el balón, pensó durante un segundo eterno, la acomodó para su pierna derecha, remató duro y al centro… goool…

Así Francia llegó a la final en el considerado uno de los mejores partidos de la Eurocopa en su historia, un encuentro que también marcó para Colombia un hito: primer juego de ese campeonato que se emitió en directo para el país por la televisión nacional, comentado por Ricardo Alarcón, hoy presidente de Caracol Radio.

En la final el equipo de ‘el cuadrado mágico’ enfrentó a España, a ‘La furia roja’, que había dejado en el camino por definición de penalties a la fantástica selección de Dinamarca liderada por Soren Lerby, Morten Olsen y Preben Elkjaer Larsen.

Último partido, tiro libre a favor de los locales, gol de Platini con ayuda del arquero español Arconada. 1-0. Esta vez no hubo permiso para Domergue. Su momento de gloria había sido cuatro días atrás; la gloria del miércoles 27 de junio estaba reservada para Platini, quien además del gol, metió un pase profundo para que Bruno Bellone de contragolpe, en el último minuto, sellara el 2-0 con el que la selección de Francia ganó por primera vez un título. Gol que, curiosamente, nunca vimos los colombianos, pues, justo cuando iba a patear el delantero, se fue la señal satélite. No importó: en tiempos de una televisión arcaica supimos que existía uno de los mejores torneos de fútbol en el mundo.

*¨Editor de Ediciones Especiales de SEMANA. En twitter @joseangelbaez